foto: Anne |
Ver en un mismo escenario al maestro Daniel Barenboim y a Rolando Villazón es siempre algo extraordinario, porque se juntan talento con talento, carisma con carisma, intensidad con intensidad, experiencia...ya también con experiencia. El maestro siempre ha sido un referente para Rolando, y su maravillosa complicidad fue disfrutada ayer superlativamente en el Concierto de ambos en la Berliner Philharmonie, con la Staatskapelle de Berlin. A destacar que Rolando ayer no se entretuvo mucho en la salida de artistas porque le esperaba Barenboim para cenar.
Programa
GIUSEPPE VERDI
Ouvertura I vespri siciliani
LUCIANO BERIO
GIUSEPPE VERDI
de Otto romanze per tenore e orchestra
In solitaria stanza (Jacopo Vittorelli)
Il mistero (Felice Romani)
Deh, pietoso, oh Addolorata (J. W. v. Goethe, trad. Luigi Balestra)
L'esule (Temistocle Solera)
IGOR STRAWINSKY
Le sacre du printemps
Os dejo la crónica de Laurita, las fotos de Anne y Jacqueline E., y el vídeo con imágenes de esta última (vielen dank!) más una fotos oficiales.
Concierto Berlín, 26-03-2013
Ocho notas son más que suficientes para revelar la excelencia. La primera frase de “In solitaria stanza”, estas mismas palabras ya nos dejaron entrever que habrá sido una velada muy exitosa. Pero a más tardar después de la tercera pieza, “Deh, pietoso, oh Addolorata”, estábamos todos sin habla por tanta belleza. Nos mirábamos por encima de las filas, sonriéndonos, en efecto sin palabras por admiración, solamente señalando con pocos gestos que SIIIII !!!!!!!! ¡Qué increíblemente perfecto! ...
Y perfecto es la única palabra que puedo elegir para describir la actuación de Rolando. Está radiando confianza, seguridad, virtuosidad en el escenario. Se lo ve en la cara, en cada movimiento que interpretar estas canciones Verdianas significa una alegría enorme para él y esta alegría radiante y rebosante se extiende por todos los rincones de la sala, brincando felizmente cuando a paso ligero está subiendo los escalones, uniéndose y transmitiéndose al público encantado. La voz resplandece y brilla, emitiendo un calor profundo y demostrando fuerza, claridad y técnica excelente en cualquier momento. El auditorio está tranquilísimo; todos escuchan, miran, admiran, fascinados por la belleza de un arte tan puro y no obstante - ¡o por eso mismo! - tan accesible que ninguno se queda pasivo, sino toma parte en una gran experiencia musical.
Es ésta la magia, la verdadera magia que nace cuando se encuentran una orquesta de tan alta calidad (la Staatskapelle Berlín), un director mítico que inspira nada menos que veneración (el fantástico maestro Daniel Barenboim), y un cantante simplemente magnífico que sabe convencer y emocionar a su público con la sinceridad, la maestría y la amabilidad de su entrega artística: Muchísimas gracias, Rolando, fue un concierto MARAVILLOSOOOOO !!!