El 1 de mayo de este año, BBC Radio 3 emitió una larga entrevista de Tom Service a Rolando Villazón. En el Blog se le dedicó un post, con el audio original en inglés, pero bastantes lectores tienen problemas para entenderlo, con la dificultad añadida de no estar escrito. (leer post HOY 1 DE MAYO, ROLANDO EN BBC RADIO3 )
Tres lectoras del Blog se ofrecieron enseguida para transcribir la entrevista. Barbara, Louise y Lisa se repartieron el texto, hasta que completaron entre las tres el original en inglés. Luego Judit la ha traducido entera al español. Siempre agradezco cualquier colaboración, por pequeña que sea, pero en este caso es justo reconocer el gran esfuerzo de estas cuatro personas, se lo agradezco de todo corazón.
Tom Service: Hoy – ¡Rolando Villazón! Hablo con el tenor mexicano en su casa de París sobre su repertorio, su filosofía musical, su vida como estrella de la música clásica y como payaso, y sobre como se maneja con las críticas y con la fama:
Villazón está a punto de volver a los escenarios operísticos y salas de concierto, después de una seria operación – la segunda vez que se ha visto obligado a tomarse un descanso de su carrera. Pero a pesar de que todavía no tiene 40 años, Rolando ya ha alcanzado más de lo que la mayoría de cantantes de ópera consiguen en toda una vida. Creció en Mexico City, su voz era oída por los vecinos, y a partir de su descubrimiento Villazón ha tenido lo que parece una vida musical mágica, con papeles de Donizetti y Verdi que ha hecho suyos, Nemorino en L’Elisir d’Amore y Alfredo en La Travista, entre otros. Se ha convertido en imprescindible en los castings de los más grandes teatros de ópera del mundo, desde el Convent Garden en Londres a la Metropolitan Opera de Nueva York o las Staatsoper de Viena o Berlín. Pero probablemente es más conocido por la audiencia de la televisión británica como uno de los jueces del programa Popstar to Operastar del canal ITV, donde preparaba a celebridades para cantar arias de ópera, un papel que le valió algunas críticas por parte de la prensa, en las que me incluio.Villazón vuelve a los escenarios británicos este fin de semana, con conciertos de Haendel. No es un repertorio que se asocie inmediatamente con él, pero ha grabado recientemente un disco íntegro de Haendel para la Deutsche Grammophon. Otro CD reciente del réquiem de Verdi, dirigido por Antonio Pappano, acaba de ganar el BBC music magazine award.Villazón se entrenó como payaso en México. Su rebelde y rizado pelo y sus pobladas cejas probablemente le ayudaron!. Es un excelente caricaturista, y está escribiendo una novela: en su casa de París ejerce de padre devoto de sus dos hijos. Rolando Villazón no es simplemente un tenor, sino más bien una fuerza de la naturaleza.
Entrevista
TS: Rolando, ¿cómo ha sido la vuelta a los escenarios esta vez?
RV: Mira, no es que me moleste, pero en todas partes aparece la palabra
“vuelta” – y probablemente yo mismo la he usado… ¿Vuelta de dónde? ¿De qué? Quiero
decir, ¿qué habría pasado si hubiera dicho, “voy a parar un año porque quiero
tomarme un año de descanso?”. Uno de los problemas de este mundo, el mundo de
la música, es que tienes que firmar contratos con tres, cuatro, cinco, seis
años de antelación. ¿Cómo puede uno saber que va a pasar dentro de tres años,
en términos de salud, o de tu vida privada, a lo mejor decides “bueno, me
gustaría hacer algo más, en el campo artístico, o algo más como ser humano, durante
los tres próximos meses”…
Pero volviendo a la pregunta, simplemente siento que he seguido con mi
carrera. Tuve un problema de salud, y lo he solucionado, y eso es todo. Lo que
ocurre es que mi problema de salud está localizado en mis cuerdas vocales, se
trataba de un quiste en la cuerda vocal. Pero obviamente, en el momento en que
surge un problema todo el mundo te señala y dice “Ya está, se acabó, ahora sí
que se ha acabado!”. Ven al pájaro viniéndose abajo, abajo…. Neeeee! (hace un
ruido de una bomba cayendo, luego el ruido del trompazo). Y, evidentemente, una
vez han dicho eso, después de una operación y la rehabilitación, ven que continuas
tu carrera, y lo llaman una vuelta a los escenarios, porque ya te han
enterrado, ya han dicho que se había acabado y luego… “!Oh no, ha vuelto!”
(risas)
Está muy a la defensiva a ese respecto. De hecho yo me refería
simplemente a “la vuelta tras un problema de salud”, pero el hecho de que se
muestre tan a la defensiva sobre ello muestra que debe haber habido una
reacción negativa sobre todo eso, en lo que concierne a la industria de la
música, que Usted siente que la gente le ve de cierta manera porque, al tener un
problema de salud, algo debe ir mal… ¿Es
esto lo que quiere decir? ¿Hay algún problema en la industria de la música en
relación a la manera cómo le ven?
Creo que no sólo en la industria. Sí, se trata de la percepción de la
gente sobre quien eres, y la propia percepción de uno mismo. Hubo un tiempo en
el que no sabía que era lo que me estaba sucediendo, lo cual hacía difícil el hecho
de salir al escenario, y realmente no sabía qué estaba pasando, y por eso estaba
todo en el aire.
Alguna vez mencionó estar cantando Don Carlo en la Royal Opera House,
después del primer periodo en que ya tuvo problemas, cuando volvió y describió
como se sentía en el escenario, cantando el Don Carlos en la Royal Opera House,
sintiendo que no tenía el control.
Sí, este primer período tuvo que ver con el quiste que tenía. Lo había
tenido, según me dijo el doctor, desde hacía unos cuatro años, y simplemente
había ido creciendo y creciendo. En determinados momentos podía manejarlo, a
pesar de no saber que estaba ahí. Y después, obviamente, el año pasado ya no
pude manejarlo porque había crecido tanto que tuvieron que sacarlo. La verdad
es, al fin y al cabo, que me lo he pasado bien durante este año. Tuve momentos
difíciles: tuve que aprender a hablar de nuevo, y a cantar… Pero es como un deportista
que tiene un accidente en la pierna, n jugador de fútbol. Le operan y si le
preguntas, estoy seguro de que dirá que tuvo que aprender a andar de nuevo y
empezar a correr poco a poco hasta que volvió a recuperar el nivel. Bien, esto
es lo que yo hice. Mi vida no estuvo amenazada. Quizás esta parte defensiva es
porqué hay mucho misterio en esta carrera, mucha gente que cree que sabe mucho
sobre cómo cantar ópera…
[interrumpiendo] ¿Se refiere a los críticos?
No, me refiero a todo el mundo: a la audiencia, a los críticos también.
Me refiero a todo el mundo, ¡incluso a nosotros, los cantantes! Y el canto, es
un misterio, ¿cómo se pone todo junto? La forma de hacerlo es algo muy
personal, pero al final hay un aspecto técnico que en mi opinión mucha gente
ignora. Y imagino que nosotros, no sólo yo, creo que nosotros, los cantantes,
especialmente si tenemos éxito, nos ponemos un poco a la defensiva cuando la gente
dice: “Esto está mal. No debería cantar así. No debería hacer eso. No debería
atacar la nota así. No debería hacer estos pianos y cantar las notas altas así.
Abre demasiado la boca. Va demasiado deprisa… Así es como sucede. ¡El pelo es
demasiado largo, esto va a afectar su voz!” Sucede especialmente con los
cantantes de ópera… no pasa con los directores o los instrumentalistas. Hay una
pasión acerca de la voz, la música que nace del cuerpo, que es la voz.
¿Se siente más frágil o más fuerte como resultado de todo esto? ¿Siente
que sabe más acerca de su voz? ¿Le parece más difícil pensar en “cómo debo
hacer cosas que antes me resultaban fáciles”, o es lo mismo que antes?
¡No, es todo diferente! (risas). ¿Qué si me siento más frágil o más
fuerte? No importa. No lo se. Me siento feliz de volver a los escenarios. Tengo
la sensación de que es importante saber que somos afortunados de poder subir a
un escenario, y también es importante saber que es algo muy trascendente. Me
refiero a que quizás esto es lo que pasó después de todo este tiempo en que he
estado pensando acerca de cuál es la función del artista en nuestro tiempo, y
especialmente del artista de ópera. ¿Es la ópera un arte de museo? Puede ser un
museo, pero yo no quiero que lo sea; debería ser una forma de arte que habla de
hoy, que puede contactar con la gente
de hoy en día, con la misma gente que conecta con Shakira o con Pink Martini o
con…¡no sé los nombres de otros grupos! Tiene un papel muy importante en
nuestra sociedad y, por ello, volviendo al principio de la entrevista, quizá la
parte defensiva de todo ello es que pienso que perdemos demasiado tiempo en
superficialidades: “¿es una voz bonita?, ¿es una voz pequeña?, ¿grande?, ¿aguanta
la respiración el tiempo suficiente?, ¿va bien vestido?.... ¿No podríamos ir
más allá?
Rolando, esto sugiere que lee las críticas. ¿Las lee todas?
No, no lo hago. ¡Antes lo hacía!
Pero sabe lo que la gente opina de usted: todo lo que está diciendo,
cosas concretas, tiene que haberlas leído para poder citarlas. ¿Lee lo que la
gente escribe sobre usted?
Ya le digo, antes leía todas las críticas al principio de mi carrera.
Y, pensaba, esto debe ser importante. Aparte del hecho de que a todo artista le
encanta leer un elogio en el periódico, y esto es muy interesante, desde el
punto de vista psicológico la mayoría de nosotros buscamos la mala crítica.
Puedes leer ocho críticas buenas y pensar “!fantástico, perfecto, genial!”
Luego lees una crítica mala y dices: “!Oh, no! ¡Soy un desastre: no les he
gustado!”.
¿Es casi como si buscara la crítica mala, como si de hecho la quisiera?
Sí, sí. Bueno, es la atracción del abismo, ya sabe (risas), pero
también, tener éxito – y esto es cierto no sólo para un artista, sino para
cualquier persona que tenga éxito – la gente puede estar celosa, la gente te
puede envidiar, y uno no quiere eso, porque somos animales sociales y nadie
quiere tener algo que le aparte de los demás, de una manera subconsciente. Por
lo que estamos pendientes, de alguna manera, de estas malas críticas para poder
decir: “¡ok, ok, no! No, mira. No todo es fantástico. ¡Mira lo que dicen de mí!”
Volviendo a las críticas, siempre hay un fan que me manda un correo diciendo: “¿has
leído esto?” Y no siempre son las críticas buenas. La gente me dice: “Oh, no
vayas ahí porque han escrito esto, y esto, y esto”. Bueno, algunas críticas es
divertido leerlas. Recuerdo la que conteste de Rupert.
¿Se refiere a Rupert Christiansen? Es lo que iba a decir ahora: usted
se involucró de una manera muy directa con el crítico Rupert Christinansen en The Telegraph, hablando sobre lo que él
había escrito sobre el show que hizo para ITV “From Popstar to Opera Star”.
Debería decir que yo también escribí un poco sobre esto. Mi punto de vista no
era demasiado diferente al de Rupert, pero su respuesta fue muy audaz y
directa, una respuesta muy sincera y genuina, diciendo que lo que usted estaba
haciendo en el show estaba bien porque estaba ampliando los límites de la ópera
y llevándola a gente nueva…
Dije que esto era una consecuencia. No lo hice por eso. Mire, sería una
salida muy fácil para mí decir “soy el embajador de la ópera y por eso hago
este sacrificio”. No, no hay ningún sacrificio, y no, no lo hice como embajador
de nada. Esto va a continuar, creo, la serie, por lo que van a poder escribir
sobre ello de nuevo (risas). En mi caso, cuando leo las críticas, se que no es
nada personal. A veces critican al artista, pero otras critican aquello en lo
que el artista se ha convertido. A veces soy una excusa para criticar algo
sobre la industria, y la manera como las compañías de la ciudad trabajan con
los cantantes, o cómo los teatros de ópera trabajan con los cantantes, etcétera,
etcétera. Y al final no es algo personal.
Oiga, tengo que provocarle un
poco sobre “From Popstar to Operastar”.
Vi algo de la serie, y en la final del show estaban usted, Katherine Jenkins, Darius
Campbell, como tenemos que llamarle ahora, y Bernie Nolan. Y estaban cantando todos
la canción del brindis, el Brindisi,
del primer acto de la Traviata. Cuando
lo oí, tuve la sensación de que había un Rolls Royce (usted), y posiblemente un
Rover o algo similar (Katherine Jenkins), y un par de coches de segunda mano.
No era equiparable en absoluto. Usted tuvo que sentir, estoy seguro, que en
este viaje los popstars nunca iban a
poder alcanzar nada similar al nivel de Katherine, y por supuesto nunca en la
vida iban a alcanzar el nivel donde está usted.
No, no, no. Yo no esperaba verles en la próxima sesión del Coven
Garden, y así lo dije en mi artículo. No estábamos presentando esto en el Coven
Garden, estábamos en aquel programa y en aquel formato, y no veo nada malo en
ello. Y en cuanto a Bernie Nolan, debería haberla visto… Lamento que la gente
no haya podido ver cuanto progresaron realmente. Hacia el final Bernie estaba
cantando arias de ópera, y estaba entonando bien. Su técnica no estaba nada
mal. Le dije a Bernie, si quisieras ser una cantante de cross over, podrías serlo. Lo tiene todo. Me sorprendió muchísimo
el progreso de Bernie, fue una sorpresa que superó mis expectativas. ¡Nunca
pensé que alguien pudiera alcanzar este nivel!
No hay absolutamente ningún problema sobre el show en cuanto a lo que pretende,
ser un show de entretenimiento, sobre música, sobre melodías que la gente
conoce. ¿Pero hay alguna conexión entre estar en un show como este, que
populariza al menos cierta clase de ópera, y lo que usted hace en una sala de
conciertos? En otras palabras, es una parte de su estrategia, romper estos
límites, encontrar otras maneras de conectar con la gente, o buscar otras fórmulas
para que la ópera siga viva y actual hoy en día?
La verdad es que no creo que tenga ninguna estrategia….
Un sueño sería la palabra en realidad…
Mire, probablemente mi honestidad juegue en mi contra. Debería
aprovechar lo que ha dicho y afirmar: “En efecto, esta es mi estrategia. Sí,
tengo un ideal y quiero llevarlo acabo”. Pero no, ya le digo, me llamaron en
Noviembre. Me explicaron el formato del show y pensé: “Es genial”. No vi nada en
contra. ¿Es curioso, sabe? Me dije, no voy a hacer nada malo, ya lo dije antes,
el escenario no es una jaula. Mire, he interpretado los Dichterliebe de Schumann, he interpretado las siete canciones de
Falla, a Duparc, una música que me tomo con todo el respeto y la seriedad que
necesita. He pasado horas tratando de encontrar el misterio de cada consonante,
cada vocal, la forma de la frase, del lenguaje. Y con la misma seriedad luego
voy al programa de televisión, y hago lo que el programa me está pidiendo. Si
voy ahí con una actitud de interprete de lieder de Schumann le estoy fallando
al programa, y entonces debería haber dicho no desde el inicio. Pero en lugar
de esto, voy y hago mi “Chaka, chaka”, ¡sí! Pero también, y esto fue muy
importante para mí, estaba preguntando siempre: ¿Cuántos segundos tengo? Y
preparaba pequeñas cosas que decir sobre lo que yo creo que la ópera significa,
para explicar que la música es importante, que es por lo que estamos en este
programa, para hacer algo significativo, y fue fantástico oír a los popstars decir: “Vayan a la ópera, es
realmente maravilloso, nunca pensé que fuera así”. Fui al Covent Garden, hablé con la gente y, por supuesto había gente a
favor y en contra, pero me sorprendió cuando alguien dijo: “Ahora recibimos
llamadas tipo”:
- Cuando van a
hacer el Brindisi? (lo pronuncian mal
pero no importa)
- Dentro de dos
meses
- Me gustaría que
me informaran cuando salgan los billetes. Y la mujer japonesa, la que espera al
americano… es una bonita historia. ¿Cuándo la harán?
- El próximo año
- Ah, pues ¿podría
ponerme en la lista para las entradas?
Mire, esta no es la razón por la que hice From Popstar to Opera Star,
pero es una consecuencia que acepto encantado.
Es una buena consecuencia…
¡Maravillosa! Estaba entrando en el Eurostar y el controlador de billetes me dice: “¿no es
usted el tipo de la ópera? Y le contesto: “sí”. Ahhhh, ¿sabe? Acabo de
regalarle a mi mujer dos entradas para la ópera como regalo de cumpleaños.
Vimos el programa y nos dijimos, oh…, tenemos que ir…” Y ya se que la gente
piensa que es muy caro, pero si se hace un esfuerzo…
No, no es super caro…
Se pueden encontrar entradas baratas. Si piensa en un partido Arsenal contra Chelsea, la entrada es tan cara como una entrada cara en la ópera
¡La mayoría de veces la ópera es incluso más barata!
La ópera es más barata, exacto, y además hay varias maneras de experimentar
la ópera, están los CDs, pero también el teatro. Vayan al teatro, y pueden
encontrar entradas, si se esfuerzan un poco, por 20 libras. En primera
fila. En cada teatro de ópera del mundo se esfuerzan por atraer la gente a la
ópera.
Rolando Villazón, la forma más inmediata como se va a comunicar con la
audiencia de Londres es a través de Haendel, con este concierto que forma parte
del tour que está haciendo con Paul McCreesh y el concierto Gabrieli. Había
grabado piezas de Haendel, por supuesto, pero lo interpreta algo menos a menudo
que otra gente (Rolando ríe). ¿Cuál es su relación con su música, su material,
y la experiencia del programa que interpreta en estos conciertos?
Mi primer contacto con esta música fue con Monteverdi, y fue con
Emmanuelle Haïm. Me invitó a trabajar con ella, y me enamoré de este fantástico
repertorio, así que empecé a escuchar lo que vino después, y a Haendel especialmente.
Me encantó Haendel y por eso grabe este CD, y preparamos este largo tour, y
luego lo tuve que cancelar. Quise mantener este tour a mi vuelta. ¿Qué es lo
que me gusta de esta música? Lo tiene todo: tiene madurez porque el ritmo es
muy importante. En esta música, casi se puede sentir el pulso de una canción
pop, y las grandes canciones del pop tienen esto, me refiero a canciones pop
actuales. También me encanta la sensación de “la giustizia”, ya sabe, como in
“Ombra mai fu” y “Scherza infida”, como Haendel es capaz de alargar el ritmo, y
la voz, y los instrumentos. Es un músico mucho más completo que Vivaldi, por
ejemplo, y puede transmitir, como Vivaldi hizo, tanto la locura chispeante, esa
deliciosa sensación, como también el mar clamado donde tienes la sensación de
fundirte con el atardecer. Y es simplemente maravilloso, inmenso, misterioso… y
de pronto, BOOM! vuelve atrás y las nuves aparecen y todo se llena de peces
danzando y pájaros volando, y (canta)… “Dopo notte, atra e funesta”. Es
simplemente… la manera como ser mueve de un extremo al otro, y la riqueza de la
orquestación, es fantástico.
Lo que me encanta de este periodo es que la técnica es lo más importante,
la voz está en segundo término. Más tarde, con el verismo, la voz será lo
primero, la técnica lo segundo. Lo que la gente espera en Puccini es, “dame la
voz… y grita si es necesario… no me importa”. Obviamente, cuando se canta
verismo sin gritar y se transmite con la técnica que usarías para Mozart,
entonces es algo sublime. Pero en Haendel, primero está la técnica… y después
la voz. Y si pones la voz primero vas a (ruido de un choque) estrellarte en la
música. Y tienes que acompañar a la música, ser una parte de ella, más que en
ningún otro repertorio, y esto me encanta. Me encanta ser una parte del todo.
Recuerdo cuando canté el Requiem de Verdi, un amigo mío me dijo: “¿sabes?
Ha estado muy bien, ha sido precioso, pero no he visto tu personalidad, no has destacado
como haces a veces en los conciertos”, y yo le dije “gracias, me lo tomo como
un cumplido, porque esto es exactamente lo que intentaba hacer…” sólo interpretar
de la mejor manera posible. Y hablando de Tony Papanno: qué gran experiencia
trabajar con él!… Es algo increíble poder tener un gran músico, un gran
director, un gran líder con una maravillosa idea. Este réquiem es “su” réquiem
y ha sido correctamente valorado, porque desde el principio hasta el fin,
puedes ver que él está encima de todo. Sabe colocar a los cantantes de tal manera
que todo resulta perfecto… Bueno, no, no perfecto, porque odio escuchar el
adjetivo “perfecto” en música. No, dame imperfección. Lo perfecto es a veces
aburrido, algo completamente “no humano”. Yo quiero oír humanidad, y los seres
humanos somos imperfectos. Por lo tanto la música, es imperfecta. Incluso con
los mejores compositores oyes alguna nota que
(ruido chirriante)… ¿Por qué está ahí?... Y los mejores interpretes, me
gusta oír cuando el sentimiento y su humanidad les transporta y de pronto no se
trata de una pieza de arte… es sólo algo creado por seres humanos y la fuerza
del espíritu humano juntos, y eso hace que algo nazca.
¿Cuánto cuesta acceder a este sitio, llegar al sitio en que se da esta
“imperfecta-perfecta” experiencia humana en un escenario de ópera, rodeado de
todas las otras cosas que pasan en torno a la carrera de una estrella de la
ópera, que es lo que usted es, le guste o no. Todo este “apparatus”, el hecho
de tener compromisos a años vista, y la manera como la ópera funciona: los
fans, los críticos, la audiencia… ¿todo esto lo hace más duro?
Sí, probablemente sí, pero así es la vida. Creo que lo hace más duro
porqué a una parte de mi le gustaría saltar al escenario y sentir que, una vez allí,
nada más importa. Una vez en el escenario, tu nombre no significa nada. Rolando
Villazón – y se lo digo con toda la sinceridad – no es nadie. Cuando canté en
Viena, era Nemorino. Hacía las cosas que creía que aquel Nemorino que yo había
creado, haría en cada ocasión. Pero al mismo tiempo el intérprete debe estar
bajo control: saber cuando debes estar quieto porque no es tu momento, porque
no debes captar la atención… Lo que el público debe mirar es otra cosa, el
sargento está entrando, y si haces cualquier movimiento, debe ser sólo para
subrayar la presencia de ese personaje. Esto lo aprendí cuando hice los “Alfredos”
al inicio de mi carrera. Cuanto más interpretas a Alfredo como una luz que
brilla sobre Violeta, más éxito tendrás. Se trata de la historia de Violetta
Valéry: dejad que ella se lleve el show, ¡sí! Es el show de Violetta Valéry, y
así está escrito! Así que, ¿me pregunta si es duro? Imagino que es necesario.
Es una lucha. Creo que una lucha con mi celebridad, pero la acepto con gusto.
Me siento muy feliz, ¿sabe? No voy a negarle que el hecho de que pueda vender
CDs me permite decir: “me gustaría hacer un CD de Haendel, o que mi próximo
proyecto sea sobre canción mexicana”. Probablemente a la industria de la música
le gustaría más tener, no sé, un álbum con canciones de Navidad o de Puccini, y
probablemente sería un éxito de ventas… Debo decir, en relación a todo lo que
se dice sobre que “Villazón ha sido obligado por la industria y los teatros”… ¡A
mi no me ha empujado nadie a hacer nada!. He firmado yo mismo todos los contratos.
La responsabilidad es mía. ¿Qué he cometido errores? Sí, he cometido varios
errores. ¿Qué si los seguiré cometiendo? ¡Sí, por supuesto! ¿Que fracasaré?
Estoy seguro de que en algún momento fracasaré, porqué voy a seguir tomando
riesgos. Creo que el arte debe ser arriesgado. El artista de verdad debe estar
justo ahí, en el límite. Necesita probar diferentes cosas. ¿Qué si haré más
shows en televisión? Sí, los haré. Acabo de grabar un documental para la BBC, What makes a great tenor.
Es un programa muy serio sobre grandes tenores del pasado. Es un homenaje a los
tenores del pasado, en cierta manera, una explicación sobre como funciona su
voz. Creo, y me siento muy feliz por ello, que ganaremos unos 100.000
espectadores del Popstar to Opera Star
porqué dirán: “vamos a ver que hace el tipo del Chaka Chaka”. Y sí, habrá más
cosas divertidas, porque hay un payaso en mí y dejo que el payaso sea él mismo.
Este payaso que vive en mi me ha liberado de mi propia crítica, de mi crítica
interna. La que dice “oye, eres un interprete profesional, deberías vestirte
así, o deberías… (suspira)”. Y el payaso dice ¡NO! ¡Deberías ser TÚ! Deberías
correr riesgos, hacer las cosas que te apetecen, y si fracasas, reflexiona
sobre ello. En realidad el payaso no diría eso, diría: ”!si fracasas, vuelve a
intentarlo!”
Mire, la verdad es que el perfil psicológico de todo esto es
fascinante. Su mujer es psicólogo, por lo que debe pasárselo bomba con usted porque
su mente no para. Usted obviamente debe necesitar el chute de adrenalina o la
sensación de límite que el estar en el escenario le da. Así que, en estos
periodos en los que, por la razón que sea, no pudo subir al escenario, no pudo
habitar este mundo de extremos y riesgo que significa el escenario, ¿pudo
funcionar si ello?
Ah, claro, absolutamente. Pude, y podría. Quiero decir que adoro el
escenario, me encanta interpretar, amo la ópera, disfruto cantando… Lo que eché
de menos fue el hecho de poder cantar. No profesionalmente, sino simplemente
cantar. Yo canto constantemente, Canto en la ducha, canto cuando ayudo en la
cocina. Canto para mis hijos. Canto cuando ando por la calle… Empiezo a
tatarear... Y esto es lo que no podía
hacer: es lo que echaba de menos. Recuerdo una vez que estaba andando con
Lucía, mi mujer. Era un día precioso y pare junto a un árbol… y todos los
pájaros estaban cantando (silba). Y yo no podía cantar. Y les mire y les dije: ¡CABRONES!
Realmente, esto es lo que eché de menos.
¿No echo de menos el hecho de poder comunicarse?
Bueno, esto es algo diferente. El escenario es un medio de
comunicación, pero no sólo es eso. Lo que hice durante aquel tiempo es algo que
siempre he querido hacer, que es escribir una novela. Y pasé horas y horas en
una habitación que he construido aquí, arriba, y empecé a escribir. Fue tan
intenso como aprender e interpretar una ópera. Fue, y de hecho es, porqué
todavía estoy en ello y pienso terminarla, extraordinario.
Hay una frase de Susan Sondheim, en sus diarios (ruido de páginas)… Aquí
está. Me encanta esta frase: “Me cuesta pensar excepto cuando estoy hablando.
Por eso hablo tanto”. Lo cual me describe, en serio. La entiendo totalmente.
Tengo una idea, y tengo que hablar. Incluso cuando estoy solo, creo
conversaciones y empiezo a hablar. Imagino a gente a la que le hablaría,
imagino entrevistas… Es curioso, pero mis pensamientos necesitan el soporte del
papel o necesito expresarlos. Y creo que cantar es igual. Siempre he pensado
que el canto es una expresión de mi alma. ¡Tengo un alma que necesita gritar! ¡Todo
el mundo tiene un alma que necesita gritar! Tenemos que encontrar la vía para dejar
que nuestra alma grite.
En mi vida todo ha pasado casi por accidente. Yo fui descubierto – cosa que
sucede a la mayoría de los cantantes de ópera. Pocos de ellos querían ser cantantes
de ópera. La mayoría, como en mi caso, fueron descubiertos. Y a partir de ahí,
todo sucedió antes de que yo pudiera planificarlo. Una compañía discográfica
vino a mi y dijo: “Nos gustaría que grabara un CD con nosotros”. Y bueno, ahí
empezó mi carrera. El debut en París fue un accidente. Un tenor canceló, mi
amigo Ramón Vargas… y por un cúmulo de circunstancias me pidieron a mí que
cantara. Y así empezó, y siguió, siguió y siguió... Usted mencionó antes la
palabra estrategia. No ha habido ninguna estrategia. Lo que ha habido – y esta
es una estrategia de payaso – es el modo “SI”.
Mire, hay un dicho que me aburre enormemente. En el mundo de la ópera la
mayor sabiduría es “aprender a decir no” ¡Ughhh! ¡Sí, aprende a decir SÍ! Para
mi la sabiduría es, aprende a decir SÍ. ¿Por qué el “no”? Aprende a decir sí…
“SÍ” a las cosas que son buenas para ti, “SÏ”, al tiempo libre... Pero en
realidad lo que normalmente quieren decir es: “Di no, no cantes tanto, no
cantes papeles difíciles, no…” ¡Pues sí,
hazlo! Intenta hacerlos, y si ves que no son adecudos para ti, entonces de
acuerdo. Cuando la gente dice “El Don
Carlo, este fue su problema…” ¡No! Quiero cantar Don Carlo de nuevo. Quiero interpretar a Don José. No estoy de acuerdo en que estos roles sean para grandes
voces. Deberían ser para tenores líricos con un buen director. Y este es el
caso con el Don Carlo que hice. Tuve
al maravilloso Chailly, y en el último tuve al increíble Pappano. Músicos
extraordinarios: entienden a la gente con la que trabajan. Así que, si trabajas
con alguien que va… BOOOM, y hace sonar la orquestra como un ejército, entonces
ni el más potente tenor del mundo va a conseguir que se le oiga. Las orquestras
han cambiado. Los cantantes han cambiado. Y los límites se presentaran por ellos
mismos, y a veces no es nada agradable. Yo lo se por experiencia ahora. A veces
dices: ¡“uau, esto ha sido un agujero!”
En esos momentos en que se acerca al agujero o a veces cae en él, ¿qué
le salva? ¿Cosas como las que aprendió haciendo de payaso? ¿Hay estrategias en
su vida? ¿O sabiendo que está escribiendo una novela, sabiendo que le gusta
dibujar, sabiendo que tiene una familia fantástica, esta casa fantástica en
París… son esas las cosas que le salvan en momentos como estos? ¿O… que es?
Sí, diría que soy muy afortunado. Tengo una familia maravillosa, tengo
buenos amigos. ¿Que es lo que salva a cualquiera? Son la razón y el amor. Es el
hecho de analizar las cosas, porque no se trata sólo de forzar hasta el límite
y luego seguir corriendo y… (gritos) morir”. Fuerza hasta el límite, pero se
consciente de lo que está sucediendo. Entiende lo que va a suceder ahí. Piensa
en las consecuencias… ¡y después abraza las consecuencias!
Siempre he pensado que es como si miras esta pared y dices: “me encantaría
poder saltarla”. De acuerdo, la consecuencia es que si la salto, me voy a
romper la pierna. Así que tienes dos opciones: sí o no. Si escoges “aprende a
decir que no” vas a decir, no, no lo haré, y te vas y salvas tu pierna. En el
modo “SÏ” dices, bueno, probablemente ésta será la consecuencia, ¡vamos a
intentarlo! Saltas… y sientes lo maravilloso que es estar en el aire, saltando
y después cayendo. ¡Y luego te rompes la pierna! Por tanto el tipo que se largo
nunca sabrá lo que se siente al saltar la pared. El tipo que se rompió la
pierna, dentro de un mes va a estar caminando de nuevo, y saltando otras
paredes. Para mí, ésta es la diferencia. Sí, pagas un precio por las cosas, y
no voy a decir que el tipo que se largo estaba equivocado. Es una opción de
vida, el es feliz así.
Pero, ¿parte de su cerebro es consciente en este momento? ¿Sabe el
riesgo que conlleva? Entonces, ¿se trata de aceptar que el riesgo está ahí y
que va a suceder… y aceptar que está bien?
A veces desearía que el cerebro no estuviera conectado. Honestamente, a
veces creo que pienso demasiando acerca de ciertas cosas y que debería
simplemente dejar que pasaran… que es lo que sucede en una buena
interpretación. Puedes estar muy nervioso, puedes pensar: ”si pasa eso o aquello,
entonces haré eso… bla, bla, bla, etc”. Pero cuando entras en el escenario,
BOOM, sabes que lo que tenga que pasar pasará, y ahí está la belleza de la
música. Hay algo, si quieres, místico en ello. No me gusta usar la palabra “místico”,
pero hay algo que va más allá de la explicación científica. Te sientas, en una
de estas funciones en las que todo va a la una, y el tempo se para y transcurre
de una forma única para la gente que está ahí sentada, para los que están actuando.
Y de pronto sientes una conexión con la música
(y esto no solo en la ópera) con la música en mayúsculas. Puedes incluso
tener la impresión de que no somos sólo animales, que, sea lo que sea, energía,
alma, esa parte de nosotros que no se puede explicar… en ese momento cobra significado…
En ese momento hay un contacto. Es como una corriente. Cuando entras en
ella, te conviertes en parte del fluir. No sólo parte de ello, tu das algo a
este fluir.
El modo como yo percibo una gran interpretación es como una ola. Solo
existe en este momento, es única. No importa que dos días después lo vuelvas a
hacer. Entonces será otra clase de ola. Por lo tanto mejor que disfrutes esa ola,
es la única que existirá en la historia del universo. Para mí, todo gira en
torno a esto.
Por lo tanto, la música importa, sí! Por supuesto importa mucho, y esta es
la pregunta que me hice desde el inicio, hace diez años, cuando empecé. Era una
gran pregunta. Releo mis notas, y sigo escribiendo: ¿qué es lo que hay en el
fondo de todo eso? ¿por qué estoy haciendo esto? ¿sólo para hacerme famoso? ¿sólo
por el aplauso? Entonces no vale la pena. ¿Por qué? La humanidad necesita más
que esto. Nos necesitamos los unos a los otros. Creo que hay un “nosotros”.
Tenemos que hacer de este mundo un mundo mejor, es un desastre de mundo,
tenemos que hacer de él un mundo mejor… y la música tiene un papel muy
importante para que el mundo sea mejor, estoy convencido.
READ INTERVIEW IN ENGLISH
Introduction
Tom Service: Today
– Rolando Villazón! I talk to the Mexican tenor at his home in Paris
and he tells me about his repertoire, his musical philosophy, his life
as a classical music superstar and clown, and about how he deals with
his critics, and his fame.
Villazón
is returning to the opera stage and concert platform just now, after a
serious operation – the second time he has had an enforced period away
from his career. But even though he is not yet 40, Rolando has already
achieved more than most opera singers manage in a lifetime. Growing up
in Mexico City, his voice was overheard by neighbours and since that
Damascene moment, Villazón has had what looks like a charmed musical
life. Roles in Donizetti and Verdi that he's made his own, Nemorino in L'Elisir d'Amore and Alfredo in La Traviata, among them. He's
become essential casting for all
the world’s great opera houses, from Covent Garden in London, to the
Metropolitan Opera in New York, from the Staatsopers in Vienna to
Berlin. But he's probably most familiar to British television audiences
as one of the judges of ITV's Popstar to Operastar, training celebrities to sing operatic arias, a role he got a wee bit of flack for in the press, not least from me.
Well,
he's back on stage in Britain, this bank holiday weekend, with concerts
of Handel. Not a repertoire you immediately associate with him but he
recorded a whole disk of Handel for Deutsche Grammophon recently.
Another recent CD of Verdi's requiem, conducted by Antonio Pappano, has
just won a BBC music magazine award.
Villazón
trained as a clown, in Mexico. His unruly curly hair and thick eyebrows
probably helped! He's an accomplished cartoonist, and he is writing a
novel; at home in Paris, he is a devoted father of two. Rolando Villazón
then is no mere tenor, but rather a force of nature.
Interview
TS: Rolando in coming back this time around, what's it been like?
RV:
You know actually it does not bother me, but there’s this ‘comeback’
word everywhere – and I have probably used it myself... Come back from
where? From what? I mean what would have happened if I had said, ‘I am
going to stop one year because I want to have one year off’? One of the
problems of the business, the music business, is that you have to sign
contracts three, four, five, six years in advance... that's a whole
child [Laughter]. And how are you supposed to know what is going to
happen in three years, in terms of health, or in terms of you, you know,
deciding, ‘Well, I rather do something else, artistically or something
else as a human being, for the next three months’?
But
going back to the question, I just feel that I resumed my career. You
know, I had a health problem and I solved it, and that's it. Of course
it happens that my health problem was in my vocal cord – it
was a cyst in the vocal cord. But obviously the other side of it is
that the moment you present a problem, everybody puts a cross on you,
and says, ‘That's it, it's over; it’s over now!’ They see the bird going
down, down... Neeeeeeeeeee! [Like a bomb falling, then a crashing
noise] And so, obviously, once they have said that, when months later,
after an operation and rehabilitation, you resume
your career, then they call it a ‘comeback’, because they had already
buried you, they had already said it’s over, and ‘Oh no, he's back!’
(Laughter)
TS:
You’re very defensive about this. Look, of course in my question there
was no more than saying ‘coming back from a health problem’, but the
fact that you’re so defensive about it shows that there must have been
negative reaction about all this, too, in the business; that you felt
that people are seeing you in a certain way because, with a health
problem, it means there must be something wrong... Is that what you’re
saying? There is a problem in the industry about the way you are seen?
RV:
I think more than the industry. Yeah, it’s the perception of people of
who you are, and your own perception of yourself. There was a time when I
didn't know what I had, which made it hard to go on stage, and I really
did not know what was going on, and so it was all in the air.
TS:
There was a time you mention singing don Carlos at the Royal Opera
House, which was after your first period when you were dealing with a
problem, when you came back and you described how you felt on stage,
doing don Carlos at the Royal Opera House, feeling not in control...
RV:
Yeah, that first period had to do with the cyst I had. I had had it,
the doctor tells me, for about four years, and it had just been growing
and growing. At certain points I was able to deal with it, even though I
didn't know it was there. And then obviously last year I couldn't deal
with it any more because it had grown so much that they had to take it
out. Really, the end of the story is, I did have a good time this year. I
had difficult moments: I had to relearn to speak, and relearn to
sing... But it’s like a sportsman who has an accident in the leg – a
football player – They undergo surgery, and – you ask them – I am sure
they had to walk again and start to run little by little until they got
to their level. Well, that’s what I
was doing. My life was not threatened. Maybe the defensive side is
because there is a lot of mystery in the career, a lot of people who
think they know a lot about opera singing...
TS: [Interrupting] You mean critics?
RV:
No, I mean everybody: I mean the audience, and I mean critics too. I
mean everybody, even ourselves, singers! And singing, it is a mystery –
how do we put everything together? – it’s a very personal thing, the way
you do it; but at the end there is a technical aspect of it too that I
think a lot of people do ignore. And I suppose we, not only me, I think we
singers, especially if you become successful, become a little bit
defensive or aware of the people on the outside saying, ‘This is wrong.
He shouldn't sing that. He shouldn't do that. He shouldn't approach the
note like this. He shouldn't do these
pianos, and sing those high notes like that. He opens the mouth too
much. He runs too much... It goes like this. The hair is too long!
That’s going to affect his voice!’ It happens especially in opera
singing... That does not happen with conductors or with
instrumentalists. There is a passion, about the voice, the music that
comes from the body, which is the voice.
TS:
Do you feel more fragile or stronger as a result of all this? Do you
feel you know more about your voice? Do you feel it’s harder to think
about ‘how do I approach things that were easy before’, or is it all
just the same?
RV: No, it’s all different! [Laughter] Do
I feel more fragile or do I feel stronger? It doesn't matter. I don't
know. I think I feel happy to go back on stage. I feel it’s important to
know that we are fortunate to be on the stage and it’s also important
to know that it’s a very serious playground. I mean maybe this is what
has happened after all this time, thinking about what is the function of
a performing artist in our time, and especially of something like
opera. Is opera a museum art form? Do we go to the museum? It can be a
museum, and I don't want it to be a museum; it should be an art form
that speaks today, that
can make a connection with the modern people, with those people who also
connect with Shakira or with Pink Martini, or with – I don't know the
names of others! It does have a very significant role in our society
and, therefore, in going back to the beginning, maybe the defensive side
of it is that I think we lose so much time in superficiality: ‘Is the
voice a nice voice? Is the voice a small voice? Is it a big voice? Does
he hold his breath long enough? Is he dressed beautifully?’ Can we go
beyond that?
TS: Rolando, that suggests you read all your criticism. Do you read all your reviews?
RV: No I don't. I used to!
TS:
But you know what people write about you: all the things you said,
specific things, you must have read people write about you for you to
quote them. Do you read what people write about you?
RV:
I tell you, I use to read every single critic at the beginning of my
career. And, I thought, this must be important. Apart from the fact that
every artist loves to see praise in the newspaper, also very
interestingly, psychologically most of us are looking for the bad one.
You can read eight good ones and go, ‘Great! Great! Great!’ Then you
look at the bad one and say, ‘Oh no! I am a disaster: they didn't like
me.’
TS: It’s almost as if you have been looking for that, as if actually you almost wanted that?
RV:
Yeah, yeah. Well, that’s the attraction of the abyss, you know
[laughs], but also, being successful – and this is not just true for an
artist, but for anybody who is successful – people can be jealous,
people can envy you, and you don't want that, because we are social
animals and so you don't want to have something that pushes you away
from everybody, subconsciously. So you are looking, somehow, for those
bad things so you can say, ‘Ok, ok, no! No, listen. Not everything is
great. Look what they wrote!’ So going back to critics, you know, there
is always a fan who will send me an email, saying, ‘Did you read this?’
and it’s not always the good ones. People say, ‘Oh don't go there
because they wrote this, and
this, and this.’ Ok, some others are fun to read. I remember the one I
answered from Rupert.
TS:
This is Rupert Christiansen? That is what I was going to say next; you
engaged very directly with the critic Rupert Christiansen in The Telegraph, talking about what he had written about the show you did for ITV, From Popstar to Opera Star.
I should say I also wrote a little bit about this. I wasn't too
dissimilar from Rupert's point of view, but your response was a very
bold and direct and heartfelt genuine response, saying that what you
were doing on that show was right because you were broadening the
boundaries of opera and
taking it to new people...
RV:
I said that was a consequence. I didn't do it because of that. You
know, that would be the easy exit for me to say, ‘I am the Ambassador of
opera and therefore I am making this sacrifice.’ No, there is no
sacrifice, and no I was not doing this as an ambassador. This is going
to continue I think, the series and all that, so you will be able to
write again about it [laughs]. But you know in my case, when I read
reviews, I know they are not personal. They are criticising sometimes
the artist, but sometimes, what the artist has become. Sometimes I am an
excuse to criticise something about the industry, and how the city
companies work with singers, or how opera theatres work with singers, et cetera et cetera. At the end it’s not personal.
TS: Listen, I have to challenge you a little on From Popstar to Operastar.
Only because I watched a bit of the series and in the final of that
show, there was you and Katherine Jenkins and Darius Campbell, as we
have to call him now, and Bernie Nolan. And you were all singing the
drinking song, Brindisi, from the first act of La Traviata.
When I heard that, I had the feeling there's a Rolls Royce (that's
you), and maybe there's possibly a Rover or something (Katherine
Jenkins), and there's a couple of second-hand cars. It’s
just not the same thing at all. You must have felt, surely, that in the
journey the pop stars were on they were never ever going to reach
anything like the sort of level that Katherine is on and certainly they
were never going to reach the level that you are on.
RV:
No, no, no. I was not expecting them to be in Covent Garden next
season, and I wrote that in my article. We are not in Covent Garden
presenting this; we are in this programme and in this format and I don't
see anything wrong about it. But, on the other hand, Bernie Nolan, you
should have seen her. It's unfortunate that people could not see how
they really progressed. Bernie was singing, at the end, operatic arias,
and she was singing them, in tune. Her technique was not at all bad.
I would advise Bernie, if you want to be a classical cross over artist,
you can be that. She has everything. I was extremely surprised by the
development of Bernie. It was a surprise that went beyond my
expectations. I never thought that somebody was going to
reach that level
TS:
There’s absolutely no problem with what that show is in terms of what
it does, in terms of delivering, an entertaining show, in terms of being
about music, and being about tunes that people know. But is there a
connection between being involved in a show like that, which popularises
at least some kind of opera, and what you do on the concert platform?
In other words, is that part of your strategy, to break these
boundaries, to find other ways to connect with people, or to find other
ways to make opera live and matter today?
RV: I must say, I don't think I have a strategy...
TS: A dream is what I mean really...
RV:
You know, probably my honesty works against me. I should take what
you just said and say, ‘Yes, this is my strategy. Yes, I have an idea
and I want to follow that idea, and to do that.’ No, I tell you they
called me in November. They explained to me the format of the TV show,
and I thought, ‘It’s great’. I didn't see anything against it. It’s
funny, you know, I said, I am going to be doing something wrong, I mean,
I said it before: the stage is not a cage. You see I have performed, Dich, o liebe,
Schumann; I have performed De Falla, the seven songs, Duparc, so this
is music, and I take it with all the respect and all the
seriousness that this music needs. I spent hours trying to find the
mysteries of every little consonant, every little vowel, the shape of
the phrase, the language, and with that same seriousness, I go to that
programme, and do what that programme is asking from me. If I go with
the attitude, of Schumann, lieder performer, then I fail in that
programme, then I should have said ‘no’ from the beginning. So instead I
go and I do my ‘Chaka Chaka’, yes! But also – this was very important
to me – I was always saying ‘How many seconds do I have?’ and I prepared
little things to say about what I feel opera is about, and I prepared
little things, to say why I think music matters, which, you know, is why
we are in this programme, for something meaningful, and it was great to
see the pop stars saying ‘Go to the opera, it’s really wonderful, I
never thought it was like this’. I went to Covent Garden, I talked to
the people in Covent
Garden, and of course there were the pro ones and the against ones, but
I was stunned when somebody said, ‘You know we receive phone calls now
that say,
– When is the Brindisi going to be? (They pronounce it wrong but it doesn't matter.)
– Well, it's in two months.
–
I would like to be informed when there are tickets, and the Japanese
woman – the woman who's waiting for the American – what's the story?
That's beautiful. When is it on?
– It’s next year we will have it.
– Oh, can I have it, can you please put me down on the list.
You know, that was not the reason that I did From Popstar to Opera Star, but it is a consequence that I embrace.
TS: That’s a good consequence...
RV:
Wonderful! I was in the Eurostar and, getting in, the person asking for
tickets says to me, ‘Aren't you the opera guy?’ and I say ‘Yeah’.
‘Ahhh, you know what? I just gave my wife two opera tickets, as a
present for our anniversary. We watched the programme and said “Oh, we
have to go (to the opera)”’, and you know people think it’s super
expensive, but if you make an effort…
TS: No, not super expensive...
RV:
You can find tickets, not expensive. If you think of an Arsenal game
against Chelsea, it’s as expensive as an expensive ticket in the opera.
TS: The opera is cheaper, mostly!
RV:
The opera is cheaper, there you go, and there are many ways to
experience opera, I mean CDs, but the theatre too. Go to the theatre,
and you can find tickets, if you make an effort, for £20. You are in
first row. In every opera house in the world, they make efforts to bring
people to the opera.
TS:
Rolando Villazón, the more immediate way you’re going to communicate
with the London audience is through Handel with this concert as part of a
tour you’re doing with Paul McCreesh and the Gabrieli concert. You
recorded Handel, of course, but you perform him in the opera house, you
know, somewhat less than, other people [Rolando laughs]. What is your
relationship with his music, his material and this concert experience
and this programme?
RV:
My first contact with this music was with Monteverdi, and it was with
Emmanuelle Haïm. She invited me to perform accompagnato, and I worked
with her, and I fell in love with this fantastic repertoire, so I
started listening to what came afterwards, and Handel particularly. I
loved Handel and so I recorded this CD, and we prepared this long tour,
and then I had to cancel. I wanted to keep this tour in my comeback.
What I like about this music? It has everything; it has a maturity
because rhythm maters so much. In this music, you almost feel the pulse
of a pop song and great pop songs have that, I mean pop songs of the
time. I also love the feeling in the la giustizia, you know like in
‘Ombra mai fu’ and ‘scherza
infida’ how
he’s able to stretch the timing, and the voice, and the instruments.
He’s a much richer musician than Vivaldi, for example, and he can
deliver –
as Vivaldi did – both the sparkling craziness, the delirious feeling of
it, but then he can give you this calm sea where you just feel like you
are going into a sunset. And it’s just wonderful and immense and
incomprehensible... and then suddenly, BOOM! he goes back and the clouds
come in and everything is full of dancing fishes and birds flying
around, and... [sings...] ‘Dopo notte, atra e funesta’. It’s just, how
he moves from one to the other, and the richness of the
orchestration, is fantastic.
What I love from this period of singing is that technique is the most important, voice is second. Later on, with verismo, voice
is first, technique second. What people were expecting in Puccini was,
‘Give me the voice... and scream through it... I don’t care.’ Obviously,
when you don’t scream the verismo
and you perform it with the technique that you would be using for
Mozart, then it’s sublime. But in Handel, it’s first technique ... then
voice. And if you put the voice first you will just [crashing sound]
splash into the music. And you have to join
the music; you have to be part of it, more than any other repertoire,
and this I love. I love to be part of a whole, you know.
I remember when I sang Requiem, Verdi, I had this friend who came and said, ‘You know what, it was very beautiful, but I couldn’t see your personality; you didn’t come out the way you sometimes do in a concert,’ and I said, ‘Thank you, that’s a compliment, because that was exactly what I tried to do...’ just to perform it in the best possible way. And, talking about Tony Pappano; what a fantastic experience to work with him. What a great thing it is to have a great musician, a great conductor, a great leader with a wonderful idea. This requiem is his requiem and has been rightly praised because, from the beginning to the end, you see he is on top of everything. He is just putting you in a way that will make everything perfect...
No, not ‘perfect,’ because I hate to hear the adjective ‘perfect’ in music. No, give me imperfection. ‘Perfect’ must be something boring, something completely ‘not human’. I want to hear humanity, and human beings are imperfect. So music – it’s imperfect. Even with the greatest composers you hear this note that goes [screeching noise]... Why was it there? And the greatest performers – I like to hear when the feeling and their humanity carries them on and suddenly it’s not a work of art... it’s just the creation of human beings and the force of human spirit put together, that makes something be born.
I remember when I sang Requiem, Verdi, I had this friend who came and said, ‘You know what, it was very beautiful, but I couldn’t see your personality; you didn’t come out the way you sometimes do in a concert,’ and I said, ‘Thank you, that’s a compliment, because that was exactly what I tried to do...’ just to perform it in the best possible way. And, talking about Tony Pappano; what a fantastic experience to work with him. What a great thing it is to have a great musician, a great conductor, a great leader with a wonderful idea. This requiem is his requiem and has been rightly praised because, from the beginning to the end, you see he is on top of everything. He is just putting you in a way that will make everything perfect...
No, not ‘perfect,’ because I hate to hear the adjective ‘perfect’ in music. No, give me imperfection. ‘Perfect’ must be something boring, something completely ‘not human’. I want to hear humanity, and human beings are imperfect. So music – it’s imperfect. Even with the greatest composers you hear this note that goes [screeching noise]... Why was it there? And the greatest performers – I like to hear when the feeling and their humanity carries them on and suddenly it’s not a work of art... it’s just the creation of human beings and the force of human spirit put together, that makes something be born.
TS:
How hard is it to access that place? to get to that place of delivering
that ‘imperfectly-perfect’ human experience on the opera stage in the
midst of all of the other stuff that happens around the career of being
an superstar opera singer –
which is what you are, whether you like it or not. Does all of that
apparatus, the being booked years ahead in advance, and the way opera
things work: the fans, the
critics, the audiences... does that make it harder?
RV:
Yeah, probably yes, but this is life. I think it makes it harder
because a part of me would love to jump on stage and feel that. Once you
are on stage, nothing else matters, you know. Once you are on stage,
your name is nothing. Rolando Villazón – and I mean this in all sincerity – is nothing. When
I was in Vienna, it was Nemorino: I did the things that I believe this
Nemorino I have created, would do in that particular situation.
At
the same time the performer has to be under control; to know, right
now, you just remain quiet because it’s not your moment, you don’t
capture the attention right now... What people should be looking at is
that. There’s a sergeant coming in, and if you make a movement it’s only
to underline the presence of that character. This I learned when I was
doing Alfredos at the beginning of my career. The more you perform
Alfredo as a light shining on Violetta, the more successful the night
you have. It’s the story of Violetta Valéry: let her steal the show,
yes! It’s the show of Violetta Valéry and it’s written like that!
So,
how hard is it? I guess the fight is necessary. It’s a struggle. I
think I do struggle with my celebrity, but I also welcome it. I am very
happy, you know. I am not going to deny that the fact that I can sell
cds allows me to say, ‘I would like to do a Handel CD,’ and my next
project will be a Mexican project. Probably the business would rather
have – I don’t know – a Christmas album or a Puccini album and this
would probably be a better seller...
I
must say, all this talk about, ‘Oh, Villazón has been pushed by the
industry and the theatres...’ I have not been pushed by anything! I
have signed all the contracts. I take all responsibility. Have I made
mistakes? Yes! I have made many mistakes. Will I make mistakes? Yes,
absolutely! Will I fail? I’m sure I will fail, because I will continue
taking risks. I think art should be dangerous. The real artist needs to
be right there, on the edge. He needs to try different things. Will I be
doing more TV shows? Yes, I will. I just recorded this BBC documentary,
What Makes a Great Tenor.
This is really a serious programme about
many great tenors of the past. It’s an homage to the tenors of the
past; in a way, an explanation of how the voice works. I think – and I
am very happy about it – that we will gain some 100, 000 viewers from Popstar to Opera Star
because they will say, ‘Let’s see what the Chaka Chaka guy is doing.’
And yes, there will be some funny things, because there is a clown in me
and I allow the clown to be himself. This clown in me has freed myself
from my own critic, my inner critic. The one that says, ‘Oh, you are a
serious performer you should
be dressed like that or you should be ... [sighs]’. And the clown says,
‘NO!! You should be YOU! You should risk, do the things you feel like
doing and then, if you fail, reflect on
that.’ Not that the clown would say that. He would say, ‘Oh, then you
fail again! Go for it!!’
TS:
Look, the psychological profile of all this is kind of fascinating.
Your wife’s a psychologist, so she must have a field-day with you
because there’s a lot going on. You obviously need the adrenalin rush or
the sense of extremity that being on stage gives you. So, in those
periods, for whatever reason, when you couldn’t be on the stage, not
inhabiting that world of extremity and danger that the stage is, could
you function without it?
RV: Ah, yes, absolutely. I could... and I would.
I mean, I love the stage, I love being a performer, I love opera, I
love singing... What I missed was singing. Not professionally – just
singing. I sing all the time. I sing in the shower, I sing when I am
helping in the kitchen. I sing for my kids. I sing when I am walking in
the street... I start humming. And that I was not able to do: that was what I was missing.
I
remember one time I was walking with Lucia, my wife. It was a beautiful
day and I stopped next to a tree... and all these birds were singing
[whistles]. And I couldn’t sing. And I looked at them and I said,
‘BASTARDS!’ Really, that’s what I missed.
TS: You didn’t even miss communicating?
RV:
Well, this is a different thing. The stage is a way of communicating,
but it’s not the only way. What I did this time is something I always
wanted to do, which was to write a novel. And I spent hours and hours in
a room I built here, upstairs, and I started writing. It was as intense
as learning and performing an opera. It was – it is, because it is still happening and I will finish it – extraordinary.
There
is a phrase of Susan Sondheim, in her diaries [rustling pages]... Here
it is. I love this phrase: ‘I can hardly think except when I am talking.
That’s why I talk so much.’ Which describes myself, really. I
completely understand that. I have an idea, and I need to talk. Even
when I am alone, I create conversations and I start speaking. I imagine
people I would be talking to, I imagine interviews... It’s funny, but my
thoughts need to be put on paper or I need to express them. And I think
singing is like that. I’ve always thought that singing was an
expression of my soul. I have a screaming soul! Everybody has a
screaming soul! You have to find a channel to let your soul scream.
Everything
has happened almost by accident in my life. I was discovered – which is
the story of most of the famous opera singers. Very few of them wanted
to be opera singers. Most of them, as is my case, were discovered. And
from there, everything just happened before I started planning. A CD
company came to me and said, ‘I would like you to record a CD.’ Well, I was
just starting my career. The Paris debut was an accident. A tenor
cancelled the whole thing, my friend Ramon Vargas... and many
circumstances came together and they asked me to do it. And so it went
on, and on, and on, and on... You mentioned, in some question before,
‘strategy.’
There has not been strategy. What there has been – and this is clown technique – is a ‘Yes’ mode.
You
know, there’s a saying – I’m so bored of this saying. In the opera
world this is like the biggest wisdom: ‘Learn to say No.’ Ugh! Yeah,
learn to say Yes! For me, it’s ‘learn to say Yes.’ Why the ‘no’? Learn
to say Yes... ‘Yes’ to the things that are good for you; ‘Yes’ to the
free time... it’s true. But let’s transform the thing. All they usually
want to say is, ‘Say no’. Don’t sing that much. Don’t sing those
difficult roles. Don’t...’
But Yes! Do it! Just try them and if you think it’s not good, then it’s not
good. When people say, ‘Don Carlo, that was his problem...’ No! I want
to sing Don Carlo again. I want to sing Don Jose. I don’t agree that
these should be for big voices. They should be for a lyric tenor with
the right conductor. And that was the case in both Don Carlos I did. I
had the wonderful Chailly and in the last one I had the amazing Pappano.
Extraordinary musicians: they understand the people they are working
with. So, yes, if you work with someone who just goes BOOM and makes the
orchestra sound like an army, then not even the biggest tenor in the
world will be heard. Orchestras have changed.
Singers have changed. And the limits will present themselves, and
sometimes it’s not nice. I mean, I know by experience now. Sometimes you
go, ‘Woaah! That was a hole!’
TS:
Those moments when you at least come close to the hole or sometimes
fall in it – What saves you? Is it things like what you learnt as a
clown? Are there strategies in your life? Or knowing that you’re writing
a novel, knowing that you like drawing, knowing that you have this
wonderful family, this wonderful place in Paris... are those the things
that save you in these moments? Or... what is it?
RV:
Yeah, I would say I’m very fortunate. I have a wonderful family, I have
good friends. What saves anybody? It’s Reason and Love. It’s analysing
things; because it’s not only, ‘Push the limits and then keep running
and [Screams] then you die.’ Push the limits, but be aware of what’s
going on. Understand what will happen there. Think of the
consequences... and then embrace the consequences!
I
always think, it’s like if you see this wall and you say, ‘I would love
to jump that one.’ OK, the consequence is that if I jump it, I might
break my leg. So, you have two options: Yes or No. Use ‘Learn to say
No...’ You say, ‘No, I won’t,’ and you walk away and you save your leg.
‘Yes mode...’ You say, ‘Well yeah, that probably will
be the consequence... Let’s try it!’ You jump... and you actually feel
the wonder of being in the air, jumping the thing, and falling down. And
then you break your leg! So, the guy who walked away will never know
what it feels like to jump that wall. The guy who broke the leg, in one
month, he will be walking again,
and jumping other walls. To me, that’s the difference. Yes, you pay the
price for things, and I’m not saying the guy who walked away is wrong.
It’s a way of life. He’s fine.
TS:
But, part of your brain is conscious at that moment? You know what the
risk is? And it’s about accepting that the risk is there and it’s going
to happen... and that’s fine?
RV: Sometimes I wish the brain was not
that connected. Honestly, sometimes I think that I think too much of
certain things and I should just let it happen... which is what happens
in a good performance. You know, you could be very nervous; you could be
thinking, ‘What if this happens and I have to do it like that... da da
da da [i.e. et cetera]. Once you enter on stage, BOOM, you know whatever happens – happens, and that’s the beauty of music.
There
is something, if you want, mystical about it. I don’t like to use this
word ‘mystical’, but there is something that goes beyond scientific
explanation. You sit down, when in one of those great performances where
everything comes together, and time stops or time flows in a unique way
for all the people sitting there, for all the people performing there.
And you somehow feel a connection with music (and this is not only
opera) with great music... You can actually have the illusion that we
are not only animals, that – whatever it is – energy, soul, this part of
ourselves that has no explanation... there it had an explanation. There, it had a contact. It’s like
this flow. When you enter this flow you will be part of the flow. Not only part of it, you will give something to the flow.
The
way I perceive a great performance is like a wave. You know, it’s only
this time. It’s unique. No matter that in two days time we will do it
all over again. Then it will be another kind of wave. So you’d better enjoy this wave; it’s the only one that will exist in the history of the universe. To me, that is what this is all about.
So,music matters, yes! Of course it matters a lot, and that was the
question right from the beginning, ten years ago when I started. It was a
big question. I read my notebooks, and I kept writing, ‘What is this
all about? Why am I doing this? Is it only to become famous? Is it only
for the applause? Then it’s not worth doing it.’ Why? Humankind needs
more than that. We need each other. I believe that it is in us. We have
to make this world a better world – it’s a disaster of a world – we need
to try to make it a better world... And music has a very very important role in making the world better, I do belive!
happy to help out when and where i can xxxxxxxxxx
RépondreSupprimerRolando me gusta tanto por su voz como por su humanidad y filosofía de vida.
RépondreSupprimerUna entrevista excelente.
Tout d'abord un ENORME MERCI à Judith, Lisa, Louise, et Barbara pour la transcription de ce très long et très intéressant interview, c'est un très long travail qui mérite des félicitations, un grand merci à Teresa pour l retranscription de ce très long post.
RépondreSupprimerRolando nous est très précieux par sa voix qui nous touche au plus profond de nous même, mais aussi par sa richesse intérieure, son sens de l'humour, sa liberté de paroles,son intelligence et sa curiosité qui le pousse à explorer d'autres univers musicaux.
Toute la différence avec d'autres chanteurs à belle voix, est là.
Et c'est cela qui le rend exceptionnel à mes yeux.
what a giant work our translaters accomplished!!! Congratulations from the bottom of my heart. Thanks also to Teresa who had the great inspiration to create this mega-blog.
RépondreSupprimerThe pictures of Rolando are SUPERB, to frame and keep everywhere in the house!!But most of all in our hearts!
Thanks to all. You are so precious for this blog!
Merci d'abord à vous toutes qui nous traduisez ces interwiews.
RépondreSupprimerLorsque j'écoute Rolando parler de son métier,je le trouve humble,lucide plein d'amour,d'humanité,curieux d'expériences nouvelles et tout ça réunis font de ce chanteur magnifique un être d'exception.Dans ce domaine de l'opéra je dirai presque de l'arène (car un certain public vient pour attendre le faux pas) si si j'en ai été témoin et j'ai réagit(Natalie Dessay était concernée),Rolando sait tout ça et je crois que chaque fois il en retire encore plus de sagesse.
une bonne et heureuse année à Rolando et sa famille et plein de succes encore et encore.
Interesantísima entrevista y gracias a ella admiro aún más a Rolando.Gran cantante y gran persona¡¡¡
RépondreSupprimer¡Bienvenido, Santi! Si no me equivoco, es la primera vez que escribes en los comentarios. Si, es cierto, cuando más de conoce sobre Rolando más se la admira (y se le quiere). BONES FESTES!
RépondreSupprimerPrimero Gracias a Bárbara, Louise, Lisa, Judit y Teresa, por éste enorme regalo.
RépondreSupprimerEntre las virtudes de Rolando se cuenta el de sostener su ideología de vida, una y otra vez, sin doble discurso en todas las entrevistas que le hacen.
No son muy imaginativas en general, las preguntas de los periodistas , pero él sabe inteligentemente, desarrollar su pensamiento y eso le da profundidad a la entrevista.
No alcanza leerla una sola vez, hay material para saborear.
Como de costumbre,Rolando se retrata de cuerpo y alma en sus entrevistas, y como tu dices Teresita,cada vez lo admiramos y queremos más.
RépondreSupprimer¡Gracias a las Villazonistas que permitieron que los denás pudieramos vibrar con esta hermosa entrevista!!!!
¡ VIVA VILLAZON!!!
Great interview! Thank you, Barbara, Louise, Lisa, Judit, and Teresa for all the hard work. And certainly the more you know him, the more you are impressed by him and just plain love him for being true to himself. I do think that the "jumping the wall and breaking your leg" analogy is particularly apt. He thinks and speaks in metaphors, which is a wonderful way of allowing us to savor his thoughts and personality.
RépondreSupprimerReading all true reactions of the other Villazonistas, I must say how much I love their caring and sincere thoughts about Rolando. It all comes directly from the heart. Their analyses are so intelligent, appreciative and sharp, that I am impressed by them. I hope Rolando will read them, because then he can learn how much he is loved and admired. And he deserves it to be!!
RépondreSupprimerHola Teresa, sí,tienes razón, es la primera vez que escribo en tu blog.
RépondreSupprimerEstoy disfrutando mucho leyendo sobre este gran gran cantante que es Rolando Villazón.
Le escuché por primera vez en vivo en Elisir d'amore en el Liceu,y recuerdo que me compré entradas para otras funciones, para escucharle de nuevo, pero me costó encontrar entradas, pues estaba ya todo agotado¡¡¡¡ pero lo conseguí, y le escuché en dos funciones más,el que la sigue la consigue, y recuerdo que hizo un bis , aún me acuerdo, de la furtiva lagrima y todo el teatro aplaudió como nunca había visto yo el Liceu, fue un grandioso éxito, menuda noche,de esas que no olvidas en la vida¡¡¡én fin, seguro que lo recordais, pues imagino que estarias allí.
ya han pasado 5 años, y aún me recuerdo de la noche del bis de la furtiva lagrima¡¡¡Para mi fue una de las mejores veladas que he vivido en el liceu.
Bueno lo dejo aquí, pues podría estar escribiendo mucho más sobre la gran actuación de Rolando aquella memorable noche; no solo fue la voz espléndida que tiene, que nos cautivo a tooooodo el teatro, sino , su MARAVILLOSA actuación de Nemorino, yo creo que estuvo PERFECTO, fue ideal, de ahí el grandioso éxito que tuvo, porque nos conquistó por su voz y su cautivadora y simpatiquísima personificación de Nemorino.
Felicidades de nuevo por el blog Teresa¡¡¡ y feliz año 2011¡¡¡
Gracias por el Titánico esfuerzo de traducir la entrevista. Me gusta pensar en los Villazonistas como un grupo de iguanas, tendidas al sol del arte, calentandose el corazón. Los criticos, por su parte, son una especie de cucarachas (dicho sea esto con perdón del animalito) que huyen de la luz y medran en húmedos rincones. Es muy conocida por todos la necesidad de Rolando de exhibirse con los medios, los que le queremos, apreciamos esas excentricidades, reconozco que ese exhibicionismo es mucho más sano que mi costumbre subir al metro con una gabardina.
RépondreSupprimerI am always very amazed and touched to read interviews with Rolando or to hear. No matter how the journalist asks (Except the journalist is stupid, scheming
RépondreSupprimerand invidious....), Rolando gives always answers with great wisdom and sensitivity of each question and includes intelligent depth. The title of the interview is true .... Rolando is not just a singer, but a force of nature!
His performance as actor and singer is realistic and he brings all the emotions in the respective roles and he show those feelings very intensive in his voice .
Its natural humanity is charming and touching, and his intelligence is absolutely admirable, his knowledge and interest in various areas of life is amazing. He has a great sense of humor, but inside his heart and soul very sensitive.
For all these characters, skills and qualities - we admire and appreciate Rolando
Now, I want to say a big "Thank you" to Judith, Lisa, Luise, Barbara
for the vast work to write down this whole giant interview and the translation and of course Teresa für die "indefatigable" work, love and effort, that this blog "alive" and exists.
Cordial greetings
Edith
Muchas gracias por el esfuerzo realizado para ofrecer esta nota. Valía la pena! Si bien los conceptos vertidos en ella no nos resultan novedosos tratándose de Rolando,es gratificante participar una y otra vez de tanta espontaneidad, reflejo del alma y remolino de ideas buenas y constructivas que significa una entrevista a Rolando. Ojalá la leyeran y aprendieran un poco los críticos!
RépondreSupprimerAnd the coveted prize for the Analogy of the Day goes to...drumroll...AgenteGDL for the double-whammy of iguanas and cucarachas. Right on the mark. But the thought of you in your trenchcoat kind of scares me. In a nice way, of course. ;-)
RépondreSupprimerI do think that all of us could do a lot better as far as asking Rolando good questions. But really, you could ask him something as banal as "What is your favorite color?" and you would no doubt get the most original, unexpected, and entertaining answer imaginable.
I have tons of questions to ask Rolando.
What would YOU ask him, my fellow villazonistas?
¿En que tienda compras tu ropa??
RépondreSupprimer¿El Director de tu disco de Handel no es aquel primo de Paul Potts que estudio Dirección Orquestal por correspondencia?
¿Nunca se ha ocurrido usar la lengua en un beso en escena tan solo por ver la reacción de tu co-protagonista?
Rolando's incisive and candid answers to Agente's probing questions:
RépondreSupprimer1. Sequins-R-Us.
2. No, I don't know how this rumor got started, but it is absolutely false. On an interesting side note, these two gentlemen are in fact, not related at all. But, yes, Paul McCreesh and I are twins separated at birth as evidenced by our striking resemblance.
3. As it happens, I attempted this once, and only once, with less than satisfactory results. I cannot name the opera nor the soprano in question, for obvious reasons. Let's just say that I got it into my head that at the end of the opera I would twirl my partner around deliriously then end with the surprise kiss. Unfortunately, I misjudged my velocity and our faces collided with such force that the poor girl lost a tooth, and I wound up with a fat lip and a black eye. No, that's the last time I try that stunt. But thank you for asking.
Bonne et heureuse année 2011 d'abord à Térésa qui fait un travail extraordinaire,puis à vous tous les villazonistas en particuliers les traductrices et traducteurs.
RépondreSupprimerQuel bonheur de lire vos commentaires,nous adorons tous et toute Rolando.Alors très bonne année pour lui et sa famille.
besos a todos.
Claudine
Gracias a todos por vuestros comentarios. Como tod@s decís, relamente es un enorme placer "leer" a Rolando... y es también un placer leer los comentarios de Joanna y el Agente, estoy desayunando y un poco más y me atraganto de la risa!!! Un besazo a tod@s y os deseo de corazón lo mejor para el nuevo año!!!
RépondreSupprimerGuten Tag, alle liebe Rolando-Freunde. Ich darf mich vorstellen, ich lebe im Süden von Deutschland.
RépondreSupprimerZunächst GROßEN DANK an TERESA, aber auch an alle anderen Menschen die so viel für diese Seite arbeiten, Foto,
Video, Berichte, ect. DANKE,DANKE, es ist phantastisch.
Ich lese begeistert jeden Tag diese
Seite und freue mich sehr von Ihnen allen zu hören. In 2010 habe ich Rolando gehört Händel in München und Baden-Baden, 2 x La Traviata in Zürich, 1 x L'elisir in München, Liederabend Salzburg,
1 x L'elisir Milano, Mexiko in München und Baden-Baden. Zuvor 2008 Lensky in Berlin, 2007 Rolando und A.Netrebko, La boheme konzertant in München. Es waren Geschenke vom Himmel!!! Danke,Rolando. Seine Stimme, seine Darstellung - einmalig. Ich freue mich auf das kommende Jahr. Mit Vergnügen lese ich die Berichte der französichen Freunde, das kann ich verstehen, ich grüsse Sie. Manchmal hat OSCAR from Germany für mich geschrieben. Nochmal, DANKE ! Und ein glückliches Neues Jahr, mit viel Rolando-Freude.