Creemos que esta es una de las mejores entrevistas que se le han hecho a Rolando en mucho tiempo. O quizá es donde Rolando ha respondido más claramente, reflejando esa lucha en la que vive inmerso con más crudeza. En todo caso, esta entrevista realizada por Neil Fisher ha sido publicada hace dos horas en la edición digital TIMES ONLINE. La traducción ha sido rápida y aproximativa. Para léerselo con calma, reflexionar y comentar, tiene mucha tela.
La lucha de Rolando Villazón con el éxito
El tenor Rolando Villazón rechaza ser un producto de consumo en el mercado de la música clásica.
Hace cuatro años un huracán entró en el escenario de la ROH. La ópera era Les Contes d’Hoffmann, título que iba siempre ligado a Plácido Domingo, que había cantado el papel protagonista cuando la producción era nueva en los años 80. Pero había otra estrella para sucederle, unas figura descompuesta que bajó tambaleándose por las escaleras en su primera entrada, en una muestra terroríficamente convincente de embriaguez y, seguidamente, nos emocionó durante toda la noche con su carisma arriesgado.
Su nombre era Rolando Villazón, un tenor mexicano, como Domingo, que tenia, como él, una voz oscuramente baritonal, junto con una presencia escénica magnética. De repente tuvimos un vehículo para el papel demoníaco, patético u obsesivo de Hoffmann, el poeta que no puede separar sus fantasías góticas de su propia vida desesperada.
La actuación de Villazón, su debut en el Covent Garden, le catapultado a la estratosfera. “Es una de los recuerdos más hermosos de mi carrera” dice él. Yo también estaba allí, y quizás la imagen más entrañable era Villazón que saltaba hacia arriba y hacia abajo con entusiasmo mientras recibió su ovación.
Villazón todavía expresa las emociones que él mismo siente. Pienso que mi dictáfono nunca será igual después de una hora cerca de sus exclamaciones y repertorio enorme de los efectos sonoros peculiares, que satisfacen una función vital en apoyar su inglés vibrante pero a veces restringido. Pero cuando lo encuentro en la ROH durante los ensayos para el estreno de su segunda interpretación en el Covent Garden como Hoffmann, está preocupado. “La historia de Hoffmann debe decir algo que vaya más allá de una noche agradable en la ópera” dice, moviendo las cejas. “Debe ir más allá de la impresión estética, más allá del espectáculo”. En parte éste es el compromiso profundamente arraigado de Villazón con el drama. Le pregunto sobre el papel protagonista en Don Carlos, un papel difícil que interpretó en mayo en el Covent Garden, recibiendo críticas variadas, y si se pone defensivo es sólo porque cree que falló en los requisitos dramáticos, no en los vocales. “Hubo una actuación en la que tuve una alergia, cosa que me frustraba para mí, no porque no podía cantar las notas, sino que porque no podía interpretar el personaje” Pero la creencia apasionada de Villazón en la ópera “más allá de la impresión estética” va más allá de la actuación El año pasado Villazón casi abandono su carrera, tomándose cinco meses de descanso la ópera. Fue una decisión audaz, que resulto aun más misteriosa porque su discográfica, Deutsche Grammophon, y sus managers guardaron mucho silencio sobre el hecho. También abrió una discusión enorme sobre las presiones que afectan al cantante de la ópera en el siglo XXI.
¿Así pues, qué sucedió? “¡estaba agotado! Y no eran necesariamente mis cuerdas vocales. Mis niveles del hierro eran bajos, yo tenía en dolor cada semana. Intentaba estar cerca a mi familia, pero al mismo tiempo daba entrevistas, promovía los CD,s, y grababa, ensayaba y aprendía papeles - es demasiado. Es muy duro controlar tu carrera. Es una meta psicológica que tienes que alcanzar: ser feliz no haciendo todas las nuevas producciones, y todos los conciertos maravillosos, y estar bien diciendo no a la mayor parte de a ellos”. Él insiste que la pausa no tuvo que ver con grandes defectos en su voz: más probablemente, de hecho, que era el resultado inevitable de la intensidad con la cual él afronta cada proyecto, sea un CD (su lanzamiento más reciente, Cielo e mar, apasionado pero desigual es un buen ejemplo) o una ópera escenificada. “Siempre supe que con mi manera de ser llegaría un momento de dolor. Nunca pensé que iba a suceder tan pronto.”
Pero lo qué comenzó como un simple descanso adquirió implicaciones más profundas. Villazón, que cuando nos encontramos lleva un libro sobado de Tolstoy ¿Que es el arte?, quiere que la ópera, y su lugar en ella, cambie fundamentalmente. “Cuando paré habría podido parar por cinco semanas. Paré para la mitad del año. Necesitaba pensar: ¿por qué hago esto? ¿Es por la vanidad? ¿Es por el espectáculo? No. Necesitamos buscar ese mensaje que subyace en cada obra de arte real". Es una guerra que Villazón está emprendiendo ahora activamente, aunque sea de forma un tanto errática. Cuando él lanzó Cielo e mar en el Reino Unido, en una recepción en una comida en la ROH, él insistió en dar un discurso a sus anfitriones corporativos, en el que atacó al consumismo. Él ahora dice lo mismo, criticando no sólo si mismo sino a la industria discográfica, al público y a los medios de comunicación por trivializar este arte. “Creo que el arte del canto se ha convertido en un acontecimiento deportivo con toda la fama alrededor de él. Si el espectáculo alrededor de cantantes de la ópera no es sostenido por los trabajos de verdad y por talento verdadero, desaparece. Anteriormente la fama estaba asociada con el respecto”.
Cuándo más se enciende Villazón es cuando toco el tema de su relación tan discutida con Anna Netrebko. Los dos primera figuras de Deustche Grammophon fueron comercializados agresivamente por la compañía como un dúo, particularmente en Alemania y Austria, y hasta hace poco tiempo ellos cantaron juntos con frecuencia en el escenario. También aparecerá en esta Navidad una brillante adaptación al cine de La Bohème de Puccini. “Se contó una historia a través de imágenes sobre mí y Ana que no era verdad o no era correcta” Villazón hizo recientemente un comentario que él ahora intenta retirar. “Se abusó de éste comentario que hice…” él explica, antes de detenerse brevemente, quizás para considerar lo que puedan interpretar hacer los jefes de la discográfica de sus palabras. “Creo que la discográfica solo estaba tomando lo que el periodismo ya había hecho, la “pareja de ensueño”, el ‘traumpaar’ - y todo el asunto surgió de la prensa. Esta campaña sustentó un par de par de proyectos y después se deshizo y cantamos con otros artistas. El peligro es que todo gire en torno a eso. Pero ése es el problema de nuestro tiempo. La fama obscurece".
Me pregunto hasta que punto puede realmente Villazón alcanzar sus metas complementarias: equilibrio entre lo personal y lo profesional, grabar discos sin el añadido accesorio de la fama. Él habla de reducir sus compromisos antes de revelar que acaba de regresar de Berlín para cantar para Daniel Barenboim, “una de las noches más satisfactorias de mi vida”. Y él admite que la imagen y la personalidad no sólo traen a nuevos conversos a la ópera, pero que también son esenciales en el escenario. “Es una lucha. Necesitas tu individualidad, necesitas cierta arrogancia, no puedes ser sólo un vaso vacío”.
Por encima de todo me pregunto si Villazón puede superar realmente esa “manera de ser”, este énfasis que destroza los nervios en encontrar el drama en todas las cosas en las que participa. ¿Podría él, aunque fuera solamente por su bienestar mental, aceptar simplemente que la ópera puede ser sólo un trabajo? “Sí, es un trabajo, pero no es un trabajo. No acaba cuando te vas a casa. Te vas a casa a pensar en su personaje. Tus hijos van a la escuela y entonces en el camino de la escuela al hogar me pregunto ¿cuál es el propósito del arte? Ser un artista es una forma de vida".
Hay que dar las gracias a la señora Villazón, una psicóloga, por acompañar toda esta angustia. “Ella ha sido la roca a la que puedo aferrarme. Sin ella no estaría aquí.”. Hay que darle a ella también las gracias por este segundo “asalto” a Hoffmann. “Hace cuatro años todo giraba alrededor del hecho que era mi primer Hoffmann, mi primer Covent Garden, todo giraba demasiado sobre Rolando Villazón. Esta vez todo va ser sobre Offenbach”. Recordad que después de que las ovaciones él se seguirá preguntando si lo ha conseguido.
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Hace cuatro años un huracán entró en el escenario de la ROH. La ópera era Les Contes d’Hoffmann, título que iba siempre ligado a Plácido Domingo, que había cantado el papel protagonista cuando la producción era nueva en los años 80. Pero había otra estrella para sucederle, unas figura descompuesta que bajó tambaleándose por las escaleras en su primera entrada, en una muestra terroríficamente convincente de embriaguez y, seguidamente, nos emocionó durante toda la noche con su carisma arriesgado.
Su nombre era Rolando Villazón, un tenor mexicano, como Domingo, que tenia, como él, una voz oscuramente baritonal, junto con una presencia escénica magnética. De repente tuvimos un vehículo para el papel demoníaco, patético u obsesivo de Hoffmann, el poeta que no puede separar sus fantasías góticas de su propia vida desesperada.
La actuación de Villazón, su debut en el Covent Garden, le catapultado a la estratosfera. “Es una de los recuerdos más hermosos de mi carrera” dice él. Yo también estaba allí, y quizás la imagen más entrañable era Villazón que saltaba hacia arriba y hacia abajo con entusiasmo mientras recibió su ovación.
Villazón todavía expresa las emociones que él mismo siente. Pienso que mi dictáfono nunca será igual después de una hora cerca de sus exclamaciones y repertorio enorme de los efectos sonoros peculiares, que satisfacen una función vital en apoyar su inglés vibrante pero a veces restringido. Pero cuando lo encuentro en la ROH durante los ensayos para el estreno de su segunda interpretación en el Covent Garden como Hoffmann, está preocupado. “La historia de Hoffmann debe decir algo que vaya más allá de una noche agradable en la ópera” dice, moviendo las cejas. “Debe ir más allá de la impresión estética, más allá del espectáculo”. En parte éste es el compromiso profundamente arraigado de Villazón con el drama. Le pregunto sobre el papel protagonista en Don Carlos, un papel difícil que interpretó en mayo en el Covent Garden, recibiendo críticas variadas, y si se pone defensivo es sólo porque cree que falló en los requisitos dramáticos, no en los vocales. “Hubo una actuación en la que tuve una alergia, cosa que me frustraba para mí, no porque no podía cantar las notas, sino que porque no podía interpretar el personaje” Pero la creencia apasionada de Villazón en la ópera “más allá de la impresión estética” va más allá de la actuación El año pasado Villazón casi abandono su carrera, tomándose cinco meses de descanso la ópera. Fue una decisión audaz, que resulto aun más misteriosa porque su discográfica, Deutsche Grammophon, y sus managers guardaron mucho silencio sobre el hecho. También abrió una discusión enorme sobre las presiones que afectan al cantante de la ópera en el siglo XXI.
¿Así pues, qué sucedió? “¡estaba agotado! Y no eran necesariamente mis cuerdas vocales. Mis niveles del hierro eran bajos, yo tenía en dolor cada semana. Intentaba estar cerca a mi familia, pero al mismo tiempo daba entrevistas, promovía los CD,s, y grababa, ensayaba y aprendía papeles - es demasiado. Es muy duro controlar tu carrera. Es una meta psicológica que tienes que alcanzar: ser feliz no haciendo todas las nuevas producciones, y todos los conciertos maravillosos, y estar bien diciendo no a la mayor parte de a ellos”. Él insiste que la pausa no tuvo que ver con grandes defectos en su voz: más probablemente, de hecho, que era el resultado inevitable de la intensidad con la cual él afronta cada proyecto, sea un CD (su lanzamiento más reciente, Cielo e mar, apasionado pero desigual es un buen ejemplo) o una ópera escenificada. “Siempre supe que con mi manera de ser llegaría un momento de dolor. Nunca pensé que iba a suceder tan pronto.”
Pero lo qué comenzó como un simple descanso adquirió implicaciones más profundas. Villazón, que cuando nos encontramos lleva un libro sobado de Tolstoy ¿Que es el arte?, quiere que la ópera, y su lugar en ella, cambie fundamentalmente. “Cuando paré habría podido parar por cinco semanas. Paré para la mitad del año. Necesitaba pensar: ¿por qué hago esto? ¿Es por la vanidad? ¿Es por el espectáculo? No. Necesitamos buscar ese mensaje que subyace en cada obra de arte real". Es una guerra que Villazón está emprendiendo ahora activamente, aunque sea de forma un tanto errática. Cuando él lanzó Cielo e mar en el Reino Unido, en una recepción en una comida en la ROH, él insistió en dar un discurso a sus anfitriones corporativos, en el que atacó al consumismo. Él ahora dice lo mismo, criticando no sólo si mismo sino a la industria discográfica, al público y a los medios de comunicación por trivializar este arte. “Creo que el arte del canto se ha convertido en un acontecimiento deportivo con toda la fama alrededor de él. Si el espectáculo alrededor de cantantes de la ópera no es sostenido por los trabajos de verdad y por talento verdadero, desaparece. Anteriormente la fama estaba asociada con el respecto”.
Cuándo más se enciende Villazón es cuando toco el tema de su relación tan discutida con Anna Netrebko. Los dos primera figuras de Deustche Grammophon fueron comercializados agresivamente por la compañía como un dúo, particularmente en Alemania y Austria, y hasta hace poco tiempo ellos cantaron juntos con frecuencia en el escenario. También aparecerá en esta Navidad una brillante adaptación al cine de La Bohème de Puccini. “Se contó una historia a través de imágenes sobre mí y Ana que no era verdad o no era correcta” Villazón hizo recientemente un comentario que él ahora intenta retirar. “Se abusó de éste comentario que hice…” él explica, antes de detenerse brevemente, quizás para considerar lo que puedan interpretar hacer los jefes de la discográfica de sus palabras. “Creo que la discográfica solo estaba tomando lo que el periodismo ya había hecho, la “pareja de ensueño”, el ‘traumpaar’ - y todo el asunto surgió de la prensa. Esta campaña sustentó un par de par de proyectos y después se deshizo y cantamos con otros artistas. El peligro es que todo gire en torno a eso. Pero ése es el problema de nuestro tiempo. La fama obscurece".
Me pregunto hasta que punto puede realmente Villazón alcanzar sus metas complementarias: equilibrio entre lo personal y lo profesional, grabar discos sin el añadido accesorio de la fama. Él habla de reducir sus compromisos antes de revelar que acaba de regresar de Berlín para cantar para Daniel Barenboim, “una de las noches más satisfactorias de mi vida”. Y él admite que la imagen y la personalidad no sólo traen a nuevos conversos a la ópera, pero que también son esenciales en el escenario. “Es una lucha. Necesitas tu individualidad, necesitas cierta arrogancia, no puedes ser sólo un vaso vacío”.
Por encima de todo me pregunto si Villazón puede superar realmente esa “manera de ser”, este énfasis que destroza los nervios en encontrar el drama en todas las cosas en las que participa. ¿Podría él, aunque fuera solamente por su bienestar mental, aceptar simplemente que la ópera puede ser sólo un trabajo? “Sí, es un trabajo, pero no es un trabajo. No acaba cuando te vas a casa. Te vas a casa a pensar en su personaje. Tus hijos van a la escuela y entonces en el camino de la escuela al hogar me pregunto ¿cuál es el propósito del arte? Ser un artista es una forma de vida".
Hay que dar las gracias a la señora Villazón, una psicóloga, por acompañar toda esta angustia. “Ella ha sido la roca a la que puedo aferrarme. Sin ella no estaría aquí.”. Hay que darle a ella también las gracias por este segundo “asalto” a Hoffmann. “Hace cuatro años todo giraba alrededor del hecho que era mi primer Hoffmann, mi primer Covent Garden, todo giraba demasiado sobre Rolando Villazón. Esta vez todo va ser sobre Offenbach”. Recordad que después de que las ovaciones él se seguirá preguntando si lo ha conseguido.
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Sobre el Rodolfo de Villazón:
RépondreSupprimerhttp://estanochebarralibre.blogspot.com/2008/11/el-fin-de-la-bohemia.html
Rolando Villazón suele hablar con sorna de "gimnastas de la voz" cuando se refiere a los cantantes preocupados por usar la técnica correcta. En la práctica es consecuente con esta actitud, pues no se sabe muy bien a qué ha dedicado su reciente parón de varios meses y vuelve en peores condiciones que nunca, cada vez más alejado de los fundamentos básicos de un cantante de ópera. No parece existir en su emisión más concepto técnico que la imitación (el más destructivo de los vicios que puede tener un cantante) e intenta obtener de cualquier forma un timbre oscuro y bruñido al estilo Domingo. Digo que lo intenta porque no consigue más que una caricatura de los resabios que aquejaban al modelo; impostación baja y gutural, cada vez más cavernosa y menos tenoril, tono opaco, abierto cuando no decididamente "indietro" (que se va hacia atrás) al ascender por el tramo fa-sol, extremo paupérrimo y nasal (no sólo en el do de su aria). No importa cuánto se busque: no se hallará un sólo pasaje donde Villazón brille y se expanda como se supone que ha de hacerlo una voz de tenor. Lo que sí abundan son los cambios de color: en cada sílaba y nota de la misma frase (en "Dunque è proprio finita" hay todo un muestrario). Diferente color entre registros pero siempre el mismo timbre seco, monocorde, apagado e inexpresivo (2). Una forma de cantar que apenas puede clasificarse como profesional. Por supuesto, la señal de una mala impostación nos lleva al sustento de todo: la dosificación del aire. Villazón, al fabricar su timbre en la garganta, no canta sul fiato y ha de empujar siempre el sonido: por eso suena forzado en todo momento.
Con estas bases (más bien falta de las mismas) no es extraño que cualquier frase amplia con una variación dinámica ("Talor dal mio forziere") resulte tremendamente irregular, no exista un ataque preciso a la primera nota y al salir de un sonido agudo se escuche una especie portamento que uno no sabe si es golpe de glotis o trémolo. No está claro si esto es un vicio que no puede controlar o si se trata de una elección con algún tipo de fin expresivo. Posiblemente ambas cosas, pues en general Villazón se afana, solloza y distorsiona las vocales para disimular la falta de modulaciones verdaderas. En realidad como intérprete tampoco pasa de una defectuosa imitación, pues su única baza es un entusiasmo pedestre, de reconocible raíz plácidostefaniana, aplicable a cualquier situación. Lo que resulta es un fraseo convulsivo, molestísimo, casi guiñolesco en el diálogo con Marcello del tercer Acto ("Già un'altra volta") y que parece una mala parodia de Domingo en el racconto ("Una terribil tosse") Por supuesto, en estas circunstancias, es difícil hablar siquiera de legato. Los ataques bruscos aparecen incluso cuando intenta cantar suavemente, síntoma de unas cuerdas vocales que sólo responden ya al esfuerzo. Y con todo, es posible que esto pase por una interpretación excitante para algunos oyentes poco informados. Por rescatar algo, diría que su fraseo parece válido al atacar "O soave fanciulla" y "O Mimì, tu più non torni", aunque la frase "Collo di neve" parece extraída con fórceps y la media voz se engola en ambos casos. De los sugestivos filados que de alguna manera era capaz de practicar hace un par de años, sólo queda el lastimoso lab de "Alla stagion dei fior" (tercer Acto), aquí una nota apretadísima y cortada más bien bruscamente.
Una vez más, lo vemos venir, sus partidarios rescatarán el viejo argumento de que los sonidos tienen menos valor que la emoción que producen. Ya sea por la respetable - cada cual que se emocione con lo que quiera - falta de un criterio desarrollado, ya sea por la necesidad de justificación de los fans beligerantes que tampoco tienen muy claras muchas cosas, pero de un poco sí que se dan cuenta (afición liceísta, ¡quien te haya conocido que te reconozca!) La realidad es que esta forma de sacrificar la ortodoxia a una supuesta verdad dramática tenía su sentido dentro del contexto de una época; los años 40 y 50, cuando la ola del verismo rompía en la costa del mal gusto. Actualmente el cantante que pretende hacerse perdonar su diletantismo con supuesto carisma y arrebato no sólo está fuera de época: es un viejo error mal imitado. Si aceptar la falta de refinamiento canoro significa que vuelva a haber voces o personalidades como las de di Stefano, Barbieri, Guelfi o el propio Domingo (que ya fue a contracorriente en los 70), podemos hablar del asunto. Si significa Villazón, nos retiramos del debate.
Ha quedado claro, no le gusta y yo no siento necesidad alguna de justificarme. Por otra parte, las/los que vais a Londres ya tenéis que estar calentando motores, que suerte!! Esta entrevista que sirva de ejemplo en nuestra prensa, donde un espacio así lo tiene todo el mundo menos un cantante de opera.
RépondreSupprimerJa, ja, "anónimo" esta vez no has firmado. Podias hacerlo tranquilamente, sin embargo, como en las anteriores.
RépondreSupprimerY también poner el enlace correctamente (o sea, linkado)y te hubieras ahorrado copiar el texto. ¡Si igual íbamos a entrar a tu blog a leerlo, hombre! Seguramente porque "somos beligerantes (?) y no tenemos criterio desarrollado".
Pasando a lo que nos importa: a mi me parece una entrevista muy significativa, donde Rolando dice mucho de si mismo y, lejos de las entrevistas promocionales con el directivo de turno al lado, muestra sus profundas contradiciones y su permanente lucha interna. Rolando se lo cuestiona todo, no elige el camino fácil.
Pero podéis dar por seguro que si él no tuviera esa dimensión personal, si fuera otro tenor de más o menos éxito, este blog no existiria. Sus vacilaciones, su compromiso, su desgaste y su determinación son también lo que sustenta este espacio que compartimos.
Curioso comentario del Sr.Anónimo.Llevo 40 años yendo a la ópera y puedo decirle que la "che gelida manina" de Rolando Villazón en NYCO 2001 es la mejor que he visto.Su apasionamiento interpretativo,musicalidad y veracidad escénica le hacen superar con creces a sus antecesores.Rodolfo es un rol difícil pero pierde su esencia si lo convertimos en una sesión de fitness vocal.Creo que a la hora de valorar a un cantante se debe tener en cuenta la globalidad de la prestación sino el oyente corre el riesgo de convertirse en un tribunal detecta-errores y olvidarse de palpitar con el personaje.
RépondreSupprimerMejor Rodolfo que Bjorling o Pavarotti? Me temo que usted necesita estar otros 40 años yendo a la ópera para enterarse de algo, oiga.
RépondreSupprimerNo suelo estar de acuerdo con el autor de ese blog, pero está claro que lo de Villazón tiene poco que ver con el ars canendi. Ni legato, ni agudos, ni nada. Para ver buenos actores, me voy al teatro.
Caramba Sr. Marques a Jussi Bjoling(uno de mis cantantes favoritos) no le vi en directo nunca pues si no recuerdo mal murió en 1961.En cuanto a Luciano Pavarotti pues sí,le he oido en diversas ocasiones y siempre me pareció una voz magnífica,un agudo exhuberante pero un intérprete expresivamente limitado.De todas formas he de decirle que en los años 70 era uno de mis cantantes favoritos.Con el tiempo me he vuelto menos exigente con el agudo o el timbre de voz y aprecio más otras características como el poder comunicativo,la utilización del pianíssimo ,el sentido que se da al fraseo,etc.
RépondreSupprimerNi el Sr. Anònim o l'aristòcrata tronat, s'haurien de molestar en opinar d'aquesta manera del Sr. Villazón en un bloc a l'entorn del carismàtic tenor. Fins hi tot em sembla de mala educació, però no seré pas jo qui faci esment d'aquest fet.
RépondreSupprimerJo també sóc villazonista, malgrat que he manifestat més d'un cop la disconformitat en alguns aspectes de la seva carrera, que em sembla que el perjudiquen més que no pas el beneficien.
El que tinc clar, és que mai se’m passaria pel cap entrar en un bloc fet per a gruberovians, per exemple, per estripar a la diva. És si més no lleig, de mal gust i poc edificant.
Els blocs, i aquest en especial, tan centrat en un cantant,no són foros, malgrat que moltes vegades s'estableixen diàlegs i animades controvèrsies sobre un determinat fet, però és obvi que aquests dos respectables senyors, amb arguments tan erudits (parlo pel senyor anònim), entren a "molestar" amb prepotència als seguidors del cantant mexicà. Amb quina pretensió? Quin és el motiu pel qual un anti és molesta en entrar a casa el "enemic" per desacreditar allò que de bell antuvi, sap que no servirà per a res?
Si hem de comparar Rodolfos, doncs miri, comparem, però el Sr. Bjorling i el Pavarotti ja no tornaran mai més als escenaris i per tant, vostè, Marqués de Bradomin sempre serà un insatisfet, un amargat, per què fins hi tot en el cas hipotètic que hi hagués un tenor que podés cantar-lo millor que aquests dos, no seria mai reconegut per vostè, distret com està sempre, en mirar cap al passat.
Que pot dir vostè del públic del Liceu? o de les persones que porten molts anys escoltant funcions d'òpera, per molt que em passin per la cara la seva erudició no aconseguiran mai emocionar-me com el Sr. Villazón en una bona nit i cregui’m això és l’òpera i no l’anàlisi detallat de cadascuna de les notes emeses per a un cantant.
El Sr. Villazón ha demostrat que com tots, és vulnerable i podria ben bé ser, i així ho desitjo, malgrat que a vostès no els hi agradaria gens, que superi aquest mal pas. N’haurien d’estar contents, i si no per a ell, almenys per a tots aquells que si ho estem, ni que sigui per solidaritat cap a una gran part del equivocat, ignorant i fanàtic públic, que com a vostès, els hi agrada l’òpera.
Courageuses Villazonistas bonsoir! Je lis mieux l'anglais que votre Catalan ou Castillan, comme Teresa je pense que cet article du Times est un éclairage majeur sur l'artiste lyrique à succès qui affronte les problèmes de son temps avec sincérité .Il pourrait se contenter d'assumer sa célébrité ,s'affirmant je crois un peu partout ,ne pas élargir son répertoire(il va vers un nouveau récital Haendel). Je trouve terribles ces commentaires détournant le propos pour dire qu'il
RépondreSupprimers'épanche pour masquer ses lacunes et jusqu'à dire qu'il ne travaille pas assez!'diletantismo' C'est de l'humour.....
Certes un rôle comme Don Carlo est colossal et n'atteint jamais la perfection si on passe tous les instants d'une voix sous le crible ,aucun des grands tenors de légende ,y compris Luciano Pavarotti n'ont de parcours sans faute si on analyse tout par le menu. Il faut regarder la globalité dit Dandini . Il a raison,c'est ce qui est positif avant de démollir un artiste pour une seconde de difficulté dans un aria alors que tout est sublime , et je suis aussi d'accord avec lui pour ne pas transformer ce magnifique blog en 'tribunal' .Ma pensée est assez simple : l'amateur lyrique qui se veut 'éclairé'devrait abandonner ses cds sans faute pour aller dans les maisons d'opéra voir et entendre tous ces jeunes chanteurs célèbres et moins ,apprendre un peu l'indulgence surtout quand l'artiste ne veut pas aller dans le sens du courant ,comme explique Rolando dans cet article . S'il y va, il sait de lui-même ce qu'il en est du produit, marque d'une certaine intelligence , pour un ténor( ici on dit "bête comme un ténor...joke !)On ne peut pas dire que la discographie de Rolando Villazon aille dans le sens de la facilité ,il a chanté des opéras avec des metteurs en scène que certains chanteurs n'auraient pas supportés, les cd incluent le répertoire français (magnifique choix) italien , et ce Combattimento où on ne l'attendait pas . Si on pense que la zarzuella est pour lui 'facile' le cd Gitano est alors le produit d'un 'paresseux' ! Vraiment, je ne vois pas encore un cd de mélodies populaires mexicaines ou de berceuses,ou de chants de Noël ...alors certains reproches sont de trop!
Allons au ROH et souhaitons lui d'avoir au moins le succès de son premier passage dans Hoffmann,ainsi qu'à tout le cast, Gidon Saks,Graham Clark,Ekaterina Lekhina,Kristine Jepson,Ckristine Rice, Katie van Kooten ....et Maestro Pappano avec l'excellent orchestre du ROH pour Jacques Offenbach,"l'enchanteur de Paris et le "Roi" du second Empire"!
Amitiés, Térésa, Tosca, et les amis de ce blog!
yvette
Una entrevista muy interesante, Rolando se detiene a explicar como avanza, como se detiene en su carrera. El artista es ante todo persona, y por lo tanto no solo actua, tambien piensa, opina, se emociona y va construyendo una vida.
RépondreSupprimerUn artista, en el mundo de la ópera, no es una máquina de cantar, como parece que les gustaría a algunos, unas veces lo hacen mejor y otras no tanto. Yo soy de las que prefiero la emoción a la perfección. La emoción no se consigue sobreactuando ni con muecas, sale de dentro del artista, en este caso de Villazón.
Por suerte no todas las personas pensamos igual y nos gusta lo mismo, faltaría más, el mundo sería muy aburrido, hay sitio para todos, para quienes les gusta Villazón y para los que no(tanto).
Merci de cet article très intéressant du Times et de l'interview passionnante de Rolando où il semble se livrer plus que de coutume.
RépondreSupprimerLe commentaire "Anonyme" me laisse perplexe. Cette personne a-t-elle entendu le même "Rodolfo" que les villazonistas ?
Certes, dans cet enregistrement il y a de très rares faiblesses vocales (même chez les protagonistes qui étaient en bonne santé en avril 2007...) mais en lisant ce commentaire j'ai l'impression qu'il s'agit d'un "règlement de comptes" émanant d'un chanteur aigri pour ne pas dire jaloux...Peu importe , laissons-le exprimer sa méchanceté; cela le soulagera peut-être ...
Je partage complètement l'avis d'Yvette qui admire un artiste qui ne se complait pas du tout dans la facilité, en élargissant son répertoire.
J'ai adoré "Gitano" plein de cette passion hispanique qui est la sienne, et tout particulièrement le CD d'opéras français où Rolando a enregistré des airs moins connus du public extraits du Mage,de Grisélidis, du Roi de Lahore et de Roma (un vrai régal !)
J'ai vu Rolando 2 fois dans Hoffmann à Paris, en 2007, où il était extraordinaire, et j'espère qu'il connaîtra, à Londres, un immense succès.
Le Covent Garden aura, souhaitons-le , la bonne idée de réaliser un dvd de cette production des "Contes" , grâce à la maison de disque qui est devenue leur propriété : Opus Arte.
Si quelqu'un a une information à ce sujet ???
Amitiés d'une villazonista parisienne
Catherine
Sin duda esta es una extraordinaria entrevista donde Rolando va más alla preguntandose por el fin último del arte del canto, tal y como él lo entiende y lo vive, su lucha permanente por conseguir esa "comunión de almas" que él persigue en cada representación. Es la primera vez que leo a un Rolando abiertamente insatisfecho con la fama carente de respeto y vacia de contenidos, quejoso con cierto sector de prensa, crítica y público por vanalizar su trabajo y juzgarlo con unos parámetros absolutamente prepotentes, obtusos y opuestos a su manera de plantearse esta profesión ( de eso hemos tenido una buena muestra en los comentarios de este post que ya ha sido ya perfectamente contestados).
RépondreSupprimerLa primera entrevista donde el buen humor y la alegria han sido substituidas por cierta dosis de amargura, pero donde Rolando, lejos de rendirse en su cruzada, nos anuncia un Hoffmann tan auténtico y real como sólo él puede hacerlo.
¡ Y Las Villazonistas estaremos ahí para presenciarlo y darle ese aplauso lleno de respeto que se merece !
Un cop més vull trencar una llança en favor de l'emoció que en Rolando Villazón posa en joc quan canta.
RépondreSupprimerA pocs tenors se li perdonarien tant les imperfeccions si no toquèssin tant les fibres més sensibles.
A la majoria de tenor, no en vull enomenar cap de concret, se'ls podria trobar algun defecte. Admiro als cantants segurs de sí mateixos i perfeccionistes però no deixo a fora els que cantan al límit de les seves veus donant-ho tot.
Visca Villazón!
C'est ce que Rolando dit 'la communion dans âmes'
RépondreSupprimercette union qui pour lui est essentielle ,et qu'il place au centre de sa relation au public .C'est un poète
idéaliste en plus d'être un chanteur -pas une machine à chanter-comme le dit si bien Carme. merci Catherine , on est sur la même longueur d'onde avec les Villazonistas .Térésa, tu résumes bien la situation de la contreverse!
La fin de l'entretien me rend le journaliste du Times bien sympathique, il termine en vrai gentleman
par un hommage à Lucia (lux! la lumière!) que Rolando
dit être le roc auquel il s'accroche et qu'il ne serait rien sans elle ! c'est très très émouvant, surtout quand on a pu voir Lucia aux côtés de Rolando à la sortie des artistes du Liceù ce fameux 13 janvier , le récital de la reprise ! tant d'émotions ,elle était là menue, discrète , on aurait dit deux enfants presque , trop touchant , rien à voir avec d'autres
chanteurs à leur sortie de scène . Pas d'esbrouffe!
Juste ce souvenir très émouvant encore !
Vous y étiez ce soir là amis Villazonistas ?
Yvette
Queda claro que el principal criterio para defender a Villazón es estrictamente metacanoro. Desgraciadamente para los villazonistas la esencia del bel canto sigue siendo las verdades canoras encarnadas por gigantes como Kraus, Bruson o Pavarotti. Por supuesto que la intención dramática y la capacidad interpretativa cuentan, pero siempre al servicio del ars canendi. Lo contrario es respetable, pero deja de llamarse ópera.
RépondreSupprimerPor otro lado, ante su alarmante falta de un sólido andamiaje técnico, sólo me queda predecir que la carrera de Villazón no será muy larga.
Sus propios admiradores lo empujan hacia el desastre. Va embalado hacia la afonía perpetua.
Un poema de Mario Benedetti:
RépondreSupprimerSi a uno
le dan
palos de ciego
la única
respuesta eficaz
es dar
palos
de vidente.
Y por cierto, mañana lo ampliaremos, pero nos han informado que en el ensayo general de Les Contes d'Hoffmann que ha tenido lugar hoy, ROLANDO HA ESTADO MAGNÍFICO !!!
Marques de Bradomin, cuando empecé en el Liceu, a Plácido Domingo, por cantar su primer Otello, le auguraron el declive. ¿Cuantos cantantes ha visto pasar Domingo mientras él seguía encandilando al mundo? Un cantante que Usted sin duda también debe despreciar, ya que su ars canendi (un poco pedante este término tan en boga por el libro y programa del Sr. Reverter). No quiero comparar a Villazón con Domingo, a parte de que es imposible la comparación, eso perjudica mucho al primero, simplemente lo digo por la voz de los agoreros de turno que siempre aparecen. Si la carrera de Villazón dura poco, ¿Qué le importa a usted?, no se habrá perdido nada destacable en la historia del ars canendi. Déjese de martirizar con los cantantes que no le gustan, no acabo de entender esa obsesión por los cantantes ajenos a su línea ética y estética.
RépondreSupprimerEl tiempo dirá si usted tiene razón en cuanto a la longevidad de la carrera, no en cuanto a la valía del cantante, que ya ha cuajado en miles y miles de seguidores en todo el mundo, repito que equivocados, como no, pero felices de oír cantar al Sr. Villazón, que no tenga ninguna duda, canta ópera, no como a Usted le gustaría, pero si Ópera y con mayúsculas.
Me encantó la entrevista, no esperaba menos de Rolando, siempre comprometido al máximo con todo lo que hace, ¿no?. Con respecto a las críticas, sí! qué mal gusto pretender opacar a Rolando en este blog: aparte estos señores ¿son cantantes del Met, o de dónde?, cómo se arrojan el derecho de creerse poseedores de la verdad en cuanto a técnica, o qué es la ópera y cómo se canta. Realmente no vale la pena contestarles porque en la historia de la ópera hay muchos casos de "malos cantantes" que pasaron a la gloria. Gracias como siempre villazonistas, les deseo lo mejor para ver a Rolando y si pueden mándenle un besito de mi parte (ja ja).
RépondreSupprimerSr.Marques está claro que no le gusta Rolando Villazón y aún menos los miles de villazonistas.Da la impresión como si todos juntos hicieran peligrar el grado de conocimientos que cree usted tener.Con estas premisas será difícil que usted disfrute en un teatro de ópera.Es un poco triste,no?
RépondreSupprimerPero Dandini, ¿DISFRUTAR, dices? ¿a quien se le ocurre esta vulgaridad, digna de incultos e ignorantes?
RépondreSupprimer¡DEFECTOS, FALLOS VOCALES, ERRORES, CARRERAS TRUNCADAS, DETECTAR ESO ES LO QUE MARCA EL NIVEL DE UN AUTÉNTICO ERUDITO EN ÓPERA! Y hacerlo saber al resto, claro, utilizando las expresiones y los nicks mas rancios posibles, para demostrar la profundidad de su sabiduria.
Escuchar una ópera como quien disecciona un insecto, difundir el "veredicto" como quien dicta una sentencia, despreciar el placer de disfrutar (cada uno con lo que le motive) como si fuera un signo de ignorancia y memez.
Por sus palabras los conoceréis...
Aqui reivindicamos lo contrario: ir a la Ópera, escuchar a Rolando para hacernos sentir, para vibrar, para vivir intensamente lo que ocurre entre la obertura y los aplausos finales, para que se nos ponga la piel de gallina, para que se nos resbale una lágrima por la mejilla en el momento mas dulce o mas amargo. Y para compartir todo ese entusiasmo con los que nos acompañan, en el teatro o aquí.
Y sólo los cantantes excepcionales como ROLANDO consiguen hacer aflorar todo eso. A quien tiene capacidad y sensibilidad para sentirlo, claro.
Las críticas expuestas son irrefutables y eso es lo que realmente molesta a este señor y a sus partidarios. Pretender reducir la técnica canora y los parámetros del bel canto a un capricho de maniáticos, es o un acto de mala fe, o no saber nada de lo que se está hablando.
RépondreSupprimerLa longevidad de Domingo, cantando cada vez peor eso sí, es un caso excepcional y acaso lo más destacable de su carrera. Si Villazón se empeña en ser una mala fotocopia del español, allá él.
Por supuesto que el objetivo es disfrutar, pero disfrutar con la excelencia vocal y escénica. Hoy día se hace difícil disfrutar en un teatro de ópera ante tanta mediocridad.
Argumento ridículo ése de que con Villazón uno se emociona y vibra por lo que lo demás no importa... Cómo si escuchando a Kraus o a Flórez uno no se emocionara y vibrara!Y encima cantan comme il faut, no con presuntas verdades que no son más argumentos espurios para enmascarar carencias escandalosas. Los grandes cantantes nunca han sido una mera máquina de ejecutar agudos, sino artistas totales con dominio de la voz y de la escena (aunque no perfectos, claro).
Mientras algunos sigan pretendiendo encumbrar a Villazón y a otras medianías como grandes cantantes, no ya de esta época donde campa la mediocridad, sino de la historia, algunos no nos callaremos. Mientras se diga que el Rodolfo o el Nemorino o el Werther de este señor no tienen parangón divino o humano, no nos callaremos para denunciar alto y claro semejante falacia.
Quienes son "nos" ? De gustibus nos disputandum... cada quien que escuche a quien le gusta escuchar o quien le emociona. No entiendo la violencia en contradecir a alguien que le gusta una cantante que a ti no. Segun yo sepa no existe una lista universal de los cantantes donde haya que acceder o permanecer. Cantantes nuevos salen siempre y los habra hasta despues de Rolando. Y a Rolando Villazon las criticas nunca le han molestado y nunca le han faltado, tambien tiene como cualquiera derecho de espresar su opinion. Si a mi me da por decir que para mi gusto Paul Potts produce la mejor version de Nessun dorma estoy libre en decirlo, aunque sa la unica del planeta con esta opinion. No me agrada tanta intolerancia! Senores y senoras, estamos hablando de arte, de gustos personales, de maneras varias de ver, enteder y disfrutar el arte. Aquie nadie es dios para decretar uno valores absolutos porque en el arte no existen. Es todo cuestion de gustos asi que vivamos y dejemos vivir en paz, si? Aparte de que es una falta de educacion juzgar los gustos de los demas y pensar que uno es mejor que los demas en cuestion de gustos, educacion, etc.
RépondreSupprimerEl peso de vuestros argumentos me ha convencido. Pavarotti, Kraus o Flórez son unos meros papagallos del canto, unos gimnastas de la voz sin profundidad dramática e incapaces de producir emociones.
RépondreSupprimerDonde estén Villazón, Potts y Michael Bolton que se quiten esos aprendices!
"Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.
¡Todo es igual, nada es mejor,
lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao...
Si uno vive en la impostura
y otro afana en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!
Mezclaos con Stavisky van don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martin.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia contra un calefón".
Sólo quería dejar claro que no he publicado (ni pienso publicar) ningún mensaje en este blog con el ánimo de darle bombo al mío: menos aun como anónimo.
RépondreSupprimerSaludos.
Gracias por la aclaración, Gino. Ya era un poco extraño que en otros comentarios hubieras firmado y en éste no, carecía de sentido.
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