VILLAZÓN, INCOMPARABLE (CRÍTICA EN LA VANGUARDIA)

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La Vanguardia 15/12/2011

Roger Alier

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L'elisir d'amore

Autor: Gaetano Donizetti, sobre libretode Felice Romani.

Intérpretes: Rolando Villazón (Nemorino), Malin Hartelius (Adina), Massimo Cavalletti (Belcore), Michele Pertusi (Dulcamara), Regula Mühlemann (Giannetta), Luigi Prezioso (Ayudante de Dulcamara), Christian Bruder (Trompetista), Armando Piña (Notario). Coro y Orquesta de la Ópera de Zurich, Director: Nello Santi.

Dirección escénica: Grischa Asagaroff

Lugar y fecha: Ópera de Zurich (11/12/2011)

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Villazón, incomparable

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Reposición en Zurich, con algunas modificaciones, de una producción muy apreciada de la simpática ópera bufa de Donizetti, con elementos escénicos ligeros (un poco de TBO, pero con buen gusto, originalmente de Grischa Asagaroff), y que ha contado con el aliciente extraordinario de la dinámica, vital, simpatiquísima y divertida interpretación del papel principal, el de Nemorino, a cargo del mejor especialista actual de este papel, el tenor mexicano Rolando Villazón. El tonto del pueblo, analfabeto, ignorante, pero enamorado Nemorino, adquiere, en manos de Villazón, una personalidad llena de humor, de gesticulaciones expresivas, de golpes de escena (cuando sale con un baúl dispuesto a ir al ejército y ve que Adina lo ha salvado de incorporarse, mientras abraza a la muchacha aparta el baúl hacia atrás de una patada); esto sólo es uno de los muchos recursos cómicos con los que Villazón caracteriza a un personaje bondadoso, enamorado y también un poco travieso que se mueve por el escenario como por su casa, obteniendo el entusiasmo general en cada una de sus intervenciones. ¿La voz? Continúa siendo la del tenor que todos conocemos, no la fuerza, pero no puede resistir la tentación de cantar el bis de Una furtiva lagrima: en la repetición demostró un dominio de la respiración realmente impresionante.

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Como pareja escénica tuvo a una graciosa Malin Hartelius, que entró también en el juego escénico tan bien orientado a obtener risas y aplausos. Con la voz bonita, cantó el rol de Adina, que no tiene nada de fácil y lució una agilidad vocal son sólo un leve problema en uno de los agudos culminantes, pero sin desmerecer en nada. Llamada seguramente a última hora, no cantó el dúo con Dulcamara, pero fue una excelente pareja para el tenor. Discretamente correcto el barítono Cavalletti como Belcore, y sobresaliente en gracia y en cierto modo una contrapartida con el tenor, el bajo Michele Pertusi, que compuso un Dulcamara astuto e ingenioso, que pese a su volumen físico se movió con agilidad y cantó su aria de entrada con gracia y simpatía. Muy bien cantado el breve papel de Giannetta a cargo de Regula Mühlenabb; el coro se movió muy bien y cantó aún mejor, Pero emocionante por encima de todo fue la presencia en el podio del veteranísimo Nello Santi, figura histórica (años ha había dirigido a la Callas) y que recibió una ovación cada vez que se presentó al frente de la magnífica orquesta de Zurich. Según un experto local, jamás en Zurich había sido recibida una función con todo el público puesto en pie, aclamando a Villazón y a todo el equipo.

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Al salir del teatro, Villazón se dirigió a un grupo de catalanes y les manifestó su simpatía por el éxito del Barça y les cantó a cappella un fragmento de Rosó.

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moltes gràcies a Joaquim, de In Fernem Land, per l'avis!
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vuelvo a poner el video del Bis de Una furtiva lagrima, ya visto en un post anterior, "por alusiones" en el texto