En el post de 3-3-2011 (ROLANDO VILLAZÓN DIRIGIRÁ Y CANTARÁ L'ELISIR D'AMORE EN BADEN-BADEN) me hacía eco de una entrevista a Rolando Villazón, hecha por Susanne Benda y publicada por el Stuttgarten Nachrichten, y solicitaba ayuda para su traducción. En poco tiempo, la amabilísima Edith de Viena (danke schön!), me la envió traducida al inglés, y ahora he tenido ocasión de pasarla al español para compartirla en el Blog.
Página 1: "Un payaso siempre gana"
Cuando Rolando
Villazon
cantó "La Traviata", en Salzburgo en 2005, junto a Anna Netrebko todos aplaudieron, calificándolo como una
nueva super estrella. Luego su carrera se ralentizó por una crisis de agotamiento vocal. El
sábado, el tenor se presenta en Stuttgart, con el programa que ya cantó el martes en Essen. Allí estuvimos con él.
Sr. Villazón en su concierto de ayer un hombre
detrás de mí preguntó si finalmente usted iba a cantar "Granada". Nadie esperaba el "Dichterliebe" de Schumann . "¿Por qué no "dar azúcar a los monos", lo que piden?
¿No hago siempre lo que se espera de mí? La ópera es una explosión, un
recital es una implosión. Yo lo necesito. Ya he cantado 14 veces el
"Dichterliebe", viajé por Alemania, para entender a Schumann y a Heine, visité el "Gran Barril" de Heidelberg y la catedral de
Colonia - sólo para captar el sentimiento de este aire, de este paisaje, y la
sensación de llegar a esta cultura. La música de Schumann me
acaricia. Y los poemas de Heine crean un carácter que me recuerda a
Dostoievsky, por ser tan versátil.
Pero el "Dichterliebe" no es una ópera. Las óperas son pinturas al óleo, las canciones son dibujos.
Así es, es un recital muy íntimo, y los artistas y el
público deben penetrar conjuntamente en el corazón de la obra. La ópera, por
el contrario, llega a la audiencia como un chorro de agua que inunda con la música y
la emoción.
Intentó cantar del ciclo como un gran arco dramático. Sólo que los aplausos perturbaron en el medio ...
No, no me molestaron. Algunas personas simplemente
no saben que en este ciclo el silencio entre las canciones pertenece a la música. Y tal vez algunos oyentes aplaudieron porque no soportaron sentir demasiado. Si algo nos toca mucho,
podemos poner una cierta distancia haciendo ruido. Entonces
los aplausos parecen un alivio: ¡qué suerte, que eso es sólo arte!
Usted irradia una gran energía en el escenario, hacia fuera. ¿De dónde sale eso?
De la audiencia. Compartimos dos horas juntos,
estas horas no van a volver. Antes de cada concierto, me digo a mí mismo:
¡Hoy es mi concierto más importante!
¿Cómo lleva el retorno a un ser humano normal después de los aplausos del concierto?
Necesito quitarme la ropa del concierto y ponerme
los pantalones vaqueros. Entonces siento al "animal del concierto" un
poco en mis rodillas, antes de que deba descansar. Y me tengo que tomar una cerveza. Ese es un buen pago por un concierto.
¿Su agenda está muy llena? ¿Cuánto requiere de usted y de su voz?
La cuestión no es tanto acerca de mi voz sino de como
quiero utilizar mi tiempo. Ahora mismo tengo algo de tiempo para mi
familia, la lectura, escribir, jugar, dibujar y mi trabajo con los payasos de hospital "Rote Nasen" con los que he estado actuando un par
de años con los niños en los hospitales.
página 2: "No quiero saber quién soy yo"
Usted está muy a gusto en el escenario, se le nota.
Con su talento, usted podría ser showman, presentador, sacerdote o
político. ¿Por qué especialmente cantante?
Se trata de una coincidencia. Yo quería ser sacerdote, pero lo dejé. Yo presentado Un programa de televisión
en Inglaterra, también haré un espectáculo para la televisión
alemana. Pero el canto siempre es para mi lo primero.
Plácido Domingo es un gran ejemplo para usted. ¿Quieres estar en activo tanto tiempo como él?
No. Para mí, Maestro Domingo es la mejor cantante en
la historia de la ópera, un artista perfecto. Pero trato de no imitarlo.
Sólo hay un Domingo. No creo que yo aún cante con 70 años.
Usted se estrenó en Lyon por primera vez como director. ¿Cómo
ve su dirección de "Werther", en retrospectiva?
Yo estoy muy orgulloso del trabajo, con lo que todo el equipo ha hecho junto a mí, pero también soy crítico con algunos detalles. Yo soy
siempre crítico. El año que viene hago la puesta en escena de "L'elisir de amore" de
Donizetti en Baden-Baden, y , como también canto, habrá un co-director.
En "Werther" habían payasos en el escenario. ¿Es para usted el payaso un tema vital, una figura con la que se identifica?
Sí.. Trabajé a los 18 años como payaso. El payaso es la libertad total y
se encuentra en medio del caos y el orden. Es como un espejo
deformante: Si nos reímos de él, entonces realmente nos reímos de
nosotros mismos, pero un payaso también puede ponernos tristes, y su
nariz roja le da un carácter muy poético. Yo mismo tengo en mi corazón un payaso. Él me hace libre, sobre todo porque
siempre se pregunta: ¿por qué? Y (señalando enfrente del sofá) esto
no es sólo una silla, también podría ser un perro. ¿Y la mesa?
(Risas Rolando) ¡Un sombrero!
¿Qué has aprendido como cantante con el payaso?
A veces en la música clásica
cantamos terriblemente encorsetados. ¿Quién escribió esas normas? Son solamente tradiciones. La individualidad es muy importante hoy en día. ¡La música lo demanda! Si en mi corazón no tuviera un payaso, yo no podría cantar canciones como los mexicanos
¿Si algún día usted no puede cantar lo que quiera, que se diría acerca de usted? ¿Qué le
gustaría haber sido en el pasado?
Cantar no es
mi vida entera. Siempre vivo en el presente, con lo que hay ahora, con
toda mi energía. ¿Somos sólo eso, lo que los demás ven en nosotros?
Espero que sea difícil definirme. Yo no veo mis límites -
exactamente tan poco como cualquier otro ser humano. Yo mismo, tampoco
quiero saber exactamente quién soy. De lo contrario, mañana por la
mañana me podría asustar, si alguien me mira desde el otro lado del espejo, debería preguntarle: Huy, ¿quién eres ahora - otra vez un hombre nuevo? ¡Porque viven muchos, muchos, muchos Rolandos en mí!