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foto: © Neumayr |
Finalmente aquí tenéis las crónicas, fotos y vídeos de la première de Lucio Silla el pasado 24 de enero en la Mozartwoche de Salzburg 2013. Muchas gracias a Anne, Eleonore, Laurita y Marion por su colaboración. El post es muy extenso, y, para no cargarlo excesivamente, podéis encontrar 17 fotos más en la pestaña superior "Fotos" (Read more photos). Y también podéis encontrar las críticas en las pestaña "Prensa" (Read reviews).
Wolfgang A. Mozart • Lucio Silla
Opera seria in three acts, K. 135
by Wolfgang Amadeus Mozart (1756–1791)
Libretto by Giovanni de Gamerra (1742–1803)
Co-production with the Salzburg Mozarteum Foundation,
in cooperation with Musikfest Bremen
Revival of the 2013 Salzburg Mozart Week production
Marc Minkowski, Conductor
Marshall Pynkoski, Director
Antoine Fontaine, Sets and Costumes
Jeannette Zingg, Choreography
Hervé Gary, Lighting
Alois Glaßner, Chorus Master
Rolando Villazón, Lucio Silla
Olga Peretyatko, Giunia
Marianne Crebassa, Cecilio
Inga Kalna, Lucio Cinna
Eva Liebau, Celia
Francesco Corti, Continuo Harpsicord
Marie McDunnough, Julia Sedwick, Cynthia Smithers, Magdalena Vasko, Jones Henry, Kevin Kong, Jeremy Nasmith, Jack Rennie, Edward Tracz, Dancers
Salzburger Bachchor
Les Musiciens du Louvre • Grenoble
Hace dos semanas que yo estuve en la biblioteca universitaria delante de la estantería con la edición de las obras de Johann Christian Bach. Tomé en mis manos un gran libro azul y pesante con el título de Lucio Silla y busqué a la aria “Se al generoso ardire”. Estudiando el facsímile sorprendentemente legible de la mano de Bach me dije: Esta aria es perfecta, parece escrita expresamente para la voz de Rolando.
Cuando finalmente ayer por la noche le escuché cantándola por primera vez, mientras en el Haus für Mozart de Salzburg no se oía ni una mosca, mientras todos se inclinaron un poquito hacia delante en sus asientos, conteniendo el aliento y disfrutando de estos momentos mágicos, yo pensé sonriendo – sí, es verdad, es perfecto. Armonizan perfectamente con la voz de Rolando esta aria de Bach y el papel mozartiano.
Quiero destacar especialmente el calor sonoro y el sonido tan redondo de la voz, la fuerza persuasiva en los recitativos intensos, la brillantez apasionada en las arias. La puesta en escena de Marshall Pynkoski es profunda, muy estética (maravilloso los bailarines, los vestidos y el decorado) y movida; sobre todo por esto no es en absoluto fácil para los cantantes conciliar un máximo de movimiento y acción con un máximo de exigencia técnica y musical: Lo consiguen con maestría. Me quedé impresionada por la belleza y la claridad absoluta de la línea que Rolando controla perfectamente mientras va corriendo de un lado del escenario al otro y de vuelta. Hay mil gestos pequeños y grandes que parecen seguir una gran coreografía genial y que fascinan, que cautivan al auditorio con su sublimidad. Y su voz resplandece con una magia melodiosa, acariciando cada nota y cada frase, que simplemente convence y encanta.
A su lado hay un cast verdaderamente fantástico (a mí me gusta especialmente Eva Liebau como Celia con su voz brillante y ligera), y un orquesta de muy alta calidad bajo la dirección experta de Marc Minkowsky. De todos estos ingredientes favorables ha resultado una producción espléndida que recibió aplausos tempestuosos, muchos bravos y creó una atmósfera tan alegre que nos dejó todos entusiasmados y felices al público, a los artistas y... bueno, estoy segura de que en una plaza de Salzburg cubierta de nieve, una sonrisa satisfecha se insinuaba en los labios fríos de la estatua de un gran compositor...
Bravo y muchas gracias a todos, especialmente a Rolando, especialmente por la belleza infinita de esta aria!!
Laurita
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foto: Die Presse © Apa - Barbara Gindl
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Una apoteósis de la coloratura en una brillantísima y elegantísima puesta en escena. Es casi imposible describir esta velada tan rica, tan hermosa, tan emocional. Conocía Lucio Silla en los CD-s de Ádám Fischer y de Harmoncourt, quería esta música, que, en ciertas partes, me parece pertenecer a las más bellas melodías de Mozart. Pero escucharlo en vivo con Minkowski y su fabulosa orquesta era una experiencia maravillosa. Bajo la batuta de Minkowski, esta música era llena de frescura y sentimiento.
En Lucio Silla, Mozart nos ofrece “recitativos seccos” y también “recitativos accompagnatos”. Estos últimos permiten una expresión más matizada, personalizada e individualizada con la utilización de varios instrumentos musicales. La diversidad de las formas de aria, el coro y los conjuntos sirven para expresar una amplia gama de sentimientos. Los instrumentos son utilizados para indicar algo sobre la situación y caracterizar a la persona. Por ejemplo, en la primera aria de Silla, el sonido de las trompetas y timbales anuncia su llegada. Todas las cantantes eran soberbias: Giunia (Olga Peretyatko), Cinna (Inga Kalna), Cecilio (Marianne Crebassa) y Celia (Eva Liebau). Su coloraturas eran de una dificultad vocal e interpretativa elevada. La puesta en escena es prodigiosa, grandiosa. Marshall Pynkoski nos ofrece la música de Mozart,enriquecida por un ballet clásico que abre la ópera y que nos acompaña hasta la escena final. Era muy especial ver esta danza clásica que se convirtió en la parte integrante de la ópera.
Otra cosa sorprendente y curiosa era la gran cantidad de movimientos muy complicados y complejos de todos los cantantes. Estos movimientos acentúan las acciones en la escena y con ellos, la música era aún más potente y intensa. Y aunque los gestos y movimientos que tenemos en el escenario son amplios y grandes, nunca parecen exagerados, porque la música los llena de significado. Ellos se convierten en detalles "naturales” de la drama. El decorado evoca la época romana clásica, mientras el vestuario riquísimo y hermosísimo el.barroco. Y a pesar de esta diferencia, tenemos una harmonia perfecta.
¿Y Rolando? Como siempre, él no interpretaba Silla, ERA Silla. En todos sus movimientos y gestos, en la furia, en las bofetadas, en los abrazos, en la generosidad. El Mozart de Rolando no es algo abstracto, no esta lejos de nuestra época, esta música es natural y directa, esta cerca de nosotros, y es profundamente humana. Con la voz prodigiosa de Rolando, la música de Mozart nos abraza, nos envuelve, y nos sentimos que queremos escucharla siempre.
La belleza, los colores, el timbre exquisito de su voz eran todos muy "rolanderos”. Sus elaboradas coloraturas eran brillantes, ligeras, finas. Su fuerza teatral en la escena me impresionaba mucho.
El recitativo y la aria de J. C. Bach, interpretados por Rolando de una manera excepcional, eran para mi uno de los puntos culminantes de la noche. Rolando cantaba estas partes sentado al borde de la escena, y después directamente sobre la pared que separa el público de la orquesta, a unos centímetros de los espectadores. Su voz, su canto y su presencia eran una pura magia.
En Salzburgo, Mozart estaba felicísimo. ¡Gracias! Señor Sillazón (nombre utilizado por Rolando...)
Eleonore
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foto: © Matthias Baus |
El primer vídeo procede de un reportage de ORF TV y el segundo es una aportación de una habitual colaboradora, de las imágenes de los aplausos finales.