El pasado miércoles 18, Maria Teresa, Carme y Victoria asistieron en el Teatro Real de Madrid a la última función de L'Italiana in Algeri. Aquí está su crónica.
Normalmente lo que se suele comentar, cuando de una ópera se trata, es de su estreno. Hoy, nosotros vamos a hablar...de la despedida. ¿Originales? Puede, pero asistir a la última de las doce funciones de esta obra de Gioachino Rossini, en el Teatro Real de Madrid, ha sido más fruto de la casualidad que de una estudiada premeditación.
Una ópera de Rossini siempre es un motivo de placer, o sea que un requisito para pasarlo bien ya lo teníamos asegurado. Esta producción, dirigida por Jesús López Cobos, contaba con la puesta en escena de la factoría de "Els Comediants", que supieron crear un marco colorista y fantástico para el relato de las andanzas de Isabella en Argel. Sus creaciones llevan todas un sello que las distingue, pero siempre resultan divertidas y sorprendentes. Rossini y Els Comediants resultan un matrimonio muy bien avenido. Los principales papeles estuvieron a cargo de Michele Pertusi (Mustafà), Vesselina Kasarova (Isabella), Maxim Minorov (Lindoro), Carlos Chausson (Taddeo), Borja Quiza (Haly), Davinia Rodriguez (Elvira) y Angélica Mansilla (Zulma).
De entre todos ellos destacamos a Vesselina Kasarova, que nos gustó sobretodo en el segundo acto con el "Pensa alla patria" y en los números de conjunto. De estos concertantes, duos y trios, esta ópera está tan bien servida que es un disfrute contínuo. El famoso "Nella testa ho un campanello", el de las onomatopeyas, en el que todos cantan el sonido que creen oír en sus cabezas, fué resuelto de manera brillante y el trio "Pappataci! Che mai sento", con baile incluído, fueron para pedir que se haga un DVD de esta función.
Dejamos para lo último de esta crónica comentar el rol de nuestro amigo Carlos Chausson, Taddeo. Tener a Chausson en un reparto es un lujo. Todas sus interpretaciones acaban siendo un referente. Controla cada gesto, nada es casual y todo está al servicio de esa voz que hace maravillas con esos ritmos endiablados y cantos sillabatos a los que era tan aficionado el de Pesaro. Aunque no cante, su presencia en el escenario no pasa desapercibida, nunca. Pudimos pasar a camerinos a saludarle, teniendo la inestimable colaboración de su esposa. Nos recibió, amable y alegre como siempre y preguntó "¿Qué, qué os ha parecido?" ..cómo si pudiera haber otra respuesta que no fuera la de "¡¡Fantástico!!. Estaba muy cansado y por eso le agradecemos aún más que perdiera unos minutos de su tiempo con nosotras y se dejara hacer una foto "exclusiva" para el "bloggg" como decía él.
Muchas gracias, Carlos, cada vez que te vemos es un motivo de alegría y de reconocimiento de tu bien hacer y de la grandísima categoría que tienes. Aquí diría él, "No me sirve, eres amiga y no vale". Pues sí que vale, no lo digo yo, lo dicen todos los que te vemos. Eres un maestro.
Maria Teresa
¡que pena que me lo perdí! tiene una pinta magnífica, a ver si sale alguna grabación o DVD. A mi me encanta la Kasarova y Chausson es un valor seguro, un lujo!
RépondreSupprimerSi fué una pena que no estuvieras allí..Porque todo fue sobre ruedas, el antes, el durante y el después. Esperemos que,al menos de la función, exista un DVD para que todos lo podamos disfrutar.
RépondreSupprimerSi, tal como dijo Stendhal, las partituras de Rossini sirven para olvidar las miserias de este mundo, seguro que ese efecto se duplica cuando Comediants se encarga de darle forma escénica.
RépondreSupprimerColor y fantasía al servicio de una partitura llena de ritmo y frescura.
Si, chicas, os envidio esta divertida función y la oportunidad que habéis tenido de saludar a Carlos Chausson, un viejo conocido del Liceu y que siempre ha estado fantástico.
Si, Sr. Chausson, créaselo, es usted un maestro!
Je ne connais pas cet opéra, mais vos commentaires me font envie. J'espère qu'un jour il passera à Bastille. Comme dit Rolando après avoir gouté à la Musique baroque "j'en veux encore et encore" moi aussi depuis que j'ai pris gôut à l'Opéra, grace à Rolando, j'en veux encore et encore !!!!
RépondreSupprimerHola cosinetes (o germanetes de blog, ja no sé), una abraçada des del costat kasarovià, ens feien falta opinions favorables sobre aquestes funcions :)
RépondreSupprimerPetons,
Inma
La personalitat dels Comediants s'identifica plenament en les fotos que ens ensenyeu i trobo que va molt bé per a una música festiva com és la de Rossini.
RépondreSupprimerSi no hi ha DVD, al menys, tan de bo la passessin per la tele, tenint en compte que a vegades s'han vist òperes del Real.
Tot un luxe i una satisfacció poder saludar el Carlos Chausson i si al ell no li valen els vostres elogis perquè sóu amics, com que nosaltres no el coneixem personalment, aquí van els nostres: eres un maestro!!.
Inma , hi vas anar, a Madrid?
RépondreSupprimerGlòria, si, esperem gaudir de la Kasa y el Chausson en alguna restransmissió!
Quizás porque era la última función todo fue sobre ruedas, era el último día ya conocían todas las críticas, todo estava escrito. Cada uno metido completamente en su papel y entre todos, como dice Mª Teresa, Carlos Chauson, bordando su Taddeo, llenando el escenario con su voz y sus gestos.
RépondreSupprimerLo deciamos al salir del Real, Rossini i Els Comediant hacen un maridaje perfecto.
"L'italiana..." és una de les òperes que més m'agraden de Rossini, i aquest repartiment de em sembla tot un luxe. M'imagino, doncs, una funció magnífica.
RépondreSupprimerhello... hapi blogging... have a nice day! just visiting here....
RépondreSupprimerHe recibido un mensaje de parte de Carlos Chausson y su esposa en el que nos dicen:
RépondreSupprimer"Muchas gracias por esta fantástica crónica, con foto incluída, así da gusto. Que hayan muchas ocasiones más. Besos"
Pues es verdad, así...da gusto. Gracias a los dos.
pues muchas gracias a los señores Chausson por enviarnos ese mensaje, esperamos esas muchas otras ocasiones!
RépondreSupprimerCarlos Chausson estuvo extraordinario en la función que estuve yo, pero la Kasarova no, entubando contínuamente, una sombra de la que fue, a mi juicio esta mujer debe replantearse los roles que canta y pasar una temporada refugiada en los Mozart, a la espera de otras cosas.
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