Esta es la entrevista de Jaume Radigales a Rolando Villazón, para Una tarda a l'òpera (Catalunya Música) emitida el 23 de junio (Ver post/oír audio). Gracias a Carme, que ha tenido el valor y la paciencia de poner por escrito el torrencial verbo de Rolando, lo puedo compartir aquí, sabiendo que a muchas personas les será más fácil traducir a otro idioma o comprender el español, si lo ven por escrito. Y creo que también, al menos a mi me ha sucedido, al leerlo se da visibilidad a expresiones que en el audio pasaban más desapercibidas.
JR -
Rolando Villazón estuvo en el Liceu de Barcelona donde repitió uno de sus éxitos, el Nemorino de “L'elisir d’amore”. Dias después, conversamos con el tenor mexicano en el hotel de Barcelona donde se alojaba y este es el resultado de la conversación que mantuvimos.
Volvemos a estar con Rolando Villazón, decimos volvemos a estar, porque la primera vez que
tuvimos el privilegio de conversar con él en esta Tarda a l’òpera fue en el año 2008, con las funciones de “Manon”, de Massenet, en el Gran Teatre del Liceu. Como sabéis, Rolando Villazón ha regresado al Gran Teatre del Liceu con aquella ópera que
lo vio debutar, aquel memorable Elisir
d’amore, con el que ha repetido éxitos y ha recibido clamorosas ovaciones.
Rolando, buenas tardes.
RV - ¡Hola, muy contento de estar aquí!
JR - Barcelona se ha rendido a sus pies otra vez con
un Nemorino, que ya le conocíamos, pero que ha vuelto con todos los honores.
¿Cómo vivió esta noche de reestreno?
RV - Bueno, pues, con mucho gusto de estar de
regreso. A mi me encanta estar en Barcelona. Lo último que había hecho fue un
concierto que fue muy lindo y ahora regresar con este personaje que tanto me
gusta y en esta producción que es tan bonita y con un elenco tan chulo y tan
completo… Pues fue una noche que disfruté muchísimo, creo que el público
también lo hizo y lo más importante es que quien gano esa noche fue la música,
fueron todos los que estuvieron allí, que estoy seguro salieron con un
sentimiento de mucha alegría, de mucha buena energía.
JR - Un quiste
congénito le apartó un tiempo largo de los escenarios y de las salas de
grabación …¿qué le pasó por la cabeza durante este periodo y como lo vivió?
RV - Me pasó un
novela por la cabeza y lo viví escribiéndola (risas…). Y bueno, el fruto de esa
introspección y de esa manera de comunicarme de otra manera fue mi novela
Malabares que vine a presentar aquí en Sant Jordi y que tiene mucho de las
reflexiones sobre la fama, el ser artista, sobre… y otras cosas. Las preguntas
que nos hacemos todos, que en algún momento nos hemos hecho todos sobre la
existencia de Dios, la vida después de la muerte, el sentido de la vida, una
vida con objetivos o sin objetivos, etcétera,
el mundo cambiante, a través de una lógica de payasos, a través de una visión
de la figura, y lo digo con la más alta admiración del payaso, ese arquetipo de
figura ser que no se raja, como decimos los mejicanos, que no se rinde, que
sigue adelante, allí donde el caos está ganando, el se atreve a transformarlo,
a reconstruirlo y a encontrar nuevos caminos, nuevas puertas y nuevos paraísos.
Así un año fue
importante, en el plano técnico mucho trabajo, tardé tres meses en volver a
hablar, otros tres meses en juntar tres notas, un par de meses una octava y poco
a poco así hasta que fui logrando dominar el instrumento, reaprender a todo y
por fin pararme en un escenario. Así que es un gran regalo estar de regreso. Ya
son casi cuatro años y medios desde que regresé y con muchos éxitos y con
muchos momentos maravillosos, discos, el proyecto de Mozart, que estoy grabando
las siete últimas óperas de Mozart, con todos unos colegas formidables Yannick,
el gran director dirigiendo todo y regresando a los escenarios que me vieron
prácticamente nacer y viviendo con una visión diferente del mundo, con una
visión diferente del canto, una visión diferente del arte. Quiero pensar, espero
más artista y menos atleta, por lo tanto con un mensaje que sirve más a la música
y menos al artista como ser egoísta o como ser individual.
JR - Precisamente ha
tocado uno de los temas que vamos a hablar durante la entrevista. La novela lógicamente,
pero también está esta inclusión interesantísima en el mundo mozartiano, pero
ahondando aún más en lo que usted comentaba respeto de la enfermedad. ¿Qué dejó
del Villazón previo a la enfermedad y que hay nuevo del Villazón post-convalecencia?
RV - Mire, siempre es difícil, peligroso cuando un
artista se autodefine y se autoanaliza. Yo trato de evitar las autodefiniciones
y sobretodo las comparaciones son muy peligrosas, comparaciones con los demás y
con uno mismo, acaba siendo otro. La verdad es que hay que entregarse a lo que
hay. Lo dije en su momento, soy más técnico, quiero ser más artista, quiero
ser más entregado al trabajo en conjunto, quiero sumergirme más a lo que el
compositor está tratando de expresar a los demás, sin perder lo que yo voy a
darle. Al final es una necesidad, pero es también la responsabilidad del
artista-interprete robarle al compositor
lo que creó para hacer una especie de composición, yo no creo en el artista-interprete
como un buen boy-scout, que sigue la partitura, creo que la partitura es como
un mapa, un mapa no es una ciudad, la ciudad hay que recorrerla, hay que
caminar por ella. Una foto no es la persona amada, la persona amada hay que
también sentirla, amarla, tocarla, besarla, olerla, y solo entonces se descubre
realmente lo que existe en esta relación. De la misma manea a la música hay que
penetrarla con eso que somos nosotros, hay que robársela al compositor, hay que
hacerla una bella amante y llevársela y entregársela
al compositor de regreso y al publico como algo nuevo, como algo renovado, como
algo que pasa a través de la individualidad del alma humana. Que puedo decir... que estoy más comprometido con esa visión del arte, estoy más liberado de
tratar de hacer carrera. Soy muy afortunado como cantante de ópera, he logrado todo
lo que un cantante de opera puede lograr, me falta pues, yo que sé, ver hasta dónde
llega, cuantos años va a durar en esta parte que existe en el mundo de la ópera
“que si dura cincuenta años, cuarenta años, que si dura treinta"….yo creo que lo
importante lo que hace uno en el escenario y que dure lo que tenga que durar. Y
bueno en esta libertad es atreverme a todo lo que yo quiera atreverme, y a explorar
los compositores que quiero explorar con el respeto y con la osadía que
requiere y al mismo tiempo, como lo estoy haciendo, explorar otras disciplinas
artísticas y otras maneras de comunicarme con los demás. Así que la gran
diferencia es, puedo decir, un Rolando Villazón que se atreve a mucho más después de esto, lo
contrario a lo que podría pasar "es usted mas cuidadoso, es usted más esto, es usted más lo otro..."…pues no...yo no debería de estar aquí. Quince doctores me
lo dijeron: "tú no vas a seguir cantando, se acabó"...y entonces estar de regreso es un regalo, así que
hagamos de este regalo algo muy bello y compartamos este regalo con el público,
con la música, con la gente y a incendiarme con esta música que me lo exige,
con estas pasiones, estos sentimientos que están dentro de las partituras y que
no lo veo de otra manera. Lo tengo que hacer así y así lo seguiré haciendo.
JR - Lo que no ha mermado
en absoluto y esto lo está demostrando usted con esta vigorosidad en la manera
de hablar es esa espontaneidad, esa absoluta energía que usted presenta en el
escenario, porque usted lo da absolutamente todo, todo.
RV - Bueno sí, así
es. Me recuerdo cuando era un joven cantante y esta coach con la que estaba trabajando, me decía “mira esta frase aquí
puedes hacer un poquito el tonto, estas frases aquí descansa” y yo pensaba,
pues a descansar a mi casa, para tomar la siesta a mi camita. Como me voy a
permitir descansar y hacerme un poquito el tonto en estas frases. Son parte del
personaje, son un recorrido emotivo y además llevan hacia una frase. Claro,
cuando la ópera se vive sólo como una actividad atlética, y hay muchos que la perciben así, bueno, con todos
los respetos, pues hay que ver lo que importa es cuánto dura la nota, si puedes
hacer el piano o no lo haces, si esta frase la haces con respirar o sin
respirar, y es toda una percepción, como digo, atlética, es todo que es lo que
logra hacer el cuerpo humano de admirable, de impresionante, el tamaño de la
voz, si pasa o no pasa entre la orquesta …. Pero para mí esto, lo que estamos haciendo es arte, es una actividad
artística y permitirle al atleta que se exprese, es el principio del artista, es
apenas el comienzo de hacer esto como se debe de hacer y decir aquí descansas,
a lo mejor es para el atleta, es decir al futbolista "mira, mientras la
pelota está por allá tu estás un poquito tonto y ya cuando veas que se te abre
el espacio corres y ya vas por ella". Yo creo que a lo mejor esto está bien para
el atletismo, para el futbolista, yo no lo veo así para el artista..."ahí donde
la frasecilla esta central y bueno allí la haces apoyada para poder dar el
agudo", no creo en eso.
Yo diría al joven
cantante, entrégate en cada frase, en cada momento. Para mi los más grandes lo
hicieron así y lo hacen así, se entregan completamente. Y luego dependes de tus
capacidades técnicas y también dependes de tu capacidad atlética, de tu
fortaleza física y eso es algo que a cada quien se le da de diferente manera y
hay que aceptarlo, recibirlo como lo que hay y luego explotarlo de la mejor
manera posible, pero, desde mi punto de vista, y esto no es solo para el arte,
es para la vida: entrégate.
Yo me voy con cuidado
cuando hago entrevistas, porque si doy 3 o 4, acabo molido, porque no estoy hablando así ahorita mira la ópera (en voz muy baja) ¡NO, ASI
NO!. Cuando voy a tomar un café, lo mismo me entrego en el café, voy y escucho
al otro y entablamos una conversación y la conversación puede ser de una importancia
definitiva. Encuentras tantas cosas escuchando a los otros y luego soltándote a
hablar, como a mi me pasa seguido, habla y habla...pero este hablar es casi una reflexión en voz alta, es una
introspección en voz alta es…sacar tus pensamientos, darles forma y de pronto
encuentras respuestas a interrogantes que estaban allí y que no te habías
permitido darles el espacio, la importancia, o que no te habías dado tiempo,
que la vida no te había dado tiempo. Así que una entrevista me permite también
reflexionar sobre cosas, y quiero pensar que le permite a quien escucha tu
programa, tus invitados, a reflexionar no solo sobre ópera y sobre música,
tendría que ser sobre la vida y sobre la importancia que el arte tiene, la trascendencia
que el arte tiene en nuestra vida, que yo creo que es mucho, no sólo la música,
la literatura, la pintura…es el alma de nuestra sociedad, y si no dejamos que
esta alma vibre, que respire, crezca, se ensanche, entonces nuestra sociedad se
va a ir haciendo cada vez más superficial, cada vez más absurda y cada vez
menos…. con los brazos menos abiertos hacia los demás, más limitante, más
fronteriza. El arte nos permite encontrarnos con nosotros, nos da la ilusión de
este sentimiento de encuentro. Y por lo tanto, quienes tenemos la fortuna, la
responsabilidad y la obligación de ejercitarla, o de entregarnos a esta disciplina, no nos queda
otra que hacerlo al 1000 por 100, como si la vida nos fuera en ello. A mi la
literatura que me gusta es la que me atrapa, la que me inunda. Estoy leyendo
ahora un libro, en todas las entrevistas lo estoy diciendo, un libro de Juan
Bonilla que se llama “Prohibido entrar sin pantalones”, es un libro que quien
me esté escuchando: ¡Corra, corra a la librería y cómprenlo! Es de verdad alucinante, es un autor
impresionante y para mi es un gran ejemplo de cómo el arte tienen una
influencia definitiva, importante y necesaria en nuestras vidas.
JR - Este año recordamos, celebramos los
centenarios de Verdi y de Wagner, al primero ha dedicado usted un magnífico
disco que presentamos hace unos meses en el programa. Ya se que es preguntarle
demasiado, pero en síntesis ¿cuáles son para usted las máximas aportaciones de
ambos compositores?
RV - Bueno, yo creo
que Verdi fue el último compositor clásico naif, en el sentido de Schiller, que
Schiller los dividía en naif y emocional, o sentimental, creo que es la traducción correcta. Naif, lo que él quería
decir era el compositor que es uno con su obra, como Mozart, que no hay
división, que no hay pelea, es uno con su obra, es un matrimonio que funciona
perfectamente bien. Escriben como si les hubieran pinchado un dedo y en lugar
de sangre les salen notas y melodías.
Wagner es ya uno de
los primeros que es sentimental, que escribir es una gran labor, que la música se
vuelve una gran religión, una gran catedral. Wagner no es un compositor
inmediato, es un compositor al que se llega, hay que trabajar como escucha,
como público para llegar a Wagner y disfrutar los tesoros extraordinarios que
tienen este gran compositor. Verdi es inmediato, Verdi lo escucha uno y de
inmediato te relacionas con estos personajes. ¿Por qué? Porque Verdi así lo
quería. Verdi quería emocionar inmediatamente, no quería escribir a musicólogos
ni críticos, lo criticaban muchísimo. Cuando ya en su momento estaban
justamente los compositores yendo en otra línea, rompamos con los cuartetos, con
esta división de duetos, arias y demás del belcanto se acabó, ahora todo tienen
que ser un gran poema sinfónico, una gran ola, un gran río musical, donde sin
más bien hay diálogos y monólogos que conectan unos con otros, Verdi seguía con
esta estructura que él amaba de los grandes compositores, seguía buscando la
melodía y no le importaba hacer melodías populares, quería utilizar ritmos
populares y esto es lo que lo hace hoy tan moderno, tan contemporáneo y tan,
pero tan accesible. Así que, digamos que Wagner es algo así que un dios
tremendo y furibundo que desde sus nubes nos lanza rayos y centellas y Verdi es
como un gran abuelo que nos abre sus brazos, un abuelo venerable que nos recibe
y nos dice mira esto es la vida, estos son los sentimientos humanos, hijo mío.
JR - No obstante,
sabe perfectamente que en determinados círculos parece que se ensalce a Wagner
y en cambio se denoste a Verdi, es decir como si fuera un compositor de segunda
categoría ¿no?
RV - Bueno pues, eso
ya será para cada quien… Yo creo que negarle el valor a cualquiera de los
compositores, de los grandes que el tiempo los ha probado grandes, es un poco
absurdo, es un poco… (debo decir la palabra, es fuerte)… pero es un poco idiota.
Decir ¡no me gusta!, es totalmente válido, alguien puede decir para mi todo
este chumta, pumpa, pumpa, pumpa, no me gusta nada y en cambio el gran Wagner
me gusta. Pero decir “Verdi no vale nada porque es pumpa, pumpa”, es absurdo y
no tiene sentido, no tiene lugar. Verdi es maravilloso y hay mucha gente a
quien no le puede gustar Thomas Mann, o no le puede gustar Julio Cortázar y
están en todo su derecho, pero no reconocerles el lugar que tienen dentro de la
literatura universal, solo demuestra la ignorancia de estas personas, no, si no
ignorancia, la poca capacidad que tienen de poner las cosas en su lugar¿no? Una
cosa es que no te gusten y otra cosa es negarle el espacio y el lugar que
ciertos autores…es que ya no es ni siquiera el autor, es que las obras son más
grandes que sus autores. El Quijote es más importante que Cervantes y La Traviata
es más importante que Verdi. Entonces el nombre del compositor podría
desaparecer y sin embargo las tres óperas de Mozart y Da Ponte seguirán siendo escuchadas por su
valor artístico, lo mismo pasa con todas las grandes obras artísticas, así que
podrán decir unos, podrán decir otros, pero los grandes compositores artísticos
ahí siguen y seguirán.
JR - Pues ahora sí, por
alusión directa, entremos en el terreno mozartiano. Creo que después de
Alessandro, de “Il re pastore” y después de Don Ottavio, aborda, precisamente
nos lo comentaba antes, va a abordar este proyecto de los siete grandes roles
para tenor de las siete últimas óperas mozartianas, de las cuales ya hemos
escuchado su grabación, magnifica, de Don Ottavio en Don Giovanni. ¿Cómo ha
sido y cómo es su acercamiento a Mozart?
RV - Pues la verdad,
fue a través de la lectura de sus cartas. Mozart…siempre he venerado a Mozart,
pero yo no esperaba cantarlo…. a pesar que fue el primer compositor que canté en
el conservatorio, justamente canté el Alessandro del Il re pastore. Y entonces
cuando me ofrecieron una nueva producción en Zurich con William Christie y me decían
mira que titulo, yo pregunte que les parecía hacer el Alessandro, que me entusiasmaba
regresar a este primer papel de mi carrera. Estuvieron encantados y allí estuvo
ese reencuentro con Mozart que vino a través de la lectura de sus cartas, donde
descubrí a un gran payaso, a un gran filósofo, a un ser sublime, poético y al
gran compositor, además, a este artista que prefiere ser libre y yo creo es el
primero que rompe con el mecenazgo y se lanza a la pobreza, pero libre y hace
lo que se le da la gana y sufre las consecuencias de hacer lo que se le da la
gana y me encontré con este diablo maravilloso que a través de sus cartas….yo
me las leía con un tarro de cerveza y sentía que estaba en frente de mi y brindábamos
y lloraba y lo abrazaba y nos fuimos a bailar y brincamos sobre la mesa y ahora cuando estoy en Salzburg, que estuve
en enero, donde hice Lucho Silla, después de todos los días me iba a tomar unos schnaps con el elenco, con lo que fuera y bailábamos y nos subíamos a las mesas y al
final me iba hasta la plaza donde está la estatua de Mozart y me iba a tomar el
último y le decía: “¡Salud Wolfgang y gracias por todo lo que me has dado!”. Es
el compositor que más impacto me ha causado, yo nunca me lo hubiera esperado.
Bueno, y cuando
hicimos Don Giovanni en Baden Baden, con un elenco formidable con unos colegas
extraordinarios, con Yannick Nézet-Séguin, que es fantástico, un gran amigo,
pero es un músico extraordinario, joven y maravilloso, se me ocurrió proponer a
todos, a Yannick como director artístico, a la Deutsche Grammophon como la
compañía que los va a poner el mercado, hacer un proyecto que ya casi sería
imposible de pensar en estas épocas de crisis: hagamos las siete últimas óperas
de Mozart, de aquí al 2020. Bueno…si….me fui a Ginebra, hablé con Rolex, se
entusiasmaron mucho y entraron a patrocinar el proyecto y gracias a este patrocinio
y al entusiasmo de todos pues ya hemos grabado la segunda, el “Così fan tutte”,
que viene este año y nos preparamos para “El Rapto del Serrallo” que vendrá el
año próximo y luego viene “Las bodas de Figaro”, donde yo cantaré el papelito minúsculo
de Basilio, pero quiero estar, con el aria incluida, claro, pero que sigue
siendo pequeñito, pero yo no me lo pierdo…ya se está poniendo el elenco y va a
ser también un elenco espectacular. Así que muy contento, de aquí hasta el 2020
que terminaremos con el Idomeneo, y bueno, sobretodo esperando que estemos haciéndole
un gran servicio, que creo que lo estamos haciendo en equipo, al gran cronopio,
utilizando (risas) el invento de Cortázar, pero es que Mozart fue un gran cronopio,
un grandísimo cronopio.
JR - No obstante no
hay un tenor mozartiano, hay varios tenores mozartianos, porque evidentemente
entre Ferrando de Così fan tutte o Idomeneo, hay no solamente unos cuantos
años, sino también una aproximación distinta a nivel vocal.
RV - Sí, bueno, yo,
como creo que ya lo platicamos en aquella otra entrevista, trato de escaparme
de los cajones en los que metemos, no…las definiciones de tenor belcantista,
tenor lírico, tenor mozartiano, tenor verdiano, tenor rossiniano, tenor alemán,
tenor esto… yo creo que hay tenores y que cada tenor tiene algo que expresar y
cuando uno escucha a Jonas Kaufmann cantando en italiano, a mi me parece fantástico
y espectacular lo que él hace y cuando Juan Diego Florez canta un repertorio
que no es rossianiano me parece delicioso y extraordinario y Pietr Beczala
canta lo que se le de la gana, y que va a ser él ¿polaco, lírico? Cada uno con
su arte hacen cosas formidables, así que yo como el tenor villazoniano (risas)
me adentro en las aguas mozartianas y ya en ese sentido, si, efectivamente, cantar
Ferrando tiene unas exigencias diferentes a cantar Idomeneo, que todavía no lo
hago. Pero ciertamente, cantar Don Ottavio, las exigencias y el estilo te lo da
la música misma, no las grabaciones, no lo que otros cantantes han hecho. Esto es
importante recalcarlo, creo que mucha gente se hace su visión del mundo de la
ópera a través de las grabaciones y está muy bien, pero es a través de la
partitura, a través de lo que la música dice. Yo esto lo aprendí sobre todo cuando
empecé con Monteverdi, y te lo dicen los instrumentos, te lo dice la manera de
hacer música de los músicos, de los directores y siguiendo esa línea es como
encuentras lo que tú vas a dar y lo que tú tienes que sacrificar, o no
sacrificar, transformar, manipular de tu propia forma de cantar para
adentrarte, para asimilarte y para meterte dentro de ese repertorio. Bueno pues
con Mozart pasa lo mismo y escuchar a la orquesta, escuchar a tus colegas, escuchar
la música, escuchar el todo te obliga a adaptarte tú como artista. Es escuchando,
que al final es una gran lección en la vida: es escuchando como nos vamos a
adaptar a los tiempos, como nos vamos a adaptar al nuevo vecindario, a las
nuevas tendencias filosóficas, a los nuevos gobiernos. Pero es escuchando como vamos
a abrir los brazos al otro, cerrándonos no…….”Esto es así, porque mi grabación éste
lo canta así o porque los cánones dicen que esto debe de hacer así”….vas a
seguir una línea, vas a tener unas formas muy rígidas y unas líneas muy, muy
confortables de seguir, donde te vas a sentir muy seguro de lo que estás
diciendo, muy seguro, pero yo prefiero la inseguridad, prefiero el terreno que
a veces te hace sentir, uy, pero no estoy muy claro si lo que estoy diciendo es
correcto o si es una verdad o si no es una verdad, prefiero eso porque te
permite la búsqueda, porque te permite en la búsqueda, el encuentro y si no
entras a la búsqueda y si no entras al territorio movedizo no vas a encontrar
eso que te está esperando.
JR - Conocíamos su
faceta de dibujante, incluso nos obsequió con un bonito dibujo, incluido un
autorretrato suyo, pero ahora hemos descubierto su otra faceta como escritor.
Malabares, a la que usted hacía antes referencia, es su primera novela,
esperemos que primera y no única novela,
publicada por Espasa-Calpe. Bueno conocíamos su faceta de dibujante pero no
esta de escritor.¿De donde viene este deseo de expresarse con la voz, en este
caso escrita?
RV - Bueno, yo creo
que viene de mi afición a la literatura, viene de lector, pero también de mi
deseo de comunicar, de mi deseo de llegar, de tocar a los otros y de sentirme
tocado por los otros. Yo creo que… pues viene también… empezó como un hobby y después
terminó siendo la novela que es, y publicada gracias a que hubo lectores interesados
y sobre todo a uno, en su momento Jorge Volpi, el gran escritor mejicano, que la
leyó y que me dijo: oye esto debes publicarlo…yo no se lo creí y dije ¿de
verdad? SI…. la pulimos un poco y la mandé a agentes, me la tomaron, y pues me siento
muy afortunado de que Mónica, mi agente, se interesó, porque además es una
agente que no toma nombres celebres, toma solo autores literarios, así que era
un poco extraño tomar el tenor Rolando Villazón y después con Berta, mi editora,
y Espasa, que tuvimos un trabajo muy bonito….una pulida importante y verlo
nacer. Y ambos me decían, a ver ¿tu quieres publicar una novela? ¿se te ocurrió
ya la vida es bella y sigues adelante?… y yo les dije no, de hecho esto es un
proyecto, es una trilogía que tengo en mente y ya estoy en la segunda. Muy
bien, eso es lo que queríamos saber, si vas a continuar como escritor, si quieres
continuar buscando, pulir esta voz de autor, entonces nos interesa trabajar. Así
que puedo también adelantar que la segunda ya va como a la mitad, así que el
año que entra, yo espero que la reciban, que tenga la calidad que necesita para
que sea otra vez una novela publicable. Así que es una aventura que sigue adelante.
JR - Dejando a un
lado los aspectos literarios de su carrera, dejando a un lado este proyecto
mozartiano ¿cuáles son los proyectos a largo y a corto plazo operísticos de RV?
RV - Bueno, sí, mucho
Mozart. Tengo… mi repertorio continúa, sigo con Werther, tomo Don Carlo. Continúo
mi carrera de director de escena, me esperan en un par de años “La traviata”,
“Viva la mamma” de Donizetti, “La rondine” de Puccini. Y como cantante también
ópera contemporánea, acabo de cantar una obra muy difícil, de 12 minutos con
Daniel Baremboin en Berlin. La debutamos, hicimos las première de Elliot Carter,
que la escribió cuando tenía 102 años, me parece…acaba de fallecer, desgraciadamente
no pudo asistir a la première y quedé encantado de la música contemporánea. Así
que hay un par de proyectos, una ópera de Martinů, hay también un proyecto de
una ópera que será compuesta especialmente para Munich, donde participaremos
Thomas Hampson y un servidor y que el tema es…aquellos que conocer la canción de
Mecano “Los seres de la Antártida”, bueno pues ese será el tema, las expediciones
para descubrir el Polo Sur.
En fin, hay muchos
proyectos, tengo curiosidad, todavía no hay una oferta clara que yo haya tratado
de conseguir, pero me interesa cantar Loge, también, de Wagner, sigo con L’elisir
d’amore, sigo con el Edgardo, regreso al MET con Onegin, Hoffman, en fin un
montón de cosas que voy combinando con todo lo demás que se ha ido apareciendo
en mi vida, y que espero seguir disfrutando como lo he hecho hasta ahora.
JR - Le veremos
pronto en el Palau de la Música con este esperadísimo concierto dedicado a
Verdi y …¿al Liceu cuando regresa y con
qué?
RV - Bueno al Liceu…estamos
ahora en pláticas ¿no?, pero seguro, seguro que regresaré pronto y veremos con
que título. A mi me gustaría volver… de hecho la idea de este título vino
porque Matabosch, con su entusiasmo después del concierto que di aquí, me dijo:
oye tenemos que hacer algo ya…y fue lo que se podía hacer…tienen una planificación
a muy largo plazo y esto lo logró meter y dijo: Elisir d’amore…mira lo que sea,
yo quiero regresar al Liceu…yo quería regresar más con otro título, para dar
variedad…quería hacer la Lucia de Lammermoor, me hubiera encantado. Pero bueno,
lo que se pudo hacer fue este Nemorino, que para mi es una pasada, estoy feliz
de volver a cantar el Nemorino…así que ¿porqué no pensar en hacer un Edgardo
aquí o un Hoffman? Sería muy bonito, ya
veremos…ya veremos, estamos en pláticas…el Liceu es un teatro que considero
como casa, me decía un amigo querido de Barcelona, antes de mi première, me
decía venga, venga “justicia”, no suerte, “justicia”, y ya sabes, aquí estás
jugando en cancha propia, estás jugando de local, me dice. Y es verdad me
siento muy contento aquí, muy en casa.
JR - La verdad es que
sí, porque sabe usted que tiene aquí una verdadera legión de apasionados de RV
que le ven, le ovacionan, le aplauden y le agradecen muchísimo su arte. Y yo particularmente
también su elocuencia y sus palabras y este rato que nos ha brindado por lo que
le estoy sumamente agradecido…Rolando Villazón ¡hasta la próxima y que sea bien
pronto!
RV - Hasta la
próxima, bien pronto y además muy contento además de debutar en el Palau que
nunca he estado. Así que…muy feliz y deseándoles a todos lo ¡MEJOR DE LO MEJOR!
Cette interview passionnante méritait, O combien, d'être transcrite et cela m'a permis d'élucider certains points..."El torrencial verbo" sont des termes parfaitement choisis et j'admire Carme d'avoir eu le courage d'exécuter ce lourd (mais passionnant...) travail.
RépondreSupprimerL'énergie de Rolando est tellement communicative qu'on l'écouterait et le lirait toujours PLUS, mais jamais TROP.
Muchas gracias !!
Thank you so much, Carme, for this enormous labor! This is one of Rolando's best interviews. He eloborates on so many aspects of art--the criticality of it in our lives, his responsibility to both the art and to himself as an artist to transform it as it passes through his own soul. I especially appreciated this: "De la misma manera a la música hay que penetrarla con eso que somos nosotros, hay que robársela al compositor, hay que hacerla una bella amante y llevársela y entregársela al compositor de regreso y al publico como algo nuevo, como algo renovado, como algo que pasa a través de la individualidad del alma humana." Yes.
RépondreSupprimerMuchas, muchas gracias Carme pour cet énorme travail qu'est la transcription d'une interview aussi longue.
RépondreSupprimerCela m'a permis de comprendre parfaitement cette passionnante interview.
Que de beaux projets, l'avenir s'annonce riche de nouveautés.
Quelle aubaine pour Rolando, mais aussi pour nous !!!
Merci encore !!!!
Don Carlo, Wagner, etc...y pensar que hay quien afirma que los mexicanos nos falta confianza en nosotros mismos.
RépondreSupprimerAunque también hay quien dice "A que le tiras cuando sueñas, Nemorino"
Solo el tiempo lo dirá.
¡Bárbara, Carme, qué trabajal! Un millón de gracias, porque como dice Teresa, leído se nos quedan más cosas. Un beso, amiga!
RépondreSupprimerMerci Carme ,interview passionnante .
RépondreSupprimerVolubilité oui, mais profondeur du propos ,curiosité de toutes choses ,énergie incroyable !!
Surtout de beaux projets ,de belles choses à venir pour notre plus grand bonheur .
Merci .