Agente GDL es una nueva incorporación villazonista. Os tengo que confesar que en sus primeros comentarios pense seriamente si era un "troll", por el estilo mordaz y provocador. Pero nos ha enviado una crónica del concierto de ayer en Guadalajara, que es de la mejores que se han puesto en este blog, en mi opinión.
Fue una tarde nublada,
la cercanía de la lluvia llenaba el aire de ese olor a
tierra mojada que da fama a
Guadalajara, tanto Laura (mi pareja)
como yo pedimos la tarde libre para “prepararnos” debidamente para el
concierto, el Auditorio Telmex no se ubica propiamente en la ciudad mencionada, sino en Zapopan, población que, junto con
Tonalá, Tlaquepaque y la propia Guadalajara forman una enorme masa
urbana, no muy armónica pero si muy folclórica.
Después de algunos
tequilas más de los que la prudencia aconseja, pasamos por el amigo
Gino, quien es el equivalente villazonista a un Hooligan del Manchester ó
un miembro de barra brava del Boca Juniors; Gino, con su peculiar
desenfado se montó en el auto con un six pack de Coronas “pal camino y
ponte el disco de Gitano”; a esta hora (11.30 am) mi buen amigo ya
hizo su tarea y envió su resumen al Blog, pues está más acostumbrado
que yo a las resacas.
Arribamos
faltando 15 minutos al concierto a la impotente masa de acero y
concreto que es el modernísimo Auditorio Telmex; tienen la bonita
costumbre que al cierre de taquilla imprimen a costo cero los boletos no
vendidos y los cambian en las entradas para ir llenando los asientos
más cercanos al escenario; viejos lobos en las lides del auditorio,
contábamos con eso, la apuesta por el boletaje funcionó y conseguimos
un “upgrade” de unas mucho mejores ubicaciones, desde donde teníamos
una perfecta panorámica de las instrumentos que yacían inmóviles en el
piso: cuerdas, alientos, piano, las malditas percusiones y como una
promesa de redención 2 micrófonos al frente, a la altura del
instrumento vocal más sublime que ese joven foro haya escuchado.
Mientras Gino y Laura
parloteaban delirantemente sobre su ídolo (al igual los Gremlins no
deben tocar el agua, este par deben de mantenerse alejados del alcohol)
yo me dedique a observar a la concurrencia, compuesto en su inmensa
mayoría por personas mayores y bastantes parejas. Los comentarios que
capte en los pasillos eran los que esperaba, Rolando Villazón, ese gran
desconocido venia de un gran triunfo en el Auditorio Nacional, un
reconocimiento de la Secretaria de Cultura y parecía ser “la gran cosa,
allá en Europa”. Los medios hicieron un excelente e incansable trabajo
en la promoción y el auditorio registro un lleno de 90% en una
configuración de al menos 8 mil personas (según mis cálculos).
Salieron los Bolivar a la
hora en punto, arrancando con Obertura Mexicana, ya he despotricado
bastante contra los arreglistas de Rolando y su búsqueda desesperada de
protagonismo, para mostrar que no es mi paranoia les comento que el
“Line Up” de las piezas a interpretar en el programa NO INCLUYE
información del compositor y SI aparecen los malditos arreglistas. La
magnífica interpretación, la elegancia y el sentimiento de los Bolivar
brillaron en esta pieza instrumental, mientras el público poco ó nada
acostumbrado a las orquestas de cámara se revolvía en sus asientos un
poco inquieto, temiendo una velada demasiado “Clásica”, una pareja
joven que tenia de vecinos de asiento se miraron con cara de “donde nos
fuimos a meter”, la pieza finalizó con aplausos generales, aunque
tibios y salió Rolando al escenario.
Si, era Rolando, 4 años imaginándolo, esperando
este momento y ahí estaba, el tenor que descubrí por accidente y que
cambió para siempre mi gusto músical. Nuestro querido Rolando fue
tibiamente recibido mientras la pareja vecina observaba con recelo mis furiosos aplausos de pie, pero ahí estaba, creo que con el
mismo traje negro de algún concierto en Paris y una camisa de brillos
que Gino brutalmente me recordó que podría ser la del concierto de
Berlín “se me hace que ni la lavó”. Ya el Ojo Villazonista emitirá su
sabio juicio.
No fue un tenor de clase mundial el que se
presentó ayer en el escenario, los asistentes al concierto de ayer
vimos a un intérprete de Boleros que parecía haberse ganado toda una
vida dando serenatas con un Trio. Sus interpretaciones de Bésame
mucho, Dime que si, una tétrica y baritonal Noche de Ronda y Reloj. Superaron todas mis expectativas sobre la sobrehumana
musicalidad que es lo que más admiro en Rolando.
No fue un tenor de clase
mundial al que vimos ayer cantando Veracruz con una cadencia danzonera
rítmica y sensual, fue el sucesor de Compay Segundo no el del tal
Plácido Domingo ese que mencionan en los anuncios.
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No fue un tenor de clase
mundial el que vi ayer, fue un Mariachi pícaro y deslenguado que con un
“Viva México Cabrones” me hizo reir, pensando en la cara que pondrá
Catherine en Paris y Olga en Chile si ven ese momento en video. Ese
Mariachi jubiloso y alburero cantó como el mejor de Garibaldi Cielito Lindo, México Lindo y Querido e hizo gala de su agilidad
mental al cambiar de nuevo casi todas las estrofas de La Cucaracha.
Guadalajara vio ayer a un
Bolerista, Danzonero y Mariachi que tiene como “Chamba” (trabajo) ser
uno de los mejores tenores del mundo, quizá de todos los tiempos con
unos agudos tan amplios, generosos y magníficos como su propio corazón.
Con esa voz, Dios mio, esa voz que arrancó lágrimas con Intima, Perfidia y Júrame. La magia funcionó y Rolando conquisto a un
público que se caracteriza por su apatía y quienes le aplaudieron
rabiosamente y gritaban alabanzas sin cesar. Villazón el Grande Vino,
Vió y Venció.
las tres fotos del post son gentileza del Auditorio Telmex, via Rolando Villazón en GDL (Facebook)
Nota de Teresa al Agente GDL: el Ojo Villazonista ya se ha puesto en marcha, y os adelanta próximas conclusiones en cuanto al vestuario, lejanas a las que la euforia coronitera y villazonil os hizo imaginar, pero...igualmente interesantes.