Ya está otra vez Rolando Villazón dando ocasión para que algunas mentes rígidas e intransigentes se puedan despachar a gusto. De Rolando se pueden decir muchas cosas, grandes elogios por parte de sus innumerables y siempre fieles seguidores, grandes críticas por los que no lo soportan, que tambien son unos cuantos, pero hay algo que unos y otros no pueden negar: Rolando es totalmente imprevisible, sorprendente, desprejuiciado...y libre. Libre de apartarse de los caminos trillados, libre para permitirse el lujo de no tener en cuenta normas y convenciones y libre de hacer lo que él (a veces, casi sólo él) cree oportuno.
El año pasado recibió fuertes críticas por su participación en el show Popstar to Operastar. Él siempre defendió que eso era "sólo" un programa de televisión, que era divertido, que disfrutó haciéndolo, y que fue una experiencia interesante y diferente. Le vaticinaron de todo: que no volveria a cantar en un teatro de ópera, que si acabaria con su carrera, con su voz, que eso sería su final. Nada de eso sucedió, más bien todo lo contrario: Rolando ha hecho una muy buena temporada y está ahora en la cúspide de su carrera, después de cantar Werther en la ROH con un éxito absoluto, de los que hacen historia, de público y de crítica.
Ahora vuelve a participar en la segunda edición de Popstar to Operastar, y estoy segura de que le volveran a llover críticas parecidas a las de hace un año. Y, para empezar fuerte, lo podemos ver en la primera promo del programa haciendo ni más ni menos que de Freddie Mercury, es decir, interpretando un fragmento de Bohemian Rhapsody, uno de los temas más famosos de Queen. Cantando con él, Katherine Jenkins, la otra "mentora" del programa, y, al piano "volador", la presentadora, Myleene Klass.
-nueva versión del video, con más calidad de imagen y sonido-
Thanks, Lisa!