Francesco Cilea (1866-1950) fue un compositor italiano, cuyas obras se inscriben en el verismo. L'Arlesiana es la segunda de las cinco óperas de Cilea, quien dejara de componer para el teatro con Gloria (estrenada en 1907), pese a vivir cuarenta y tres años más. Le fue suficiente Adriana Lecouvreur para asegurar un puesto honrosísimo dentro del melodrama italiano, incluyendo además el aria para tenor de L'Arlesiana, según dos leyendas tenoriles (Gigli y Schipa) la más hermosa que se haya escrito. La ópera ha sido representada en muy contadas ocasiones, pero existen grabaciones de estudio y el aria que nos ocupa ha sido ampliamente difundida por varios tenores. En ella, el protagonista masculino de la obra, ante la figura dormida del Inocente se lamenta de su mal de amores: enamorado sin remisión de una misteriosa mujer (esa arlesiana titular que jamás veremos en escena) envidia la pureza y quietud del dormido pastor.
Hace unos días, un lector del blog, Jacobo, pidió en la Cbox los enlaces para descargar alguna interpretación de E' la solita storia (Lamento di Federico) de L'Arlesiana.
Le dirigí a los vídeos de Youtube que existían, pero me di cuenta que ninguno de ellos era demasiado bueno: uno está cortado por el inicio, el otro no tiene imagen, el tercero está grabado en directo muy precariamente. Y comenté a Jacobo que haría un próximo post, poniendo en Youtube una interpretación de Rolando de esta aria, que estuviera en condiciones.
Y lo he encontrado en un vídeo del programa de televisión alemana ZDF, ECHO DER STAR, correspondiente a la entrega de los ECHO KLASSIK 2004. Rolando actuó en la Gala de entrega de los premios, y también recibió uno de los galardones, el del Mejor disco del año, por su álbum de Arias Italianas. Premio que, por cierto, ha vuelto a recibir este año por su Cd de La Bohème.
Realmente, la interpretación que hace Rolando de esta aria es intensamente dramática. Es igual que sea un concierto o una entrega de premios, Rolando canta como si fuera el personaje, haciendo suya la historia que interpreta, de una manera íntima, muy personal y muy emocionante. Fijaros en su gestualidad y expresión facial durante la interpretación, fijaros en la conmoción que aún mantiene después del último Ahimè!.
Una emotiva aria teñida de amargura, un obvio dramatismo y una línea melódica cercana al mejor Puccini, cantada y vivida por Rolando Villazón:
Le dirigí a los vídeos de Youtube que existían, pero me di cuenta que ninguno de ellos era demasiado bueno: uno está cortado por el inicio, el otro no tiene imagen, el tercero está grabado en directo muy precariamente. Y comenté a Jacobo que haría un próximo post, poniendo en Youtube una interpretación de Rolando de esta aria, que estuviera en condiciones.
Y lo he encontrado en un vídeo del programa de televisión alemana ZDF, ECHO DER STAR, correspondiente a la entrega de los ECHO KLASSIK 2004. Rolando actuó en la Gala de entrega de los premios, y también recibió uno de los galardones, el del Mejor disco del año, por su álbum de Arias Italianas. Premio que, por cierto, ha vuelto a recibir este año por su Cd de La Bohème.
Realmente, la interpretación que hace Rolando de esta aria es intensamente dramática. Es igual que sea un concierto o una entrega de premios, Rolando canta como si fuera el personaje, haciendo suya la historia que interpreta, de una manera íntima, muy personal y muy emocionante. Fijaros en su gestualidad y expresión facial durante la interpretación, fijaros en la conmoción que aún mantiene después del último Ahimè!.
Una emotiva aria teñida de amargura, un obvio dramatismo y una línea melódica cercana al mejor Puccini, cantada y vivida por Rolando Villazón:
E’ la solita storia del pastore…
Il povero ragazzo
voleva raccontarla, e s’addormi.
C’è nel sonno l’oblio.
Come l’invidio!
Anch’io vorrei dormir cosi,
nel sonno almeno l’oblio trovar!
La pace sot cercando io vò:
vorrei poter tutto scordar.
Ma ogni sforzo è vano... Davanti
ho sempre di lei il dolce sembiante!
La pace tolta è sempre a me...
Perché degg’io tanto penar?
Lei!... sempre mi paria at cor!
Fatale vision, mi lascia!
mi fai tanto male!
Ahimè!
.
Il povero ragazzo
voleva raccontarla, e s’addormi.
C’è nel sonno l’oblio.
Come l’invidio!
Anch’io vorrei dormir cosi,
nel sonno almeno l’oblio trovar!
La pace sot cercando io vò:
vorrei poter tutto scordar.
Ma ogni sforzo è vano... Davanti
ho sempre di lei il dolce sembiante!
La pace tolta è sempre a me...
Perché degg’io tanto penar?
Lei!... sempre mi paria at cor!
Fatale vision, mi lascia!
mi fai tanto male!
Ahimè!
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