Ya hemos contado en el post anterior las circunstancias que se dieron el 13 de enero de 2008. Observad las fotos del inicio, capturas de video que reflejan muy gráficamente la emoción que sintió Rolando aquel día. No hacen falta comentarios.
Os añadimos unas palabras muy significativas del correo que recibió Tosca, unos dias después, como respuesta a uno suyo, en referencia a aquel recital.
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Me preguntas que sentí al recibir ese aplauso que era mas un abrazo: querido, me sintió muy querido y no hay nada más bello que se pueda obtener de esta profesión.
El día del concierto en Barcelona estaba cansado, había cantado un Werther en Viena un par de días antes y por un momento sentí que iba a cancelar (un par de horas antes del concierto) pero encendí el fuego blanco en mi pecho y me lance inspirado por un publico que adoro y por un teatro que sonríe con sus luces.
Gracias de nuevo y te mando un gran beso
Rolando
El teatro que le sonríe con sus luces...he tardado unos segundos en entenderlo. Rolando siempre sorprende, está pendiente de todo, nada se le escapa. Podéis ver en la foto a que se refiere nuestro tenor.
Y finalmente el motivo principal de esta segunda parte del post: el video de los aplausos y saludos del final del Recital, donde se puede ver a un Rolando muy, muy emocionado, casi llorando en algún momento, y a un público, su público del Liceu, que le hacíamos llegar con toda nuestra fuerza el gran afecto que sentimos por él, que su generosa entrega de aquel dia aún reforzó más, si era posible.
Os recomendamos que en lugar de verlo desde el blog, le deis doble clik y lo veáis desde Youtube, escogiendo la opción VER CON CALIDAD ALTA, situada justo debajo a la derecha de la misma pantalla del video, vista desde Youtube. Los matices, en este caso, son importantes.
No tenemos nada más de este Recital, por desgracia, en video, ésto es lo único que sale en el DVD anual del Liceu. Os recordamos, eso si, que podéis pedirnos el audio entero.
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¡Qué hermoso recuerdo, Teresa! Es un tesoro para guardar entre las cosas más preciadas. Sí, yo veo cuando llora, y qué hermoso las luces que sonríen, siento (sana) envidia de ustedes, que pudieron brindarle todo ese amor y estar cerca para ver toda esta emoción de este hombre tan grande. ¿Y esa carta, Tosca?, ¡Otra joya inapreciable!. Gracias, chicas, por compartir recuerdos tan valiosos. Muchos besos rolanderos.
RépondreSupprimerNo hay palabras, fué tan emocionante!!!! había lágrimas en los ojos de muchos, no sólo en los de Rolando. Pero el teatro "sonreia", Rolando había vuelto!!!
RépondreSupprimerTosca, VAYA CARTA!!!
(Nota personal: en la última foto, ampliada consigo ver mi cabezita, que ilusión!!!)
Emocionant! encare no he obert el dvd del Liceu pero ho fare ben aviat per tornar a viure lo d'aquell dia. No se si vaig disfrutar mes de la reacció del public (NO la de la critica "illustrada")o del fet que RV tornes a cantar aqui a pesar de no trobar-se be.
RépondreSupprimer¡quina enveja Tosca¡ tenir un correu tan sentit del RV.....
J'y étais aussi,j'ai mis un souvenir pour cet anniversaire avec nos moyens techniques qui sont comme ils sont(youtube 'ouvre tes yeux bleus')
RépondreSupprimerJ'avais dit à Rolando à la sortie de Manon (juin 07 barcelona) qu'il était
chez lui sur la place de l'OPÉRA DE MARSEILLE car il y a le consulat du Mexique juste à côté! (et je lui ai donné deux photos qui sont sur ce youtube à la fin!).S'il y a un souvenir des plus angoissant et émouvant c'est bien ce récital du 13 janvier 08.Nos émotions s'ajoutaient,et il devait sentir tout cela.
Vos témoignages en sont aussi les preuves.
Merci de pouvoir le dire sur ce magnifique blog.
Yvette-Maguy
...es grande Rolando, pero es más grande, su candidez, su inocencia, su proximidad y su sencillez, le he visto en muchas entrevistas y contagia intimidad.
RépondreSupprimerEsa emoción, que se pierde con los años, (a todo se acostumbra uno) creo que en él siempre estará presente.
Esa tarde, desde mi localidad en el cuarto piso, no pude ver esas lágrimas pero las sentí intensamente. Hubo y habrá en el futuro noches donde su voz sonará mejor, pero dudo que haya otra función tan llena de emotividad como ésta. El público entregado, abrazando con sus aplausos al artista que luchaba con entrega desmedida, con esfuerzo evidente por estar ahí a pesar de que, como él mismo reconoce, estuvo a punto cancelar. Él necesitaba volver, nosotros queríamos que volviera. Un aplauso unánime inicial fue la mejor de las bienvenidas y otro, aún más encendido, al final fue el mayor agradecimiento.
RépondreSupprimer¡Que bueno que viniste Rolando! Este teatro te espera para ofrecerte de nuevo la mejor de sus sonrisas.
Al final em fareu plorar a mi que tot i que tinc sentiments no sóc de llàgrima fàcil.
RépondreSupprimerFloria, quina mania t'acabo d'agafar en llegir el fragment de la carta que en Rolando t'escriu. Em pregunto què et deu dir en el que no publiques...Per això no ho publiques.
Rebeu totes molts petons humits i gelosos.
Yo agradezco mucho a Tosca que nos haya dejado compartir estas palabras de Rolando. Sé que le ha costado decidirse, por ser algo privado, pero en este caso ilustran perfectamente lo que ya nos dicen las imágenes.
RépondreSupprimerEste blog es una consecuencia de encuentros y amistades que se forjaron aquel dia y las luces del Liceu continuan sonriendo a la espera de que vuelva Rolando.
Quina emociò!
RépondreSupprimerYo también estaba a punto de llorar y tampoco soy de lagrima facil. Es que me quedo endefensa cuando hay tanto sentimiento y tanta emotividad.
Tosca, no diré nada ya que me imagino que te daras cuenta de cuanto eres afortunada.
Petons!
Pues yo que soy de lágrima facilísima lloré como una magdalena, durante el recital por dentro al verle sufrir, y durante los aplausos por fuera y a chorro. Recuerdo que fuimos a esperarle a la salida de artistas, y a pesar de que estaba pálido, delgadísimo y manifestamente agotado se paró a saludar y hacerse fotos con su habitual simpatía con cada uno de los que estábamos allí esperándole. Esta vez no hubo bromas ni canciones dedicadas, como en Madrid... era un Rolando en carne viva. Dudo que vuelva a vivir unos momentos como los del aplauso del Liceu, una declaración de amor masiva, generosa y espontánea que nunca olvidaré.
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