24 févr. 2011

ROLANDO VILLAZÓN HABLA DE SU INFANCIA: EL COLEGIO, SUS INQUIETUDES, LA MÚSICA...


Esta es el fragmento de audio que comenté en el post anterior, aunque lo grabé de su reemisión en el pasado mes de Junio, pertenece a una entrevista más extensa hecha por Héctor Carrillo en 2005, cuando Rolando estuvo en México con motivo de su Romeo et Juliette en el Bellas Artes.  Os lo puedo ofrecer transcrito gracias a Nilda, y así será más comprensible para los que tenéis que traducir.

PARTE I

Periodista - ¿En la primaria como eras, Rolando? 
Rolando - Era un niño terrible… risas… 
Periodista - ¿Un enfant terrible?  
Rolando - Sí, si, era un niño muy travieso…al mismo tiempo era…siempre fui un intérprete, siempre actué, siempre hice personajes…siempre quise llamar la atención. 
Periodista - ¿A qué colegio ibas? 
Rolando - En la primaria estuve en el Colegio Alemán, que además, siempre me preguntaba ¿qué hago yo en éste colegio?. Entonces, solo aceptaban, me parece, hijos de familias alemanas, y yo, si bien años después descubrí que tengo ascendencia austríaca, en su momento no lo sabía y no entendía yo qué hacía en éste colegio, porque te sientes como extranjero en tu propio país. Los maestros son alemanes, la mayoría de los niños son alemanes, las clases son en alemán y quién me iba a decir que veinte años después, había sido una de las mejores opciones, que mis padres pudieron ofrecerme: meterme en el colegio alemán. Por dos razones: la primera por los idiomas, porque en mi carrera son importantísimos y segunda porque aprendí la condición de extranjero permanente. Hoy por hoy, vivo en todas partes y en ninguna parte y a donde llego siempre soy un extranjero. Aquí al llegar a México, después de años de estar afuera, me siento desconectado de muchas cosas y me siento un poco extranjero, si bien es donde tengo mis raíces, por supuesto. 
Así que fui al Colegio Alemán y después pasé al Colegio Cristóbal Colón, en Lomas Verdes, me corrieron del Colegio Alemán…risas…reprobé Música entre otras 9 materias…risas …la escuela siempre fue un lugar de diversión para mí, no un lugar de aprendizaje. Y justamente el año que reprobé en el Colegio Alemán fue porque había entrado a un Centro de Capacitación Artística, donde iba de 4 de la tarde a 10 de la noche todos los días…entonces, la Física y la Química y todo eso…con permiso…traigánme el ballet, y la actuación, y la música…eso era lo mío…pero claro, después del fracaso académico, mis papás me sacaron de la Academia Artística. 
Periodista - ¿Pero..cómo Música, Rolando?
Rolando - Era aburridísima, la clase de Música, de andar tocando la flauta, no, no, no… Y luego me invitaron a participar en el Coro del Colegio Alemán, que es un gran Coro… y no…porque era la noche y me daba flojera, y tenía que ir hasta Tacubaya…no, no…curiosamente eso no me llamaba la atención. No me llamaba la atención pertenecer a un coro.¿Dónde está la luz?...¡Siempre buscando la luz!...enseguida yo quería solito brillar . 
Y bueno, como decía, siempre fui un intérprete, de pequeño hacía chistes, me inventaba personajes… admiraba mucho el personaje del Quijote de la Mancha y entonces me construí una armadura con pedazos de tubo y con cartones. Y me acababan de regalar una bicicleta nueva, pero era demasiado bonita y Rocinante era bastante traqueteado, así que la agarré a martillazos mi bicicleta y a golpes y la dejé destartalada y salía yo, con mi armadura cantando…”YO SOY YO DON QUIJOTE…” chiquitito… y después…siempre veía las caricaturas, veía Huckleberry Finn que andaban descalzos y yo quería salir descalzo a jugar a fútbol a la calle… Un niño raro…todos me veían un poco como “¿a este muchachillo que le pasa?” 
No me gustaba la música clásica. Descubrí la música clásica en la casa. Mi padre trabajaba en la CBS y llevaba cajas enteras llenas de discos, cerrados y alguna vez me puse a buscar en esos discos y encontré uno que tenía un violín en la portada, y saqué el LP, lo puse y era el Concierto para violín de Tchaikovsky y quedé maravillado. Era como un tesoro escondido que tenía en la casa, me puse a abrir todos los discos, a descubrir esta música maravillosa y quedé encantado. 


 

PARTE II

Siempre fui un niño extravagante, me parece, y a veces me daba mucha vergüenza ser así y entonces había una contradicción en mi personalidad; buscaba esconderme pero al mismo tiempo tenía que mostrarme y al mismo tiempo me daba pena, se reían de mí, o se reían conmigo a veces, pero entonces había un deseo de brillar y de timidez al mismo tiempo…la timidez ya la dejamos atrás hace mucho tiempo…risas…  
Periodista -¿Qué voz fue la primera que te llamó la atención? 
Rolando - Plácido Domingo …voz operática, Plácido Domingo…porque…bueno…me encantaba Topo Gigio pero no era modelo para hacer lo que hago ahora…me aprendí “Granada” con Topo Gigio…era un disco con canciones, cantaban Yesterday, cantaban muchas canciones serias y se llamaba “Topo Gigio y sus amigos”…(aquí Rolando canta como el Topo Gigio)…y ahí me aprendí “Granada”. Pero bueno, la primera voz de verdad que me dejó embelesado fue evidentemente la voz del maestro Domingo. Conociendo mis gustos extravagantes, para la edad, de niño que le gusta la música clásica, mis amigos me regalaron el disco de “Perhaps Love” con John Denver y Plácido Domingo y me fascinó. Me aprendí todas las canciones y me dediqué a conseguir todos los discos de música popular de Plácido y quedé fascinado, me aprendí todas las canciones y sobre todo esa voz!!! No era solo y timbre, era la energía, era la forma de decir las cosas, era todo completo. No conocía al cantante de ópera, conocía sólo al cantante crossover y fueron muy importantes esos discos en mí desarrollo de adolescente…en los turbulentos años de la adolescencia. 
Era mi refugio, me encerraba en el cuarto, tenía un tocadiscos de plástico Fisher-Price que arruinó todos los discos, porque la aguja era gorda, de plástico, hasta que mi padre me regaló su estéreo…se compró otro y yo era feliz con mi nuevo estéreo. Y era mi refugio, me encerraba en mi cuarto, me ponía a dar vueltas alrededor del cuarto, imaginaba, fantaseaba que estaba ya en un escenario, que cantaba esas canciones con el micrófono, que cantaba con Plácido Domingo a dueto y… bueno, quién iba a decir que esos seis años de soñar, esos seis años de fantasear iban a crear el hambre y además la energía y la fuerza que me ha ayudado a estar haciendo realidad esos sueños.