|
foto: web Salzburger Festspiele © Silvia Lelli |
Ayer tuvo lugar la primera de las dos representaciones, en el Salzburger Festspiele, de Il re pastore, de Mozart. Laura nos ha enviado una crónica y voy a que cometer la indiscreción de decir que cumplía años (poquísimos!) y que, en la salida de artistas, Rolando Villazón, encantador como siempre, le cantó las mañanitas. Por cierto, si alguien tiene el vídeo de ese momento, a Laura le encantaría poder tenerlo aunque, como me ha escrito, lo mejor fue vivirlo.
Adjunto también una parte del email que me ha enviado Eleonore y las fotos finales de Anne. Muchas gracias a las tres.
Se cantando vi rendo felici… Il re pastore, Salzburg, 30-7-12
… che bel giorno fia questo per noi!
Cuando salimos del Haus für Mozart después de los aplausos tempestuosos, estábamos todos de acuerdo: Fue una velada de superlativos.
Primero de todo, hay que elogiar la forma de presentación. Aunque se trataba de una versión concertante de la ópera, los cantantes se presentaron en los vestidos magníficos de Luigi Perego y representaron sus papeles como en la versión escénica de Zúrich. Faltaba solamente el decorado, pero con las extraordinarias habilidades interpretativas y cómicos de este equipo (cejas arqueadas, comentarios secos, gestos minimalistas y por eso tanto más eficaces, las luchas bien conocidas contra fajas, capas y bufandas…), yo por mi parte no extrañaba a nada. Era como una representación escénica, pero aún más expresiva e intensa porque podíamos concentrarnos completamente en el canto, la expresión y la música.
Paso inmediatamente al primero highlight de la noche: “Si spande al sole in faccia”, la primera aria de Alessandro, precedida del recitativo “Or che dici Alessandro?”. El recitativo ya era muy bien, pero con la aria nos quedamos todos boquiabiertos. Hay estas arias que están perfectas a partir de la primera, de verdad de la primera nota – y fue así. La primera frase, el primero “Si spande” ya tenía tanta fuerza, tanto apoyo, tanta belleza vocal y impresionó al público de modo y manera que se podía tocar con las manos este momento de entusiasmo que atravesó la sala como una ráfaga de viento. La óptima posición de cada nota, la claridad del tono redondo y cálido, la brillantez desde las más bajas a las más agudas que sobresalían de manera espléndida sobre la orquesta… El público estalló en gritos de bravo y en aplausos frenéticos. Durante la pausa, cuando nos encontrábamos en los corredores, exclamábamos simultáneamente: ¡Ay, qué maravilloso! ¿Habráse escuchado un “Si spande” más bonito?
Lo mismo vale para el segundo acto. “Se vincendo” y “Voi che fausti” (che a mí especialmente me gusta) eran grandiosos y recibieron aplausos muy extensos. Ya hemos hablado mucho sobre las coloraturas en Zúrich, pero tengo que repetir que escuchando las coloraturas de Rolando, siempre me parece que las han inventado especialmente para él. Tienen una cualidad fluida y al mismo tiempo muy precisa que da la impresión de una naturalidad y facilidad completa incluso en los pasajes más exigentes. Otro highlight era el Coro final “Viva l’invitto duce” que acentuó perfectamente todas las voces magníficas. A mí me impresiona cada vez que la voz de Rolando está tan presente que se distingue perfectamente en los pasajes de quinteto.
La segunda estrella de la noche era sin duda la espléndida Martina Janková (Aminta). Ya sabemos que su voz está grandiosa y brillante, pero con “L’amerò, sarò constante” se superó a sí misma. Yo (para mi vergüenza) tengo que admitir que esta aria, aunque todo el mundo diga que es una de las arias más bonitas para soprano, a mí siempre me ha exigido mucha paciencia porque es muy larga y prolija, tanto para la cantante como para el público… Desde ayer estoy entusiasmadísima por esta aria; Martina la cantó de modo incomparable, especialmente al fin y en los pasajes en los cuales la voz está competiendo con el violín. Cuando los aplausos no se acabaron, se asomó casi tímidamente entre los bastidores para que la orquesta pudiera continuar con la próxima pieza.
Los aplausos finales y los standing ovations fueran literalmente apoteósicos, con Rolando y Martina como los favoritos del público. Una función perfecta a más no poder, con los cantantes muy, muy felices por este éxito maravilloso. Y cuando ellos están felices, ¡claro que nosotros estamos superfelices!
Finalmente por los agradecimientos tan merecidos: Muchas gracias a todos los cantantes y a William Christie que sabe conducir sus músicos con elegancia y capacidad; muchas gracias a Martina por reconciliarme con “L’amerò”; muchísimas gracias a Rolando por una velada p‑e‑r‑f‑e‑c‑t‑a que tanto merece este adjetivo, por una demostración impresionante de la excelencia de su arte que nos dejó sin palabras, entusiasmados y muy felices... y gracias por el regalo de cumpleaños más bonito de los últimos “quince” años, jaja ;-)
¡¡ Un abrazo a todos !!
Laura
Cet "Il Re Pastore" était une des plus grandes soirées. De la première minute à la dernière, Rolando était le roi de la scène. Sa voix brillait, rayonnait, coulait à grands flots, elle était limpide, pure, d'une beauté extraordinaire et d'une puissance exceptionnelle. Dès la première note, il avait un timbre moiré, d'une opulence à laquelle il était impossible de résister et qui nous a envoûtés tout au long de la soirée. Les airs, ces trois airs d'une difficulté extrême, étaient chantés avec une légèreté captivante et une élégance inouie. Rolando vocalisait à merveille. Et quelle chair de poule lors des coloratures! Les longs récitatifs étaient impeccables. Dans chaque instant de sa présence sur scène, Rolando possèdait une aisance époustouflante et d'une grande intensité, il a profité de cette mise en scène qui a permis aux chanteurs de jouer.
Bien que l'opéra ait été présenté en version concert, nous avions les beaux costumes de Zurich, sans, malheureusement, les merveilleux décors et la présence des satyres. Nous étions séduits par la performance de tous les chanteurs et de tous les musiciens, le premier violon solo accompagnait le dernier grand air de Martina Janková avec une beauté et finesse incroyables. Déjà à Zurich, j'aimais beaucoup la musique mozartienne vibrante et pleine de vie de William Christie.Une soirée inoubliable, ineffaçable - avec un immense succès et des pluies d'applaudissements.
Eleonore
|
foto: web Salzburger Festspiele © Silvia Lelli
|
|
foto: web Salzburger Festspiele © Silvia Lelli
|
|
foto: web Salzburger Festspiele © Silvia Lelli
|
|
foto: web Salzburger Festspiele © Silvia Lelli
|
|
foto: web Salzburger Festspiele © Silvia Lelli
|
|
Benjamin Bernheim foto: Anne |
|
William Christie foto: Anne |
|
Eva Mei foto: Anne |
|
Martina Janková foto: Anne |
|
foto: Anne |
|
foto: Anne |
|
foto: Anne |
|
foto: Anne |
|
foto: Anne |