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| foto: Anne |
Laura es una amiga alemana que escribe perfectamente en español. No es la primera vez que colabora en el Blog, y hoy nos envía una preciosa crónica del concierto de ayer noche, y también fotos, al igual que Jacqueline y Anne. También un video de origen "desconocido". Muchísimas gracias, danke schön!
Pasión y “Powidl” – Schätze des Belcanto en Munich
Fue una tarde absolutamente grandiosa. Cuando Rolando salió en el escenario por primera vez, los aplausos fueron calurosos como si ya hubiera cantado el concierto completo. Se sentía desde el primer momento el gran entusiasmo del público.
El programa fue el mismo de los conciertos en Baden-Baden y Versailles. Rolando cantó las canciones (que son todas muy exigentes) con una perfección admirable, controlando cada nota con precisión absoluta. Su voz brilló en las notas agudas como en las bajas y osciló con facilidad entre un fortissimo radiante y un pianissimo muy suave. Había momentos, cuando la orquesta hacía una pausa, que la belleza del tono era infinita. El público estaba fascinado. Yo tenía la impresión de que a veces, con las notas sostenidas, todos retenían el aliento y no se atrevían a respirar antes de que el tono se hubiera perdido bajo el techo de la Philharmonie. Fue un encanto precioso y íntimo. A mí me gustó mucho que cuando una canción se acababa, había siempre una pausa muy pequeña antes de que el público prorrumpiera en júbilo, bravos y aplausos frenético.s Todas las canciones fueron recibidos con igual entusiasmo, quizás con una pequeña preferencia por “Vaga luna” (Bellini), “Torna vezzosa Fillide” (Bellini) y “L’esule” (Rossini). Para mí, hay pocas veces que he escuchado la voz de Rolando tan controlada, tan bella y tan apasionada. Creo que la gente compartía mi opinión como todos estaban colgados de sus labios.
La Nuevo Mundo Chamber Orchestra bajo la dirección del maestro Guerassim Voronkov estuvo estupenda, especialmente en la obertura de “La Cenerentola” de (Rossini), que recibió aplausos muy extensos. Al fin del concierto, después del tercero bis, Rolando tenía la Philharmonie a sus pies y todos se quedaron de pies por un buen rato. Los aplausos quizás más fréneticos que yo jamás había visto en la Philharmonie. Un público encantando – no sólo por las canciones ...
Antes de una canción en la segunda parte Rolando preguntó dónde estaban las amigas de la panadería. Saludando a dos señoras, nos contó (con su amabilidad y su gracia única) que durante los ensayos y funciones de Les Contes d’Hoffmann en el otoño pasado, había siempre comprado en esta panadería los Powidldatschgerl (una palabra bastante difícil para un mexicano!) que le gustan tanto. En el día del concierto, sin embargo, le dijeron que no hay Powidldatschgerl en el Jueves Santo ... Él, muy triste, se fue. Cuando pasó por delante de la panadería otra vez por la tarde, le hicieron señas desde el negocio: la panadería había, en el curso del día, hecho los famosos Powidldatschgerl especialmente para él y Rolando estaba tan estusiasmado que espontáneamente invitó a las dos dependientas a su concierto. El público se rio a carcajadas porque Rolando se divirtió especialmente con la pronunciación de la palabra Powidldatschgerl y dijo que ahora había comprado 50 Powidldatschgerl, también para la familia ... ¡maravilloso!
Lamentablemente, no le fue posible de firmar oficialmente porque tenía una cena en un hotel. Yo lo esperé con unas veinte personas a la salida de los artistas y a pesar de que su manager y el representante del hotel insistaron repetidas veces que tenía que irse, Rolando se tomó unos diez minutos para bromear con nosotros. Se disculpó varias veces por no tener más tiempo, prometió que la próxima vez firmaría todo y se podía ver muy bien que había preferido quedarse un poquito más con su público entusiasta. Dio unos cinco o diez autógrafos; le pedí uno especialmente para los Villazonistas. Antes de partir, se volvió otra vez para darme las gracias por haber venido al concierto. Este gesto me dejó sin habla porque de verdad no tenía ningun tiempo, todos volvían a decirle que tenía prisa, pero él se tomó estos momentos para nosotros – Rolando es así, te sorprende siempre de nuevo con su interés y su afabilidad sin límites. Os dejo unas fotos junto a la firma.
El concierto fue un completo éxito por la belleza de las canciones, por la orquesta y el conductor. Fue un completo éxito sobre todo por la pasión y las bromas de Rolando, por la perfección y excelencia de su voz y por el amor recíproco del tenor y su público. Bravissimo y muchísimas gracias, Rolando! Estamos impacientes por el CD.
Con un abrazo muy fuerte desde Munich (y esperando que mi crónica no se haya hecho demasiado extensa...).
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| foto: Laura |
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| foto: Jacqueline E. |
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| foto: Jacqueline E. |
Nota posterior: según he podido averiguar, la panadería en cuestión es
Knapp & Wenig, de la Neuturmstasse 3 de Munich http://dermutanderer.de/bei-knapp-wenig/
Y estos son los
Powidldatschgerl, no de la misma panadería, pero parecidos, supongo.
