MOZART COMO UN EFICAZ ANTIDIVO (LA NACIÓN - ARGENTINA)

Rolando Villazón, sin duda alguna, tiene muchísimos seguidores en Argentina, algunos de ellos lectores fieles de este blog. He recibido un montón de mails avisándome de este artículo aparecido ayer en La Nación, una crítica de Jorge Aráoz Badi sobre el nuevo álbum Mozart Concert Arias. Gracias a todos ellos y, si, desde luego, ¡continuamos esperando que Rolando Villazón cante en el Colón!

Mozart como un eficaz antidivo

Por Jorge Aráoz Badí  | Para LA NACION

Un cantante de militancia clásica como Rolando Villazón, que a los 42 años ya lleva editada una veintena de discos (quince operísticos), que asume primeros roles en los teatros más importantes del mundo con críticas siempre elogiosas, que soportó el castigo de la mudez temporaria y salió floreciente de la enfermedad, podría permitirse el ostentoso divismo y no ser mal visto.

Con escasas, conocidas y honrosas excepciones (como Plácido, Van Dam, Kaufmann, Abbado, Pollini, Brendel y otros pocos), buena parte de sus colegas se pavonean entre el engreimiento, el exhibicionismo y la superficialidad. Pero, que se sepa, Villazón ha rechazado hasta ahora ese tipo de vanidades sin que hayan dejado de crecer sus cualidades interpretativas. Precisamente, el CD que acaba de aparecer ( Arias de concierto, para tenor y orquesta , de Mozart, con la Sinfónica de Londres dirigida por Antonio Pappano) es un típico modelo de antidivismo, no sólo porque no está integrado por obras de consumo popular como las arias operísticas, sino porque no contiene ni un solo ingrediente demagógico ni agudos espectaculares. Sin embargo, los temas de este programa discográfico son puntos clave del itinerario vocal mozartiano a partir de Va'dal furor portata , K.21, primera aria para teatro compuesta por Mozart a los 9 años, con la intención de intimar con el tipo de expresividad afectuosa o iracunda de la ópera italiana.

Estas composiciones, de las que Mozart escribió más de sesenta, sin interrupción casi hasta el final de su vida, respondían al doble propósito de reunir material para invitaciones especiales de recitales o funcionar como partes de óperas que se armaban de urgencia y por encargo con arias de diversos autores. Había gran demanda de ellas, tanto que Leopoldo, padre del compositor, era el único que actuaba como copista, para evitar los frecuentes robos de otros especialistas.

La interpretación que hace Rolando Villazón de las doce arias contenidas en este CD cubre con singular amplitud los requerimientos críticos. En primer lugar, su conexión estilística que en ninguna de las arias es quebrantada. En segundo lugar, sus condiciones dramáticas, mantenidas en todo momento en un nivel de mesura y templanza sin el menor desborde teatral, aunque con una temperatura bien alta. En tercer lugar, su timbre original y muy personal, no se parece a ninguno en circulación y el manejo de los colores suena con notable naturalidad.

En muchos rasgos de estas composiciones, se reconoce la hondura del trabajo interpretativo realizado por Villazón, para lograr, por ejemplo, que el carácter amoroso de Si mostra la sorte , con que empieza el programa de este CD no resbale hacia la dulce blandura o una exagerada comicidad. O para mostrar que, si bien el aria-rondó Per pietà, no ricercate , lo recuerda, no es una remake del Conde de Almaviva, de Bodas . O que a pesar de ser una típica aria de ópera seria (y tan Beethoven) Aura che intorno spiri , es intensamente mozartiana por su tipo de melancolía. La audición del resto de las arias, ofrece autenticidades mozartianas similares y hacen de este CD un muy disfrutable material de información musical.

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